tag:blogger.com,1999:blog-37497600361289811242024-03-12T19:17:44.847-07:00El Pan de Cada DíaJavierhttp://www.blogger.com/profile/17398822919882956737noreply@blogger.comBlogger92125tag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-52433529050251832552016-06-07T13:23:00.001-07:002016-06-07T13:23:31.540-07:00Corpus ChristiCiclo C
<br>
<br>
<br>CORPUS CHRISTI
<br>
<br>Gn 14,18-20
<br>Sal 109,1-4
<br>1 Co 11,23-26
<br>Lc 9,11-17
<br>
<br>
<br>"Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria
<br>mía"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>El milagro de los panes y los peces es un milagro con mucha "miga",
<br>no en vano es el único narrado por los cuatro evangelistas. Es un
<br>milagro que simboliza mucho más de lo que dice, llevándonos a
<br>realidades más altas y trascendentes.
<br>Dadles vosotros de comer, ¿es solamente un imperativo a los apóstoles,
<br>o quizás también para todos los cristianos de todos los tiempos?; ¿se
<br>refiere sólo a aquellos cinco mil hombres o a los millones de
<br>hambrientos que pasan por este mundo generación tras generación?
<br>Nosotros nos preguntamos: ¿es que yo voy a calmar el hambre de tanta
<br>gente? Evidentemente, no. Esto sería un milagro, y este milagro sólo
<br>lo puede hacer Dios, el que de la nada hizo el cielo y la tierra.; pero,
<br>queriendo responsabilizar al hombre en la creación, ha querido que
<br>nuestra aportación sea necesaria. Necesita que nosotros pongamos lo que
<br>tengamos, y Él lo bendice y lo multiplica. Aunque sólo sean cinco
<br>panes y dos peces, lo que importa no es la cantidad, sino el
<br>desprendimiento y la generosidad.
<br>Haznos, Señor, fermento de solidaridad, generosidad y caridad para que
<br>podamos desprendernos, incluso de lo necesario, cuando hay otros que no
<br>tienen ni lo más básico para poder tener una vida digna.
<br>"Das de lo que te sobra. Eso que das ¿de quién es sino de él? Si
<br>dieras de lo tuyo sería generosidad, pero porque das de lo suyo es
<br>devolución" (S. Agustín).
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Todos los grandes acontecimientos los celebramos con un banquete. Jesús
<br>también era amigo de comidas de encuentro y de salvación, como la de
<br>Zaqueo cuando dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa" (Lc
<br>19,9). O la de la fiesta del padre del hijo pródigo, para celebrar la
<br>vuelta a la vida del hijo que estaba perdido .
<br>La Eucaristía también fue instaurada en el contexto de una cena.
<br>Celebrar la fiesta del Corpus, es hacerla con el Banquete Pascual, en la
<br>que Cristo hace de Sacerdote ofreciéndose a sí mismo como sacrificio
<br>al Padre para darnos su Vida Eterna .
<br>Es vida divina en nosotros, que lenta y progresivamente nos va
<br>transformando en él, como sustancia superior que nos asimila y nos va
<br>haciendo vida de su vida: "No le comulgamos nosotros a él, es él
<br>quien nos comulga a nosotros..., nos incorpora a su vida" (S.
<br>Agustín).
<br>Que no rechace tu invitación eucarística, Señor. Que tú seas mi
<br>alimento, y que unido a ti, como el sarmiento a la vid, pueda dar frutos
<br>de vida eterna. Que tú puedas estrujar las uvas del sarmiento de mi
<br>vida en el lagar de tu altar para que me puedas ofrecer como vino para
<br>la fiesta que quieres celebrar con todos mis hermanos.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>¡Cuántas veces, Señor, te hemos oído decir: "Dadles vosotros de
<br>comer"! y qué pocas veces hemos relacionado esta frase como la
<br>respuesta a la pregunta tan oída: "¿Dónde está Dios que consiente
<br>que ocurran estos desastres, que haya tanta hambre en el mundo, …?".
<br>Tú y yo estamos llamados a continuar la misión de Cristo, llamados a
<br>luchar contra toda clase de opresiones y contra toda clase de
<br>estructuras y barreras que dividen a los hombres. Tú y yo somos los
<br>brazos abiertos de Cristo para atraer a todos los marginados y
<br>excluidos.
<br>Hoy puedes empezar por abrir la puerta de tu corazón a alguien que se
<br>sienta excluido, y habrá una barrera menos en el mundo.
<br>Cristo sólo tiene nuestras manos para hacer su trabajo hoy; sólo tiene
<br>nuestros pies para hacer que los hombres vayan por su camino; sólo
<br>dispone de nuestra lengua para contar a los hombres cómo murió, y no
<br>tiene más ayuda que la nuestra para llevarlos a su corazón. Somos la
<br>única Biblia que leerá un mundo despreocupado".(A. Johnson Flint).
<br>Señor, hazme estar muy unido a ti para que aprenda a mirar al
<br>"otro" como tú lo miras, a abrir mi corazón como tú se lo abres,
<br>y haz de mí palabra encarnada para que no me quede en bonitos
<br>discursos. Hazme consciente de que los demás te conocerán a través de
<br>mi persona. Que no me falte tu pan y tu palabra para poder reflejar tu
<br>genuino rostro.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Multiplicar los panes fue un milagro que nos conduce a algo más
<br>grandioso: al misterio eucarístico. El hacerse él mismo Pan para
<br>convertirse en el alimento diario que necesitamos y poder reflejar en el
<br>mundo su verdadero rostro.
<br>La Eucaristía nos enseña y nos compromete al cambio y a la
<br>conversión. No se puede ir a comulgar y salir sin ser "tocado",
<br>porque nadie puede ver a Dios y quedar con vida (Ex 33,20). Si has dado
<br>muerte a un odio, a un egoísmo, has derribado una barrera con el
<br>hermano, has dado muerte a tu comodidad, la comunión ha sido una
<br>auténtica Pascua.
<br>Tú bien sabes, Señor, de nuestras dificultades para asumir a nuestros
<br>hermanos. Necesitamos tu Pan vivo como alimento vital porque hay muchos
<br>momentos en los que el cansancio nos invade y la debilidad hace flaquear
<br>nuestras piernas. Y de un modo especial cuando el sufrimiento se puede
<br>constituir en un obstáculo ante las exigencias de la vida cristiana.
<br>Necesitamos tu fuerza vital para que haga morir en nosotros el
<br>"hombre viejo" y resucite al "hombre nuevo". "En el Sacramento
<br>de la Eucaristía el Salvador, encarnado en el seno de María, continúa
<br>ofreciéndose a la humanidad como fuente de vida" (Juan Pablo II,
<br>Tert. Mill. Adv. 55).
<br>Es ahí donde la fuerza vital de la Eucaristía se nos hace viático
<br>para el camino. La Eucaristía es la fuerza de los débiles, el consuelo
<br>de los afligidos, el bálsamo que sana las heridas. ¿Quién no lo
<br>necesita?
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br> Si Melquisedec, como figura de Cristo, hace ofrendas de pan y vino, que
<br>son fruto de la tierra y del sudor del hombre. Jesús se ofrece a sí
<br>mismo como pan y vino, fruto del Amor de Dios. Si Melquisedec recibe el
<br>diezmo de Abrahán, Cristo no quiere nada para sí, sino para los
<br>pobres.
<br>"Si amamos las riquezas trasladémoslas al cielo para que nuestro
<br>corazón vaya tras ellas. Dárselas a Cristo en la tierra para que él
<br>nos lo guarde en el cielo" (San Agustín). ¿Qué otro banco hay más
<br>seguro? (Mt 6,20).
<br>Para la Eucaristía no es suficiente presentar el pan, es necesario
<br>partirlo. Si el pan significa el cuerpo de Cristo, partirlo significa la
<br>entrega, el amor oblativo, su vida sacrificada por todos nosotros.
<br>Entiendo, Señor, que tu ofrenda es más que un sacrificio, es una
<br>prueba de tu amor. Entiendo que te aplicas a ti mismo lo que nos dices a
<br>nosotros, y que no quieres sacrificios ni holocaustos, sino amor y
<br>conocimiento de Dios (Os 6,6).
<br>¡Qué bueno es Dios!,
<br>vida es para los pobres y alimento
<br>y viático y santo sacramento
<br>del gran amor de Dios enamorado.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>La Eucaristía es experiencia pascual que compromete al que comulga. No
<br>podemos salir igual que entramos. El comulgar con Cristo nos introduce
<br>en su muerte para resucitar a una vida nueva que nos lleve a comulgar
<br>con los hermanos.
<br>Empiezas tú, Señor, la celebración de la Cena Pascual con gran ansia
<br>y deseos ; pero ésta no termina, sino que tiene continuación en
<br>nosotros. En ella tú nos conviertes en sagrarios ambulantes de tu
<br>presencia viva.
<br>Como el amor de Dios no es paternalista, sino que nos hace responsables,
<br>por la Eucaristía nos vemos impulsados a comprometernos con Cristo en
<br>su misma misión (Misa = misión). Misión evangelizadora desde nuestra
<br>vida cotidiana y desde nuestros ambientes.
<br>Si la Iglesia no se concibe sin la presencia de Cristo, Cristo no se
<br>concibe sin la presencia de cada uno de nosotros, sus miembros. Por eso
<br>en la Eucaristía recibimos ese bombeo de vida de Cristo que nos lleva a
<br>ser su presencia viva en el mundo. El mundo tiene derecho a ver en los
<br>cristianos que somos eucaristías para todos los hombres.
<br>Señor, yo no soy digno de que entres en mi casa, de tanto honor por tu
<br>parte y menos para ser Evangelio viviente que busca y sale al encuentro
<br>de invitados para el Banquete del Reino ; pero te ofrezco mi cuerpo y
<br>mi pobre humanidad para citar a mis hermanos a que puedan disfrutar y
<br>vivir las delicias y bienaventuranzas de ese Banquete. Así podrán
<br>exclamar: "¡Que dicha el haber sido invitado!". ¡Qué delicia y
<br>gozo escuchar de tu boca: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus
<br>enemigos estrado de tus pies... Tú eres sacerdote eterno..."
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>"Dadles vosotros de comer", para Jesús, era un mandato no menos
<br>vinculante que el de "id y predicad". Son las dos caras de la misma
<br>moneda. Jesús integra el pan y la palabra. No se puede dar una
<br>olvidándose de la otra. Un padre se preocupa tanto del cuerpo como del
<br>alma de sus hijos. Igualmente Jesús: no separa las necesidades
<br>materiales de las espirituales de la gente. El hambre físico de mi
<br>hermano se convierte en un hecho moral para mí, como dijo un autor:
<br>"Si yo tengo hambre, es un hecho físico. Si tiene hambre mi prójimo,
<br>es un hecho moral".
<br>La multiplicación de los panes y los peces se dio después de la
<br>predicación sobre el Reino de Dios. Jesús atendió la necesidad
<br>material y la necesidad de Dios, de Amor, de sentido en la vida que
<br>tenían aquellas gentes, porque "no sólo de pan vive el hombre, sino
<br>de toda Palabra que sale de la boca de Dios". Como decía Teresa de
<br>Calcuta: "Me preocupa más el hambre espiritual de Occidente, que el
<br>hambre material de Oriente". Si se sacia el primero, desaparecerá el
<br>segundo. Ahora entiendo tu aparente "desplante" cuando te buscaban
<br>para curar enfermos, porque entendiste en la oración que tú misión de
<br>dar la Palabra, porque a eso habías sido enviado .Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-27520418097945837512016-05-18T08:45:00.001-07:002016-05-18T08:45:19.182-07:00La Santísima TrinidadCiclo C
<br>
<br>LA SANTISIMA TRINIDAD
<br>
<br>Pv 8,22-31
<br>Sal 8,4-9
<br>Rm 5,1-5
<br>Jn 16,12-15
<br>
<br>"Cuando venga el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad
<br>plena"
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br> La Sabiduría de Dios es Dios-Sabiduría, que tomándose a sí mismo
<br>como referencia, quiso, por amor, crear al hombre; y, antes de ser
<br>creados, éramos ya sus delicias. Por lo tanto para poder captar algo
<br>del misterio de Dios hay que empezar por saber que Dios es Amor . Pero
<br>como decía K. Ranher: "De Dios sólo conocemos aquello que
<br>experimentamos de él". Por tanto, el que ama se parece más a Dios y
<br>puede entender a Dios. Es en la vivencia y convivencia con nuestro Dios
<br>Trinidad, y en el diálogo amoroso y contemplativo con nuestra Familia,
<br>como podremos ir entrando en el abismo insondable de Dios.
<br>Dame, Señor, un espíritu contemplativo para penetrar más íntimamente
<br>en tu corazón, saborearte, hacerme uno contigo. Así seré una pequeña
<br>luz en un mundo de oscuridad, que por no "tocarte" con la razón, no
<br>cree; sin embargo, ¡qué admirable es tu nombre en toda la tierra!,
<br>pero más admirable es tu inmensa misericordia, tu ternura, tu
<br>paciencia. ¡Qué respeto tienes por nuestra libertad, que no te
<br>impones! Respetas nuestro lento caminar, nuestras dudas, nuestras
<br>huidas. Tu pedagogía es la propia del amor: la seducción , y tu
<br>método es la paciencia, la cual es nuestra salvación, porque ¡cuánta
<br>paciencia precisas hasta ver que nos dejarnos querer, abrazar y besar
<br>por ti!
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Cómo podría ser Dios si no fuera Trinidad? Imposible, porque no
<br>podría amar en su soledad. Así el hombre no hubiera sido creado por
<br>amor gratuito, sino por necesidad. Hubiera sido un dios incompleto, un
<br>dios necesitado de nosotros para poder ser amor. El Dios de los
<br>cristianos es Trinidad, donde se da en sí mismo todo el movimiento de
<br>amor entre las tres divinas personas.
<br>Gracias, Trinidad Santa, porque no podría creer en otro Dios que no
<br>fuera Amor. Me invitas a ahondar en tu misterio para conocerme a mí
<br>mismo, criatura hecha según tu Sabiduría. Sé que eres comunión. La
<br>comunión enlaza, entrelaza, une. Gracias porque voy entendiendo un poco
<br>el por qué llamas a mi puerta y quieres cenar conmigo . Quieres
<br>habitar en cada corazón, entiendo tu entrega, tu llamada.
<br>El hombre hecho para la comunión y el amor, necesita del "otro"
<br>para desarrollarse y crecer en su propia identidad. Si no tengo al
<br>"otro" no puedo amar, ya que me amaría a mí mismo y eso está muy
<br>lejos del verdadero amor que es salir de sí mismo para darse a los
<br>demás.
<br>Gracias por el hermano que en cada momento sale a mi paso, y es para mí
<br>una oportunidad para hacerme más parecido a ti. Todos somos para ti tus
<br>delicias, ¿pero lo son para nosotros? ¡Cuánto camino por andar!
<br>¡Cuánto trabajo tiene el Espíritu Santo derramando amor sobre
<br>nuestros corazones para ser reflejo del genuino rostro de Dios!
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>"En el nombre del Padre".
<br>Si la Trinidad es comunión, ese espíritu será el que se refleje en su
<br>relación con nosotros, los hombres. Dios es Padre. Los hijos empiezan a
<br>entender a sus padres cuando ellos son a su vez padres. Y si nosotros
<br>siendo malos, sabemos dar cosas buenas a nuestros hijos ¡Cuánto más
<br>nuestro Padre del Cielo! (Lc 11,13).
<br>Gracias, Papá, por tu amor, ¡cuánta confianza me da saberme
<br>protegido, amado por ti, fuente de todo amor! Como un padre que genera y
<br>da identidad al hijo, así te experimento yo, Papá. Yo no soy yo, sino
<br>que yo soy hijo de Dios. Esta es mi identidad. Esta vinculación tan
<br>estrecha me invita a dialogar contigo en ese diálogo íntimo y
<br>paterno-filial, porque conociendo tu amor, necesito, no sólo estar a tu
<br>lado dándote gracias, sino que me vayas indicando el camino que me haga
<br>más parecido a ti. Necesito, como Jesús, conocer tu voluntad, porque
<br>ésta será lo mejor para mí, aunque no lo entienda muchas veces, e
<br>incluso me cueste aplicarme en ello. Padre, yo me pongo en tus manos,
<br>haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, yo te doy gracias Padre
<br>(Ch.de Foucauld).
<br>¡Qué descanso saberse en todo momento en la mente de Dios, saber que
<br>estamos tatuados en las palmas de sus manos ! Muchas veces llamamos la
<br>atención de Dios, como esos niños que, carentes de afectividad,
<br>reclaman atención.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>"Y del Hijo".
<br>Tú eres mi Hermano mayor que me ha salvado. Tú, el Esposo que se ha
<br>unido a mí con un amor esponsal. Tú eres el Amigo que me acompaña, y
<br>me invitas a seguirte. Tú eres todo. Tú eres mi identidad.
<br>El Hijo es el Dios con nosotros, el que se acerca a nuestra humanidad y
<br>se encarna en nuestras vidas. Él es quien nos regala su divinidad, nos
<br>redime del pecado, nos libera y nos salva, Se pone delante y nos dice:
<br>"Sígueme". El es el camino que nos lleva a la casa del Padre. Los
<br>que nos creíamos desterrados, hemos sido rescatados y llevados a
<br>nuestro hogar. Un hogar que nos pertenece por derecho propio, es el
<br>hogar de la Trinidad, esa Trinidad abierta para todos sus hijos.
<br>El Hijo, siendo Dios, se ha hecho hombre para enseñarnos a ser dioses.
<br>Con su vida nos ha enseñado lo que es ser humano, porque el hombre es
<br>más humano cuanto más divino es.
<br>Gracias, Señor, por haber asumido nuestra pobre humanidad y valorarla
<br>tanto que nos haces discípulos tuyos y nos confías tu misma misión.
<br>Somos hijos de Dios, llamados a ser sacramento de la Trinidad en
<br>nosotros. No cabe mayor prueba de amor y estima, distinción y honor por
<br>parte de Dios para el hombre que esta llamada a ser su sacramento. Ser
<br>encarnación actualizada de la Trinidad en el mundo de hoy, en nuestras
<br>familias y ambientes donde vivimos.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>"Y del Espíritu Santo."
<br>Si el Hijo es el Dios con nosotros, El Espíritu Santo es el Dios en
<br>nosotros. ¿Cabe más cercanía, más intimidad, más unión, más ser
<br>"uno" con Dios? El Espíritu Santo, recibido en el Bautismo, nos
<br>consagra, nos hace hombres sagrados, justos, santos. Tenemos madera de
<br>santos, estamos llamados a ser lo que somos; pero ¿expresamos todo esto
<br>de verdad?
<br>Paradójicamente, esta tercera persona de la Trinidad es la menos
<br>tratada con la intimidad que se merece. Nuestra condición humana, que
<br>se desarrolla en las coordenadas del espacio y del tiempo, nos dificulta
<br>imaginar todo lo espiritual.
<br>Sin embargo, es nuestro huésped del alma, es el soplo vivificante de
<br>Dios, que nos alienta, nos diviniza. Es la savia divina que nos hace
<br>pensar, sentir y vivir como Dios. El Espíritu Santo nos conduce con
<br>paciencia al conocimiento de Dios. Él es el que nos conduce a la
<br>Verdad, porque por nosotros mismos sería imposible. El es la luz y el
<br>consuelo, la fortaleza que necesitamos los hombres para vivir la
<br>comunión y seguir a Cristo.
<br>Gracias, Espíritu Santo, por estar pendiente de nuestros corazones,
<br>esperando a que los abramos y poder derramar en ellos todo tu Amor.
<br>Gracias por enseñarnos a orar, porque sin ti no podemos decir ni que
<br>Jesús es el Señor, ni decir a Dios: ¡Abbá! (Papá).
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Tú eres reflejo de la luz de la Trinidad cuando vives en comunión con
<br>los demás. Tú tienes algo de Dios-Amor cuando estás abierto a los
<br>demás que reclaman tu cercanía. Tú eres algo de Dios-Vida cuando te
<br>gastas y desgastas por dar vida. Tú eres algo de Dios-Esperanza cuando
<br>tu vida y tu palabra abren horizontes de esperanza a aquellos que viven
<br>en tinieblas y buscan el sentido en sus vidas. Tú eres Dios Comunión
<br>cuando creas fraternidad, cuando forjas familia, cuando pones diálogo
<br>donde hay silencio y abrazos donde hay enemistad. El cristiano está
<br>llamado a ser sacramento de la Trinidad.
<br>María, hija del Padre, madre del Hijo y esposa del Espíritu Santo, es
<br>la que mejor nos puede adentrar en el corazón de la Trinidad. El
<br>ejemplo de María nos invita a la humildad en nuestras actitudes, a la
<br>sencillez en nuestro modo de vivir y de obrar. Esto no es otra cosa que
<br>vivir en coherencia con nuestra fe que nos impulsa a fiarnos de Dios,
<br>estando dispuestos a hacer su voluntad. Ésta la conoceremos en un
<br>diálogo amoroso, abierto, íntimo y familiar, en un "tú a tú" con
<br>cada una de las tres Divinas Personas.
<br>María, tú ya nos conoces, y sabes que aunque entrados en años, somos
<br>muy infantiles en la fe. Se nos tambalea cuando nos llegan las
<br>contrariedades en la vida. Enséñanos a vivir todas las dificultades
<br>desde la fe para que ésta crezca y nuestras vidas puedan ser sacramento
<br>del amor de la Trinidad.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Como a Dios nadie le gana en amor y preocupación por los hombres, nos
<br>lega el misterio de comunión de la Eucaristía en la que "todos los
<br>fieles que participan, al tener acceso a Dios Padre por medio de su
<br>Hijo, el Verbo encarnado, que padeció y fue glorificado en la efusión
<br>del Espíritu Santo, consiguen la comunión con la Trinidad" (UR 15).
<br>Entramos en comunión sacramental con la Trinidad, para participar de su
<br>intimidad, y prolongar su modo de vida en nuestra existencia diaria,
<br>impulsados y animados por su fuerza divina. Y lo primero que nos
<br>presenta es nuestra familia terrena como campo de actuación. La familia
<br>cristiana, como "Iglesia doméstica", "su misión debe ponerse al
<br>servicio de la edificación de la Iglesia y de la construcción del
<br>Reino de Dios en la historia" (FC 71). De la misión de la Iglesia
<br>universal participa la familia, la cual, como célula de la sociedad,
<br>tiene una gran trascendencia. "El futuro del mundo y de la Iglesia
<br>pasa a través de la familia" (FC 75). Jesús descubrió su vocación
<br>en la familia a una temprana edad . ¿La hemos descubierto nosotros?
<br>Como la Familia de Nazaret, reflejo de la Familia Trinitaria, pongamos
<br>el Amor en el centro de nuestro hogar, y hará de él un hogar sin
<br>fronterasAnonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-76822715657939546382016-05-10T12:49:00.001-07:002016-05-10T12:49:33.132-07:00PentecostésPENTECOSTÉS
<br>
<br>Hch 2,1-11
<br>Sal. 103,1.24.29-31.34
<br>1Co 12,3-7.12-13
<br>Jn 20.19-23
<br>
<br>
<br>"Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>La promesa de Jesús, de enviar el Espíritu Santo, no sólo se cumple,
<br>sino que como todas sus promesas, nos desbordan y nos dejan atónitos,
<br>superando nuestra imaginación. No es el suave aleteo de las alas de una
<br>paloma lo que se oye, sino el ruido de un terremoto o vendaval. Es el
<br>terremoto de Dios que desarraiga toda pasividad y comodidad. Es el
<br>vendaval que arrastra toda la materia muerta, todas las hojas muertas
<br>con las que nos vestimos. Es un viento recio que derriba murallas de
<br>relación y entendimiento. Es, en definitiva, el aliento de Dios que
<br>besa a la humanidad. Es el choque del cielo con la tierra, fundiéndose
<br>en un abrazo. Ante la venida del Espíritu Santo ¿Cómo nos vamos a
<br>quedar impasibles?
<br>El aliento es el signo vital. Desde que Dios exhaló su aliento sobre
<br>sus discípulos, éstos fueron impulsados a hablar todo aquello que
<br>conocían y habían vivido, se les desató la lengua.
<br>¿No sientes la necesidad de dar a conocer a los demás tu experiencia
<br>de Dios? Habla con la "lengua" del amor que todo el mundo te
<br>entenderá. Si no tienes nada que decir, ¡Qué vacío deja la falta del
<br>aliento de Dios! Abre las ventanas de tu corazón al aliento de Dios.
<br>Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro;
<br>mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Sin el Espíritu, ¿Qué diálogo tendríamos con Dios, si es
<br>precisamente el que nos introduce en esa relación paterno-filial con
<br>él? . Todo sería artificial: la oración se convertiría en un
<br>monólogo frío y triste, la liturgia, en unos ritos vacíos, carentes
<br>de sentido y nuestras vidas, en un desierto.
<br>Pero con tu Espíritu, Señor, unido a mi débil y quebradizo espíritu,
<br>puedo llamar a Dios: "¡Papá!" sin cansarme y sin cansarte, y puedo
<br>mirar al hermano y poder decir Padrenuestro. Tú te haces presente en la
<br>liturgia, tú me llevas a la comunión donde sólo se habla el idioma
<br>del amor. Contigo la casa se convierte en hogar donde el amor y la
<br>fraternidad lo llenan todo.
<br>¡Qué difícil es la convivencia cuando no está presente el Espíritu
<br>de Dios! La casa se convierte en una pensión, el amor no es otra cosa
<br>que el manejo del otro, el Babel doméstico es inaguantable y todos a
<br>mirar la televisión, entronizada en el mejor lugar.
<br>Sopla, con tu viento huracanado, Espíritu Santo, esa materia muerta que
<br>tenemos encima. Que tu viento nos levante de nuestras poltronas en las
<br>que vamos perdiendo la vida.
<br>El Espíritu viene como un viento huracanado, como un fuego ardiente,
<br>prendido en nuestras entrañas impulsando a proclamar las grandezas de
<br>Dios ante el mundo, rompiendo fronteras para la salvación universal. Si
<br>sientes un impulso vital que te empuja a levantarte, no te resistas.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>El Espíritu Santo es la fuerza de Dios. ¿No tienes fuerza para
<br>levantarte? Pídela, que él está deseando dártela, pero respetando
<br>más tu libertad. ¿Cómo no va a dar un padre la mano a su hijo, cuando
<br>éste está inerte y pide fuerzas para levantarse?
<br>No te escandalices de tu debilidad, ya que nuestro Padre la conoce. Ya
<br>lo decía Jesús: "Sin mí no podéis hacer nada". En nosotros está
<br>el querer seguir a Cristo, pero nos cansamos. Queremos hacer el bien y
<br>nos sale el mal; queremos tener un diálogo entrañable con Dios, y sin
<br>embargo salimos secos muchas veces; queremos ser testigos y puede más
<br>"el qué dirán" de los demás. Nos acobardamos cuando tenemos que
<br>confesar nuestra fe.
<br>Sentirnos frágiles vasijas de barro nos hace pedir humildemente la
<br>fuerza de tu Espíritu.
<br>Gracias, Señor, por ser tú mi Alfarero, que con las manos de tu
<br>Espíritu me acaricias mientras quieres moldearme a tu imagen y
<br>semejanza. Dame la docilidad de la arcilla fresca para dejarme moldear a
<br>tu gusto. No te importe arrancar toda aquella arena dura que araña mi
<br>ser y deforma tu sueño sobre mí.
<br>Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo,
<br>lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
<br>doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
<br>Déjate impulsar por el soplo de Dios, desplegando la vela de tu
<br>voluntad, y te verás navegando con todo el gozo en medio del mar de las
<br>dificultades y contrariedades de la vida.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Pentecostés es el broche de oro de todas las Pascuas. Si la
<br>Encarnación es el Dios con nosotros (Enmanuel), Pentecostés es el Dios
<br>en nosotros; si la Resurrección es la apertura del cielo que estaba
<br>cerrado al hombre, Pentecostés es la luz que nos ilumina el camino y la
<br>fuerza que necesita el hombre para recorrerlo y llegar al cielo.
<br>Podemos constatar que todavía existe el Babel de la falta de
<br>entendimiento en nuestro mundo. Empleamos más las palabras del
<br>egoísmo, como yo, mío, para mí, y si las palabras no son lo
<br>suficientemente elocuentes, empleamos el puño, la piedra, las uñas....
<br>El Espíritu Santo, que habla la lengua del Amor nos enseña a decir:
<br>tú, tuyo, para ti... Y a hablar en plural: nosotros, comunidad, y a
<br>manifestar palabras de relación: diálogo, perdón, entrega, y a
<br>exponer los signos que lo expresan: sonrisa, abrir las manos, abrazar,
<br>besar. Todo ello va en el saludo que el Señor nos da en cada
<br>encuentro: Paz a vosotros.
<br> Los apóstoles se hicieron fuertes en el Espíritu, maduros en el amor
<br>de entrega, hasta llegar a la entrega total. Estuvieron siempre
<br>confiados en la misma convicción de María, de que nada hay imposible
<br>para Dios .
<br>Haznos a nosotros, Señor, instrumentos de comunión en nuestros
<br>hogares, ambientes y en cualquier relación, para manifestar que tu
<br>Espíritu nos llena, nos colma y nos lanza a ser tus testigos.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Sentimos en lo más íntimo el deseo de transformación de nuestro mundo
<br>roto y dividido por la ausencia del amor. Y esto sólo puede realizarse
<br>a través de personas impulsadas y enardecidas por el fuego del
<br>Espíritu divino que les impulsa a darse a los demás. Pero lo difícil
<br>es la perseverancia.
<br>Jesús, que nos conoce muy bien, sabe que necesitamos el sustento de su
<br>Vida-Amor, el aliento del perdón, el fuego de su Espíritu que haga
<br>arder nuestro corazón para no sucumbir a la tentación de abandonar el
<br>camino emprendido.
<br>El Espíritu Santo nos convierte en apóstoles. Un auténtico apóstol
<br>es el hombre insatisfecho, deseoso de ver renovada la faz de la tierra.
<br>Es el que tiene la certeza de que ha llegado la hora en que el Espíritu
<br>rompa el techo de la tierra para purificar, renovar, encender y alegrar
<br>las entrañas del mundo. Y por eso su oración es la incansable
<br>petición, en la espera de recibir de Dios, su gran promesa .
<br>Pedro empujado por ese Espíritu dio el salto abismal de una negación
<br>de Jesús ante una criada , a proclamar sin miedo la verdad del
<br>Evangelio ante los jefes y ancianos de Israel . También a nosotros nos
<br>puede más, muchas veces, los miedos y los respetos humanos para
<br>confesar nuestra fe en ciertos ambientes, como Pedro, pero el Espíritu
<br>sigue creyendo en nosotros y nos lanza porque él es el que da la
<br>fuerza. Ven Espíritu, ven.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Tú, María, quedaste llena del Espíritu cuando te anunciaron el
<br>nacimiento de Jesús, y aprendiste entonces a dejarte guiar por él.
<br>Recibir el Espíritu te llevó a irradiarte en una maternidad fecunda
<br>por generaciones sin fin, propagando las maravillas de Dios de las que
<br>tú habías sido, tantas veces y en tal profundidad, testigo vivencial.
<br>En Pentecostés aprendiste a dejarte llenar por ese mismo Espíritu y
<br>desde él, hablar, actuar, vivir. Asimismo te llevó a compartir esta
<br>experiencia con todos los apóstoles y, junto con ellos, iniciar el
<br>dinamismo expansivo- misionero que provocaría esta misma experiencia en
<br>la multitud de discípulos que siguieron a Jesús.
<br>Pentecostés fue abrir la puerta de una nueva época, la época del
<br>Espíritu Santo en que todos los que reciben la Palabra de Dios, se
<br>abren a la fe y se disponen a vivir según su Palabra quedan
<br>constituidos en familia tuya, en hijos a los que te dispones a llevarlos
<br>hasta la plenitud de la fe, de la entrega, hasta dar la vida para
<br>contagiar el fuego del Espíritu.
<br>Con la ayuda del Espíritu Santo y María trataremos de rescatar,
<br>restaurar y llevarle hasta la perfección del Padre y plenitud de
<br>Cristo, a cada uno de nuestros hermanos que andan buscando su propia
<br>identidad.
<br>Mamá, aquí tienes a tus hijos, enséñanos a responder, como tú, a
<br>los planes de Dios: rescatar a todos tus hijos dispersos.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>La celebración eucarística es un misterio de comunión con el
<br>Espíritu Santo. Así empezamos: "El amor del Padre, la gracia de
<br>nuestro Señor Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo" (2Co
<br>13,13). El Espíritu Santo es el "alma de la Iglesia" (San
<br>Agustín). Sin él, como decía el ortodoxo Hazim, "la Iglesia es pura
<br>organización;... el culto, mero recuerdo" Con el Espíritu Santo, la
<br>celebración eucarística se convierte en memorial (no recuerdo), Y
<br>actualización de aquél y único sacrificio de Cristo por nosotros. No
<br>es una repetición de aquella entrega en Getsemaní, sino que se hace
<br>presente esa misma entrega.
<br>¿Cómo puedo comulgar el cuerpo de Cristo y no comulgar con el hermano
<br>que es parte de ese mismo cuerpo?, ¿cómo no se me hace un nudo en la
<br>garganta cuando pretendo "tragarte" cuando hay alguien que tiene
<br>algo contra mí? .
<br>La más elemental coherencia, Señor, me implica "hacer Iglesia",
<br>estando continuamente en actitud de reconciliación con los hermanos,
<br>potenciar la convivencia fraternal y estar dispuesto a completar con mi
<br>entrega lo que otros no hacen .
<br>¡Cómo te necesito, Espíritu Santo!, para hacer de mí una digna
<br>morada tuya y te pueda decir con todo el amor de que soy capaz:
<br>Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
<br>tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego...Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-4213163298308837652016-05-02T12:10:00.001-07:002016-05-02T12:10:30.310-07:00La Ascensión del SeñorCiclo C
<br>
<br>
<br>LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR
<br>
<br>Hch 1,1-11
<br>Sal 46,2-3.6-9
<br>Ef 1,17-23
<br>Lc 24,46-53
<br>
<br>
<br> "Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis
<br>fuerza para ser mis testigos…"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>La última instantánea de Jesús es bendiciendo. San Lucas, el
<br>evangelista de la ternura y la bondad de Dios, nos deja esta foto final
<br>como resumen de toda la vida de Jesús: Bendiciendo a los niños, a los
<br>pobres, a sus discípulos, a los enfermos, el pan... y ahora sigue
<br>bendiciéndonos a nosotros. Es una gran alegría saberse bendecido por
<br>Dios constantemente. Es la paga por adelantado de ser sus testigos,
<br>acercándonos al hermano necesitado, al que sufre, ... Es un gesto de
<br>amor que nos proporciona la gracia del Espíritu Santo y el gozo de
<br>seguirle.
<br>¡Cuánto me ayuda, Señor, esta foto tuya! Es como una eternización de
<br>tu amor: "Levantando las manos, los bendijo". No son manos que se
<br>levantan para castigar, para golpear, sino que son manos que sólo saben
<br>bendecir, acariciar, acoger, curar, abrazar. Y eso es lo que uno
<br>experimenta cuando tu Palabra nos introduce en tu corazón bondadoso y
<br>misericordioso. Que de mi retina no se borre esta imagen tan hermosa de
<br>verte bendiciéndome.
<br>Bendecir significa "decir bien", "hablar bien". ¡Qué fácil
<br>nos sale el hablar mal de los demás, sobre todo cuando nos maldicen.
<br>Vemos multiplicado lo negativo de los demás y dividido lo positivo.
<br>Danos, Señor, la fuerza de tu Espíritu, para poder cumplir tu deseo de
<br>bendecir a los que nos difamen (Lc 6,28). Alzar las manos sólo para
<br>bendecir.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>¿Cómo es que ahora los discípulos se volvían a Jerusalén con
<br>alegría, a pesar de la desaparición definitiva de Jesús, subiendo al
<br>cielo? ¿Qué efecto había hecho en ellos esa bendición de Jesús, que
<br>suscitó también en ellos esa actitud de respuesta?: Estaban siempre en
<br>el templo bendiciendo a Dios La bendición no es solamente un gesto, y
<br>bonitas palabras, sino que es eficaz y transmite paz y alegría, porque
<br>en ella va la gracia del Espíritu Santo.
<br>¿Qué es el cielo, Señor? ¿Cuál es tu cielo? ¿Dónde está? ¡Somos
<br>tan mendigos de cielo que miramos hacia arriba para buscarte y nos dejes
<br>caer unas migajas de felicidad!
<br>El cielo no es un lugar. El cielo es donde está Dios, donde está el
<br>Amor, donde hay relación de comunión como la de la Trinidad. Ni el
<br>cielo está "allá arriba", ni el infierno está en las
<br>"profundidades de la tierra". No está "en", sino que es otra
<br>formar de estar, de ser, de vivir, de relacionarse con Dios y con los
<br>hombres.
<br>¡Qué cerca nos pones el cielo, Señor! Tan cerca que puede estar en
<br>nosotros mismos, cuando tú, morando en nuestro corazón, te dejamos que
<br>guíes nuestras vidas. También tu cielo son los pobres, los que acogen
<br>tu palabra, los que sufren, los que lloran, los que se abren a tu amor.
<br>¿Queremos tocar el cielo? Lava los pies a los demás, pero no con
<br>repugnancia, sino bendiciendo y dando gracias a Dios por ellos.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>El cielo no es igual antes que después de la Ascensión. La Trinidad
<br>tampoco. El seno trinitario está ocupado, está "agrandado" por la
<br>Humanidad entera que está inserta en Dios por medio de Cristo. En la
<br>doble naturaleza de Cristo, divina y humana, está el hombre formando
<br>parte de la Trinidad. Esto desborda cualquier imaginación.
<br>Nuestra mente, Señor, no llega a captar este hermoso y maravilloso
<br>misterio. Un día "bajaste", dejaste tu divinidad y asumiste nuestra
<br>humanidad. Y ahora no te despojas de ella, sino que la llevas a formar
<br>parte de tu misma divinidad.
<br>Quisiera encontrar palabras para expresarlo y para bendecirte; sólo me
<br>queda el recurso del silencio contemplativo. ¡Qué grande es tu amor,
<br>Papá!, ¡qué inmerecida gracia la tuya, Hijo, que hizo posible esta
<br>realidad! y ¡qué plenitud y perfección la tuya, Espíritu Santo,
<br>fundiéndonos en un abrazo de comunión, haciéndonos participantes de
<br>tu naturaleza divina (2P 1,4). El camino del cielo está abierto. No hay
<br>que llamar a la puerta, sino que el Padre espera a cada uno para darle
<br>el abrazo eterno. Sólo necesitamos entrar en comunión con Cristo.
<br>"El Hijo Unigénito de Dios, queriendo hacernos partícipes de su
<br>divinidad, asumió nuestra naturaleza, para que habiéndose hecho
<br>hombre, hiciera dioses a los hombres" (Sto. Tomás de Aquino). Cristo
<br>es nuestro acceso a la Trinidad .
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Te agradezco, Papá, tu amor paternal, pero no paternalista. Como un
<br>padre responsable, que quiere el desarrollo del hijo, y hace que éste
<br>vaya "conquistando" lo que el padre ya se lo tiene concedido, así
<br>veo tu infinita sabiduría. Quieres que el disfrute de gozar en la
<br>gloria junto a nuestra Familia Trinitaria, sean también "méritos"
<br>nuestros, porque esto nos desarrolla y gozamos más.
<br>Es "don y tarea". Nuestro Padre ha tendido una escalera, como la del
<br>sueño de Jacob , en la que hay que subir peldaño a peldaño por
<br>nuestra parte. Estos peldaños son todos aquellos actos de amor que nos
<br>integran más al Cuerpo de Cristo. Son peldaños de amor y de comunión.
<br>En cada momento de nuestra vida, se nos presenta un sinfín de
<br>oportunidades de comunión con Cristo a través de los hermanos: una
<br>acogida, una sonrisa, una palabra alentadora, una ayuda al necesitado.
<br> Danos, Señor, tener un espíritu abierto para no desperdiciar tantas
<br>oportunidades que no se vuelven a repetir. No quisiera dejar de comulgar
<br>con cada hermano que tengo al lado, y con el que estoy unido vitalmente
<br>por medio de tu sangre derramada por todos . No puedo dejar de
<br>enseñarle esta escalera en la que encontrará el sentido de su vida,
<br>que quizás esté buscando. A mayor comunión con el hermano, mayor
<br>comunión con Dios. Eso es el cielo.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>"Que tu Ascensión al cielo nos mueva a trabajar para que tu gloria
<br>brille en la tierra. Así daremos testimonio de tu presencia ante
<br>nuestros hermanos/as hasta el fin de los tiempos" (L. Deiss).
<br>Jesús, con su Ascensión, nos pasa el testigo de su presencia y
<br>misión. No nos quedemos mirando al cielo como unos "pasmados". La
<br>gloria de Dios es el hombre vivo (S. Ireneo), el hombre que camina, el
<br>hombre que da vida, el hombre que crea ámbitos de comunión. ¡Cuánto
<br>necesitamos de todo esto! No podemos quedarnos como aquellos galileos
<br>mirando al cielo, sino prolongar su presencia aquí, en la tierra. Para
<br>ello no estamos solos, sino que el Espíritu Santo, que guiaba y daba
<br>fuerzas a Jesús, ahora está en cada cristiano queriendo hacer presente
<br>a Jesús a través de nuestras vidas.
<br>¡Qué misión tan hermosa la de dar la vida por la Vida! La sociedad
<br>entera está anémica de vida y es obligación de aquél que lo sabe
<br>colaborar y dar vida. Dar vitalidad con nuestra vida. Convertirnos en
<br>donantes de vida eterna. Llenarnos antes de esa vitalidad para hacer
<br>transfusiones a los demás. Que el Espíritu nos sensibilice para poder
<br>sentir ese grito angustioso de Cristo que nos reclama para nuestros
<br>hermanos . Ellos a su vez podrán ser donantes de vida. Debemos
<br>pertenecer a ese club de cristianos cuyo slogan sea éste: "Yo soy
<br>donante de vida eterna, ¿Y tú?"
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>La Ascensión de Jesús es como el sello del Padre que certifica la
<br>perfección del Hijo, de ese Hijo que había cumplido a la perfección
<br>la voluntad de Padre. La Ascensión es "don" totalmente divino, y no
<br>humano. Nosotros nos contentaremos con dar pequeños "saltitos".
<br>Cuando miro la meta de perfección que me marcas , Jesús, me desanimo,
<br>porque creo que soy yo el que tiene que hacer todo el esfuerzo. Ese amor
<br>que es lo que nos hace ser perfectos como nuestro Padre celestial es muy
<br>pequeño en mí; sin embargo, lo que te puedo ofrecer es mi debilidad y
<br>mi docilidad, porque entiendo que la perfección no es una meta en el
<br>concepto que los hombres lo vemos, sino una actitud de constante
<br>disposición a los planes de Dios. Yo quiero seguirte, como Pablo . Por
<br>eso, dame esa actitud de estar "abierto" a tus planes como María,
<br>nuestra Madre. Ella no perseguía ninguna meta de perfección, ni se lo
<br>planteaba ni lo entendía. Estaba abierta plenamente a los planes de
<br>Dios, sencillamente porque eran de Dios, y en él tenía puesta toda su
<br>confianza.
<br>Que cada día nos sorprenda el Señor en esa actitud abierta, y que ese
<br>diálogo de "tú a tú" con él caldee nuestros corazones para
<br>ponerlos a su disposición, y así arranque de nosotros una firme
<br>respuesta como la de María: "Hágase en mí según tu Palabra" (Lc
<br>1,38).
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>¿Se separó Jesús de ellos? Es algo increíble, ¡cómo se va a
<br>separar el Amor del amado! El amor tiene iniciativas y Jesús ¿no iba a
<br>tenerlas? Ciertamente que uno no está donde está, sino donde están
<br>las personas amadas. Allí es donde tiene puesto su corazón. Esto es
<br>algo que todos experimentamos. Unos padres están donde están los
<br>hijos, por muy distantes que ellos estén. Él se quiso quedar con
<br>nosotros. El Amor no soporta la lejanía. De muchas formas se ha querido
<br>quedar con y en nosotros, y una es la Eucaristía. Si de la nada Dios
<br>creó el universo, ¿no va a poder hacerse presente en la Eucaristía?
<br>El está con nosotros en el pan partido y en los sacramentos, siendo luz
<br>y fuerza en este peregrinar por el camino de la vida.
<br>"Haznos dignos de experimentar en nuestra persona la Resurrección que
<br>esperamos... Concédenos alegrarnos en tu gracia. Tenemos tu memorial,
<br>Señor, en nuestra persona, recibido de tu mesa espiritual; poseámoslo
<br>en realidad en la futura renovación" (S. Efrén).Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-23359119517692750702016-04-30T09:35:00.001-07:002016-04-30T09:35:16.234-07:00Semana del 25 de abril al 1 de mayoCiclo C
<br>
<br>
<br>6ª PASCUA
<br>
<br>Hch 15,1-2.22-29
<br>Sal 66,2-3.5-6.8
<br>Ap 21,10-14.22-23
<br>Jn 14,23-29
<br>
<br>
<br> "El que me ama guardará mis palabras y mi Padre lo amará, y
<br>vendremos a él y haremos morada en él"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>La única carga indispensable que Dios nos "impone" es la del amor.
<br>Nos dice que su yugo es suave y su carga ligera. La carga del amor es
<br>el peso del hermano. El amor te hace cargar con él, con sus necesidades
<br>y sus sufrimientos, hacerse "uno" con él en los gozos y en las
<br>alegrías. Pero es una carga ligera porque es hermano, porque es Cristo,
<br>y su Espíritu te da una energía inmensa. ¡Dichoso el que carga con el
<br>hermano porque carga con Dios! Experimenta la paz que da el preocuparse
<br>por el hermano.
<br>Jesús se va y se despide con su paz, no la del mundo. ¡Cuánto
<br>necesita este mundo de una verdadera paz! Esta es una paz que tiene que
<br>nacer dentro de uno mismo. Difícilmente podremos transmitir paz a los
<br>demás si no la llevamos primeramente nosotros por dentro: La
<br>aceptación propia de uno mismo tal como somos y nuestras
<br>circunstancias. Esto no es fácil, sólo Dios nos la puede dar y nuestra
<br>tarea es acogerla. Solamente el que se deja habitar por Dios tendrá la
<br>paz, no la del mundo, sino la de Dios.
<br>Muchas veces, Señor, cuando tú no conduces nuestras vidas, éstas
<br>encuentran tal vacío que pretendemos llenarlo con cosas. ¿No será
<br>esto lo que pasa en esta sociedad del primer mundo, donde existe una
<br>neurosis por el consumismo de todo tipo, sufriendo una agitación que
<br>hay que mitigarla a base de medicamentos?
<br>
<br>2 DIA
<br>
<br>El Espíritu Santo, como el verdadero guía de la Iglesia, se manifestó
<br>muy pronto ante los diferentes puntos de vista surgidos en Antioquia.
<br>Si no dialogamos con Dios, nunca sabremos las insinuaciones del
<br>Espíritu Santo, y serán nuestras propias ideas, las que se
<br>enfrentarán a las de los demás, y siempre hallaremos razones
<br>interesadas para defenderlas. El que dialoga con Dios sale de sí mismo
<br>y se siente enviado a poner paz, armonía y comunión entre los hombres.
<br>El Espíritu auténtico sólo nos puede llevar a la encarnación; esto
<br>es, a asumir la situación de los otros y ver cómo desde ella se puede
<br>crear una relación filial con el Padre y fraternal con los hermanos (en
<br>este caso, a la redención y salvación de los no judíos). El Espíritu
<br>Santo sólo puede formar comunidad porque es Espíritu de comunión
<br>dentro de la Trinidad. El Espíritu no divide, sino que une . La Iglesia
<br>está edificada sobre el principio de la comunión, no sobre el
<br>principio de la autoridad.
<br>El Espíritu Santo siempre sostiene la esperanza. No cierra la
<br>salvación a ningún hombre, sea circunciso o incircunciso.
<br>Te agradecemos, Señor, esa confianza que has puesto en cada uno de los
<br>bautizados, como en su día la pusiste en el pueblo judío. Y así ser
<br>tus instrumentos para que conozca la tierra tus caminos, todos los
<br>pueblos tu salvación. Que no nos falte tu palabra ni tu fuerza para
<br>cumplirla.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Jesús no dijo: "Al circunciso, mi Padre lo amará y...", sino que
<br>el Padre ama a "todos" sus hijos. Y todos los hombres somos sus
<br>hijos. Y como el amor es respetuoso con la libertad, Dios viene a cada
<br>uno de nosotros y no entra, sin nuestro permiso, en nuestros corazones.
<br>Se queda a la puerta como un mendigo pidiendo morar en nosotros. Las
<br>delicias de Dios son morar en los hombres y permanecer para siempre con
<br>ellos. Cada uno de nosotros convertidos en templos de la Trinidad. Todos
<br>experimentamos cómo llevamos dentro a las personas que amamos, porque
<br>el amor es espiritual y traspasa cualquier pared que se le imponga, y
<br>elimina distancias. El amor, cuanto más fuerte y verdadero es, se va
<br>instalando más en el interior del ser amado. Si esto es cierto con el
<br>amor humano ¿qué no hará el todopoderoso e infinito amor divino?
<br>Evidentemente que establecerá su morada en cada corazón que le abra la
<br>puerta de la voluntad. E invadirá todo nuestro corazón , dándonos el
<br>gozo de no conocer más la soledad, sino la compañía.
<br>¿Cómo no abrirte la puerta, Señor? ¿Cómo no voy a guardar tu
<br>palabra, si tú vienes a colmar mi vida, a derramar todo tu amor, a
<br>darme la medicina que cura mis males, la luz que ilumina mi vida y la
<br>razón de mi existencia? Si no te abro, Señor, es que no estoy en mi
<br>sano juicio, y necesito que me cures. Empuja la puerta y entra.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>La Trinidad quiere que le prestemos nuestras vidas para poder seguir
<br>amando a los hombres. Quiere, a través de nosotros, convertir nuestra
<br>tierra en cielo. ¿No quieres aceptar este reto?
<br>Nos estamos acostumbrando a vivir en ciudades corrompidas, en ambientes
<br>profanos, de violencia, corrupción, muerte y engaño. Y sin embargo, el
<br>sueño de la Trinidad es que nuestras ciudades sean santas como la
<br>Jerusalén celestial.
<br>Como cristianos, comprometidos con los planes de nuestra Familia
<br>Trinitaria, debiéramos hablar más intensamente sobre los "problemas
<br>familiares", y podríamos penetrar en el corazón del Padre y sentir
<br>su preocupación por todos sus hijos. El quiere arrancar de nosotros una
<br>pregunta sincera como ésta: "¿Qué te preocupa, Papá? ¿Puedo hacer
<br>algo por ti?" Y pronto él nos preguntará por nuestros hermanos . El
<br>quiere hablar de su sueño más hermoso, el de ver a sus hijos
<br>amándose. Con el que tiene confianza, pronto Dios le hablará de sus
<br>planes, de que descubramos nuestra dignidad de ser sus hijos, y del
<br>apasionante deseo de abrazarnos a todos en un abrazo eterno de
<br>comunicación de vida y amor, gozo y felicidad.
<br>Gracias, Papá, por hablarnos como a hijos maduros, a los que descubres
<br>tus preocupaciones y tus sueños. Que la búsqueda de tus hijos
<br>extraviados sea nuestra carga imprescindible, que aceptamos con
<br>responsabilidad.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>¡Qué hermoso es saberse habitado por Dios! Ya no es necesario mirar al
<br>cielo para buscar a Dios, porque nosotros somos su cielo. Ya no es
<br>necesario ir al templo a orar, como decía Jesús a la Samaritana , sino
<br>que en cualquier lugar puedes orar con él . Dios no está pasivo en
<br>nosotros, sino que nos recrea con su palabra y su amor. Su palabra va
<br>siempre cargada de todo su amor. Es palabra transformadora que nos va
<br>divinizando, haciéndonos más semejantes a él. Nos va llenando de su
<br>Espíritu.
<br>Ya no puedes despreciarte, ni despreciar a los demás porque están
<br>tocados por la divinidad. Ya no puedes quedarte indiferente ante la
<br>ruina física y espiritual de los hermanos; pero también, ¡qué
<br>responsabilidad es la de saberse habitado por Dios! No puedes guardar
<br>para ti este tesoro de la palabra y el amor de Dios. Ya no puedes vivir
<br>para ti, sino para los demás. El amor es como el agua, si se queda
<br>estancada se corrompe. El amor divino recibido de Dios tenemos que
<br>manifestárselo en amor humano a los demás.
<br>¿Qué Dios es el que palpan los demás en nosotros? ¿Realmente los
<br>cristianos revelamos, o más bien, velamos el auténtico rostro de Dios?
<br>Si el mundo cierra las puertas a este Mendigo divino, ¿No querrás tú
<br>abrirle el corazón? ¿No querrás escuchar su palabra y guardarla, es
<br>decir, hacerla vida? Es tu Vida.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Somos llamados a ser templo, sagrario vivo y ambulante, para llevar a la
<br>Santísima Trinidad a todas partes. ¡Tú puedes hacer en vivo la
<br>procesión del Corpus Cristi! Esto sería una delicia para Dios.
<br>Nunca llegaremos a comprender esta maravillosa realidad que llevamos
<br>dentro. Este amor eterno, pleno de vitalidad y fuerza divina que puede
<br>convertir nuestras tareas cotidianas en gratificantes y agradables a
<br>Dios .
<br>María fue el primer templo de Dios al que llevó primero en su seno y
<br>después en su corazón. Ella nos puede enseñar muy bien cómo se puede
<br>llevar a cabo esa sagrada misión. Ella guardaba todas las palabras en
<br>su corazón. Ella fue la fiel discípula del Padre, atenta a su palabra
<br>y poniéndola en práctica, a pesar de las dificultades que ello
<br>entrañaba. Eso fue mucho más importante que haber llevado a Dios en
<br>sus entrañas. Es lo que nos hace a ti y a mí llegar a la misma
<br>dignidad de María . ¿Seremos capaces de asimilar esta verdad tan
<br>hermosa?
<br>Ruega por nosotros, Madre de Dios y Madre nuestra, que estamos
<br>sobreviviendo en la pesada y asfixiante atmósfera del materialismo,
<br>para que nos decidamos a aspirar a ser instrumentos en las manos de
<br>Dios, y así levantar los corazones de cada hombre, allí donde el amor
<br>sea el vínculo que una a todos los ciudadanos de un nuevo Pueblo
<br>consagrado al Amor.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>¿Cuál es el deseo más intenso del que ama? Acercarse al ser amado,
<br>ser uno con él. Eso quiere Dios con nosotros.
<br>En la Eucaristía se acerca, y se hace "uno" con nosotros. Y lo
<br>quiere en medio de una fiesta, en un banquete propio de unas nupcias,
<br>donde él mismo se ofrece como comida en este misterioso desposorio:
<br>Esto es mi cuerpo y mi sangre entregados por ti. ¿Se puede oír una
<br>declaración tan fuerte y evidente del amor de Dios? Ya puedes
<br>abrazarlo, palparlo, tocarlo y masticarlo. Es tuyo.
<br>No se ha contentado con hacerse hombre, se ha convertido en trozo de
<br>pan. Se hace alimento y transfusión de vida. ¿Quién puede rechazar
<br>esta invitación hecha con tanto amor?
<br>"El amor no le ha permitido a Dios permanecer solo" (Sto. Tomás de
<br>Aquino). Como el niño, antes de venir al mundo, se alimenta con el
<br>cuerpo y la sangre de su madre, nosotros, antes de nacer a la vida
<br>eterna, podemos alimentarnos de Dios. El viene a compartir enteramente
<br>nuestra vida mortal, para que nosotros lleguemos un día a compartir
<br>enteramente su vida eterna.
<br>No dejes morir tu vida eterna por falta de alimento. Por medio de la
<br>comunión Jesús nos dice: "Quien me ama me sigue. Continua tú mi
<br>tarea, yo estaré contigo, pon lo que tienes y yo lo multiplicaré."
<br>Hay mucha hambre de pan en el mundo, pero también hay mucha hambre de
<br>Dios.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-63403620626688504302016-04-30T05:05:00.001-07:002016-04-30T05:05:09.833-07:00Semana del 18 al 24 de abrilCiclo C
<br>
<br>
<br>5ª PASCUA
<br>
<br>Hch 14,20-26
<br>Sal 144,8-13
<br>Ap 21,1-5
<br>Jn 13,31-35
<br>
<br>
<br>
<br> "Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os
<br>he amado"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Vi un cielo nuevo y una tierra nueva. ¿Esto qué es? ¿Un sueño, o la
<br>esperanza de una realidad? Cuesta mucho ver hoy esto como una realidad
<br>futura, y menos todavía como una realidad presente. En esta cultura de
<br>la muerte que nos envuelve ¿dónde está Dios? Dios está aquí, hay
<br>semillas y germen del Reino. El hombre, acostumbrado a lo grandioso,
<br>choca con la mentalidad de Dios que se manifiesta en lo pequeño, y
<br>nuestra mirada corta y miope pierde la esperanza . El Reino de Dios son
<br>pequeñas semillas diseminadas aquí y allí, que crecen lentamente pero
<br>de forma imparable.
<br>Señor, cuando me haces ver la realidad con tus ojos empiezo a ver
<br>Reino. Veo, Señor, tu Espíritu en esa persona que se compromete por
<br>los necesitados, en la que lucha por las injusticias, en aquellos que
<br>creen y aman. Habrá que enjugar lágrimas y combatir dolores, pero cada
<br>día se perfilan calles y se colocan piedras de tolerancia, libertad y
<br>justicia, en la construcción de la nueva Jerusalén. Si tú eres el
<br>Arquitecto, la ciudad será bellísima.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Una ciudad nueva necesita una ley nueva. Para el vino nuevo se necesita
<br>odres nuevos. El Espíritu, con su soplo, derriba las viejas ruinas,
<br>purifica el aire y nos impulsa a hacer verdad lo que nos parece
<br>imposible: La nueva Jerusalén.
<br>Otra vez tenemos que hacer un acto de fe, y creer que el amor "a lo
<br>Dios" es posible. Este mandamiento del amor siempre nos parece nuevo,
<br>porque quizás nunca lo hemos estrenado, quizás se nos olvida con harta
<br>frecuencia y siempre lo vemos como "nuevo". La ley del amor no era
<br>nueva en tiempos de Jesús, ya existía en el Antiguo Testamento: Amar
<br>al otro como a uno mismo . La novedad es el estilo, el cómo: "como yo
<br>os he amado", nos dice Jesús. Hoy vivimos en un mundo en que la
<br>técnica se renueva tan rápidamente, que lo que hoy es nuevo mañana es
<br>viejo. Jesús hace la ley más perfecta. ¿Pero hemos llegado a gastar
<br>el potencial de amar al prójimo como a uno mismo?
<br>Veo tu sonrisa, Señor, cuando nos hacemos estas elucubraciones sobre
<br>estos mandamientos. Te oigo decir que deje de mirarme a mí mismo como
<br>si yo tuviera la fuerza para vivir esta nueva ley. Entiendo, Señor, que
<br>la antigua forma de amar es humana pero la nueva es divina, y sin ti
<br>nada podríamos. Esto me hace respirar con alegría, porque entonces es
<br>posible. Dame la gracia de pegarme a tu corazón para que el mío se
<br>contagie de tu amor, y empiece a ser posible una nueva tierra y un nuevo
<br>cielo.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Como para llegar al amor divino se pasa por el amor humano, y la
<br>referencia que tengo es como me amo a mí mismo, necesito saber si me
<br>amo bien o mal. Tengo que ponerme a los pies del Maestro, del que es la
<br>fuente de todo amor, y me diga en qué consiste amar a lo divino. Por
<br>definición amar es hacer el mayor bien al ser amado. Pero esto me trae
<br>otra pregunta: ¿Cuál es el mayor bien? ¿Con qué criterios discierno
<br>el mayor bien?
<br>Tú, Señor, aun siendo sincero, sabes muy bien que muchas veces he
<br>querido al otro como a mí mismo pero me he equivocado, y no le he
<br>llevado al mayor bien porque yo no sabía cuál es mi mayor bien.
<br>Gracias, porque esas experiencias negativas me han llevado ante ti y que
<br>tú me indiques cuál es.
<br> Amar es ayudar al prójimo a que sea fiel al proyecto que Dios tiene
<br>sobre él, y que él tiene que descubrir en su trato con Dios. Sólo él
<br>con Dios puede desarrollarse como hombre, y perfeccionarse hasta la
<br>plenitud del amor. Si nosotros no amamos a "lo Cristo" y no
<br>mostramos ese amor al hermano, lo traicionamos y engañamos; podremos
<br>satisfacer sus gustos, pero a fin de cuentas no le ayudamos de verdad.
<br>Amar a Dios es hacer su voluntad, guardando sus mandamientos . Y sólo
<br>podremos conocer y hacer su Voluntad sobre nuestras vidas mediante la
<br>oración.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Alimenta en nosotros esta pobreza de espíritu, Señor, para recurrir a
<br>ti en toda ocasión en la que queramos concretar, con nuestras palabras
<br>y con nuestros hechos, lo que es tu voluntad y no la nuestra. "Señor,
<br>¿Cómo lo haré y cómo se lo diré para que se sienta amado por ti?
<br>Dame la palabra y el gesto oportunos para que experimente que tú eres
<br>la fuente de todo amor.
<br>Esto es tan importante que no es para detenerse en si soy mejor o peor
<br>persona. Ello sería el resultado del mandamiento antiguo. Amar como
<br>Cristo nos amó es algo más; es una cuestión vital; es cuestión de
<br>vida o muerte. Nuestro desarrollo está en el amar, por lo que el no
<br>amar nos conduce a la atrofia de nuestro propio ser. Es decir, nos lleva
<br>a la deshumanización. Y así como la vida engendra vida, la muerte
<br>engendra muerte. Quien no ama a su hermano le priva de la vida.
<br>Al cristiano se le distingue por el amor: Si os amáis como yo os he
<br>amado.
<br>El cristiano está llamado a ser santo, que es sinónimo de perfecto o
<br>acabado; es decir, el que ha llegado a la perfección de su identidad, a
<br>la madurez en el amor, y éste será nuestro gozo .
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Pablo y Bernabé visitaban a los discípulos de Jesús exhortándolos a
<br>perseverar en la fe. La fe es algo vivo que tiene que alimentarse para
<br>que vaya creciendo, y esto necesita la ayuda de la comunidad de
<br>creyentes. Hoy día la fe es severamente atacada por los criterios
<br>materialistas que imperan en nuestra sociedad. La palabra progresista es
<br>como un hacha que quiere cortar de cuajo toda raíz de la fe, cuando te
<br>dicen: "¿todavía crees en esas cosas?"
<br>Creer en nuestro Dios es creer en un Dios-Amor. Creer en Dios Trinidad
<br>es creer en la comunión perfecta de personas unidas por el potente
<br>vínculo del amor. Y un cristiano cree en la posibilidad de un mundo
<br>nuevo, porque conoce y experimenta que el amor de Dios es capaz de
<br>cambiar a las personas y, por tanto, a la sociedad. Es creer que el
<br>mundo tiene solución. Ser progresista es trabajar por cambiar este
<br>mundo con las armas del amor.
<br>Los poderes de este mundo ya nos están demostrando su progreso:
<br>corrupción, engaños, violencia, injusticias. Sin Dios lo que sigue es
<br>muerte, luto, llanto y dolor. ¿Hay alguna ciudad que pueda llamarse la
<br>novia de Dios? No obstante, Juan veía un cielo nuevo y una tierra
<br>nueva. Esto no es una utopía, sino que es una posible realidad si nos
<br>hacemos también hombres nuevos con el mandamiento nuevo del amor.
<br>Probemos a amarnos unos a otros, e iremos poniendo los fundamentos y las
<br>piedras de una nueva Jerusalén.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>El Señor, para alimentar nuestra fe, quiere también compartir la
<br>Pascua con nosotros, con ardiente deseo de repartirnos su cuerpo y su
<br>sangre. Desea que participemos de su entrega en un pequeño, frágil y
<br>pobre trozo de pan. No tiene rostro ni apariencia, pero su presencia en
<br>un trozo de pan me grita silenciosamente, me introduce en la gratitud
<br>del que ama entregándose sin pedir nada a cambio.
<br>No permitas, Señor, que desfile hoy ante tu entrega como un espectador
<br>indiferente, o que no comulgue con tu intencionalidad de que sea yo
<br>continuador de tu amor en mis propios ambientes: hogar, familia,
<br>trabajo.
<br>Que yo responda alegre y contento a tu invitación, y que comparta tu
<br>anhelo de vernos a todos como hermanos, comiendo todo el mismo pan y
<br>participando todos del mismo sentir y pensar.
<br>Que al recibirte, Señor, pueda sentir tu abrazo fraterno y percibir tu
<br>corazón palpitar de amor, traspasado por nuestros sufrimientos de no
<br>ver todavía esa tierra nueva tan deseada. Quiero aceptar tu invitación
<br>a ser contigo pan consagrado, hostia viva, dejar que tu amor trasforme
<br>el mío como el tuyo, es decir, con sabor a Eucaristía, que se parte y
<br>reparte para crear comunión entre todos los hermanos.
<br>¿Puede el mundo reconocer a los cristianos por el amor que nos tenemos?
<br>¿No? Entonces la tierra nueva está por llegar.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>En María podemos contemplar también el rostro materno de Dios. Amar al
<br>prójimo, como María, es desplazar y desalojar todo el "yo", para
<br>vivir sólo y totalmente para Dios. Desde la Anunciación , la clave de
<br>la respuesta fue el "Sí" total y absoluto a la voluntad de Dios,
<br>sin tener en cuenta sus gustos, sus intereses. Es decir, servir
<br>generosamente al proyecto de Dios sobre ella.
<br>Veo, Señor, que me la pones por modelo en contraste con mi respuesta
<br>que quiere ser un "SI" como ella. Pero ese "SI" que no me sale
<br>espontáneo como a ella, porque muchas veces antepongo mis intereses,
<br>mis gustos, mi comodidad, a todo aquello que tú me insinúas.
<br>¡Auméntame la fe para que no sopese tu proyecto con el mío tan
<br>ridículo.
<br>Gracias, Madre, por tu respuesta generosa a Dios. Que el contacto con tu
<br>vida me impulse a confrontarme contigo, y a emprender la tarea de imitar
<br>fielmente tu obediencia, tu fe, tu esperanza y tu entrega, con el fin de
<br>restaurar la vida sobrenatural de los hombres. Quiero imitarte, Madre,
<br>guardando, como tú, la Palabra y manteniéndome siempre fiel, sin
<br>desanimarme en esa humanizante carrera del amor. Como madre nuestra, no
<br>permitas que nos separemos en este seguimiento de Cristo, vida nuestra.
<br>Danos buscar tu Reino, Señor, entre los pequeños, sencillos y
<br>creyentes que se comprometen por el Evangelio, y no entre los poderosos
<br>de este mundo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-51694739252671146422016-04-30T04:34:00.001-07:002016-04-30T04:34:41.704-07:00Semana del 11 al 17 de abrilCiclo C
<br>
<br>
<br>4ª PASCUA.
<br>
<br>Hch 13,14.43-52
<br>Sal 99,2.3-5
<br>Ap 7,9.14-17
<br>Jn 10,27-30
<br>
<br>
<br>
<br> "El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de agua
<br>viva"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>En el Israel antiguo, el pastor y el rebaño viven en un contacto muy
<br>estrecho, compartiendo la vida día y noche y todos los avatares del
<br>tiempo, tanto los buenos como los malos. El pastor ve nacer a cada oveja
<br>y a su lado crecen y las conoce una por una, y ellas a él. Viven en un
<br>mundo difícil y hostil entre fieras y ladrones. Por eso el pastor tiene
<br>que ser un hombre de energía, dispuesto a luchar por sus ovejas en cuya
<br>lucha puede dejar hasta la vida .
<br>El Buen Pastor sabe de los peligros que nos acechan, como las tierras
<br>desérticas sin pastos, las del consumismo y las ansias de poder y
<br>tener, que nos dejan con más hambre y más sed. Sabe de los peligros,
<br>como el egoísmo, pasotismo, sensualismo, laicismo y todos los
<br>"ismos" que, como fieras y ladrones, tratan de robar nuestra vida,
<br>nuestra libertad y nuestro "ser", llamados a una vida inmortal.
<br>Con el poder del Espíritu Santo, el Buen Pastor lucha y hace frente a
<br>las acechanzas del enemigo. Nos alimenta cada día con su palabra, para
<br>que podamos salir al mundo donde las tentaciones nos vienen
<br>constantemente.
<br>Contigo, Buen Pastor, nada ni nadie nos arrebatará de tu lado, porque
<br>tu capacidad de sacrificio es ilimitada, tu fuerza y tu poder es el
<br>amor, que es más fuerte que la muerte. Te quedas como rehén con tal de
<br>salvar nuestras vidas, aunque ello te lleve a la cruz. A tu lado me
<br>siento seguro.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>El Buen Pastor, no sólo da la vida por el gran rebaño de la Humanidad
<br>de la que tú y yo formamos parte, sino que da la vida por ti sólo,
<br>como si tú fueras la única persona de este mundo. Es un misterio de
<br>amor que cada hombre, sin acepción de color, nación o religión, ocupe
<br>todo su corazón.
<br>¿Tanto vale la vida de una oveja para que el pastor dé la vida por
<br>ella? ¿Tanto vale nuestra vida para ti, Señor, que te pones delante
<br>del dardo de la muerte para protegernos?
<br>Por descubrirte mejor // cuando balabas perdida, // dejé en un árbol
<br>la vida // donde me subió el amor; // si prendas quieres mayor, // mis
<br>obras hoy te la den (Diurnal).
<br>Creemos que tú eres el camino, la verdad y la vida. Creemos que tú
<br>eres la resurrección. Creemos que de ti venimos y a ti estamos
<br>destinados. "La razón más alta de la dignidad humana consiste en la
<br>vocación del hombre a la unión con Dios...Existe pura y simplemente
<br>por el amor de Dios, que lo creó, y por el amor de Dios, que lo
<br>conserva". (GS 19)
<br>Y ante la multitud de falsos pastores que quieren conducir nuestras
<br>vidas hacia sus propios rediles, aprovechándose de ellas con promesas
<br>de progreso, creemos que tú eres nuestro único Buen Pastor. Eres el
<br>que nos conduce y nos guía hacia ese gozo de la comunión con la
<br>Familia Trinitaria, allí donde tenemos nuestra ciudadanía, nuestra
<br>patria y nuestro hogar. Porque nosotros somos ciudadanos del cielo .
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>¡Qué mal lo pasamos cuando queremos mostrar nuestro aprecio y amistad
<br>a una persona, pero no nos acordamos de su nombre! Dios nos llama por
<br>nuestro nombre. ¡No es para menos! No en vano nos lleva en su corazón.
<br>Nos lleva tatuados, pero no en el brazo o en un costado, sino en las
<br>palmas de sus manos donde constantemente estamos a la vista.
<br>¡Cuánto me agrada saber que no soy un número para ti! Me conoces y me
<br>llamas por mi nombre. No es un conocimiento frío y calculador como el
<br>de los hombres. No te quedas en las apariencias y en lo que aparentamos.
<br>Tú penetras en nuestro interior y nos conoces. Y aunque ves lo que a
<br>nosotros no nos gusta: nuestro pecado, nuestra debilidad, nuestro querer
<br>y no poder, tú nos amas. Vivo porque tú me amas y existo porque tú me
<br>conoces. No me conoces porque existo, sino que existo porque me conoces
<br>. Como el niño es deseado por sus padres, así nos amas antes de nacer.
<br>Amarnos antes de existir.
<br>¡Con qué facilidad yo me olvido de ti, Señor, mientras tú, aunque
<br>quisieras, no podrías olvidarte de mí! Para ello tendrías que
<br>renunciar a lo que te constituye: el amor. Voy siendo mirado, mimado y
<br>amado. Vas escribiendo una historia de amor que me envuelve en el
<br>misterio. Sólo así puedo llegar a comprender un poquito el que yo, una
<br>oveja enfermiza y sarnosa, sea objeto de tu gran amor, hasta el extremo
<br>de dar tu vida por mí. Sólo puedo darte gracias porque me has elegido
<br>portentosamente.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Verdaderamente somos sus ovejas, en verdad le pertenecemos. Nos ha
<br>conocido, nos ha amado, nos ha creado y nos sostiene.
<br>Cuando algo no pertenece a nadie, está abandonado y a merced de todos.
<br>Ninguna persona ha sido creada para ser tierra de nadie, ni tampoco para
<br>ser poseída por nadie; sólo por sí misma. Dios nos hizo libres,
<br>incluso para rechazar a Dios que nos creó.
<br>Somos hijos del Padre-Amor que nos creó y, como tal, ha dejado el sello
<br>de su identidad en nosotros: ser amor. Si esa es la identidad del
<br>hombre, el no amar es la deshumanización de la persona. "Padre, yo me
<br>pongo en tus manos, quiero hacer tu voluntad para que me conduzcas hacia
<br>tu morada".
<br>Pertenecemos al Hijo que nos recreó, porque con su sangre fuimos
<br>rescatados y conquistados para su redil. "Pertenecerte, Jesús, es
<br>seguirte y acompañarte, colaborando y prestando nuestra humanidad para
<br>atraer a muchos hermanos que están perdidos y abandonados, andando
<br>como ovejas sin pastor".
<br>Los cristianos, poseídos por el Espíritu Santo, llevamos la fuerza que
<br>desactiva las bombas del odio y la división que invade nuestro mundo.
<br>El Espíritu Santo nos une y reúne en comunidad para ser testigos del
<br>amor de Dios derramado en nosotros . "¿Se nota que somos tu
<br>pertenencia, Espíritu Santo? ¿Cuál es nuestro compromiso contigo para
<br>hacer del mundo una familia, una comunidad, a imagen de nuestro Dios
<br>Trinidad?"
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>¡Cuánto sufren los padres cuando un hijo no se desarrolla, quedándose
<br>en un estado latente de infantilismo! Igualmente, Dios no quiere que nos
<br>quedemos en ese estado de "corderitos", que sólo valen para recibir
<br>pasto de engorde. Tampoco se conforma con ovejas que le sigan por el
<br>interés de los pastos, sino que el escuchar su voz sea también asumir
<br>su palabra transformadora. Quiere que nos vayamos constituyendo también
<br>en pastores de nuestros hermanos, a los que debemos conocer y amar,
<br>ayudándoles a que identifiquen la voz del Buen Pastor.
<br>Tradicionalmente, los laicos han sido la Iglesia discente, es decir, la
<br>que escucha y aprende, dejando todo el apostolado en manos de los
<br>pastores consagrados. Pero el Concilio Vaticano II ha querido destacar
<br>el papel de los laicos en la Iglesia. Su tarea es "original,
<br>insustituible e indelegable" (ChL 8). "Obreros de la viña son todos
<br>los miembros del Pueblo de Dios: los sacerdotes, los religiosos y
<br>religiosas, los fieles laicos, todos a la vez objeto y sujeto de la
<br>comunión de la Iglesia y de la participación en su misión de
<br>salvación. Todos y cada uno trabajamos en la única y común viña del
<br>Señor con carismas y ministerios diversos y complementarios.... (ChL
<br>55)
<br>Las últimas palabras del Resucitado en el Evangelio de Mateo "Id y
<br>haced discípulos a todas las gentes" (Mt 28,19), es la invitación a
<br>todos los cristianos a ser continuadores de su misión.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Caminamos con el Buen Pastor hacia las fuentes de aguas vivas, donde ya
<br>no habrá necesidades, ni dolores, ni hambre ni sed. Estas son formas de
<br>hablar de aquello que uno no puede ni tan siquiera imaginar .
<br>Pero en este peregrinar nosotros tenemos que andar el camino. El Buen
<br>Pastor no nos lleva sobre sus hombros, excepto cuando nosotros no
<br>podemos. Andar el camino es poner todo lo que tenemos, nuestros talentos
<br>y actitudes, pero sin perder de vista a Jesús, fijos los ojos en él .
<br>Es un peregrinar en esperanza, mirando alrededor por si hay alguna oveja
<br>extraviada. Haremos de guías poniéndonos delante de ellas, y como el
<br>Bautista diremos: "Yo no soy el Buen Pastor, sino el que prepara el
<br>camino hacia él".
<br>¿Cómo nos encuentras, Señor? Ocupados en mil cosas, mientras que una
<br>sola cosa es necesaria: la unión contigo para dar frutos de vida.
<br>Porque el fruto depende de la unión y comunión contigo .
<br>Tanto ha sido tu amor hacia nosotros, Señor, que has hipotecado tu
<br>libertad para hacernos hijos responsables en la tarea de la salvación.
<br>Has hecho haciendo depender los frutos de nosotros, los sarmientos; ya
<br>que la vid no da fruto sin los sarmientos, ni estos sin aquella.
<br>En esta temeraria empresa de Dios, nuestro Padre, no nos deja solos,
<br>sino que nos envía su Espíritu para que nos dejemos guiar por él.
<br>Así la podremos llevar a cabo con su ayuda.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>No cualquier pasto es buena comida. Ni cualquier comida es buena para la
<br>vida eterna. Tiene que ser un alimento bajado del cielo y válido para
<br>la inmortalidad. Esto no está al alcance del hombre, sólo el Buen
<br>Pastor puede proporcionárnoslo. Para ello él no tiene inconveniente en
<br>hacerse comida. El alimento que ofrece para liberarnos de la muerte y
<br>llenarnos de vida es él mismo . El Buen Pastor se convierte en Cordero
<br>para proporcionarnos ese alimento divino.
<br>En un derroche de amor, Señor, quieres perpetuar tu entrega por medio
<br>de la Eucaristía, para que no nos falte ese alimento. Así te haces pan
<br>para ser masticado y asimilado, y convertirnos en lo que recibimos.
<br>Luego sellas este compromiso con tu sangre.
<br>Enséñanos a poder responderte, invirtiendo nuestras vidas, y siguiendo
<br>la dinámica del grano de trigo que si no se entierra y muere, no da
<br>fruto. Que dejemos de mirarnos a nosotros mismos y nos abramos a ti
<br>para conocer tu voluntad, para enterrarnos en ella, para ser hostias de
<br>amor para nuestros hermanos.
<br>Señor, aquí estoy, grano de trigo soy
<br>segado y trillado en tus eras.
<br>Señor, cuando quieras me puedes moler
<br>que yo quiero ser polvillo de harina
<br>para forman tus hostias de amor. (J. Bonet)
<br>Regálanos la valentía, como a Pablo y Bernabé, de superar cualquier
<br>persecución, en la misión que nos confías de ser "alimento" y luz
<br>para el mundo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-21362768797120733952016-04-30T04:15:00.001-07:002016-04-30T04:15:36.987-07:00Semana del 4 al 10 de abrilCiclo C
<br>
<br>
<br>3ª PASCUA
<br>
<br>Hch 5,27-32.40-41
<br>Sal 29-13
<br>Ap 5,11-14
<br>Jn 21,1-19
<br>
<br>
<br>"Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>¡Cristo ha resucitado! Esta es la verdad fundamental de nuestra fe: Si
<br>Cristo no ha resucitado perdemos el tiempo miserablemente, y el
<br>seguimiento a Jesús sería una carga y los frutos de nuestra pesca
<br>sería el vacío. Nuestra fe no se puede apoyar en sentimientos o en
<br>razonamientos. La experiencia de resurrección es una experiencia de
<br>vida, de participación del alimento que el Señor nos ofrece. El
<br>Resucitado se hace presente, transformando nuestras vidas. Cualquier
<br>mirada hacia atrás es volver a la desesperanza.
<br>Hay dos efectos que provoca la Resurrección: El primero es que a los
<br>que estábamos dispersos por la enemistad o la indiferencia, nos reúne
<br>en comunidad amándonos como hermanos ; y el segundo es el impulso que
<br>nos manda al anuncio gozoso y valiente de Cristo Resucitado.
<br>¿Mi hogar es un recinto de paz, donde el amor y la comunión son lo
<br>más importante? Cristo está vivo. ¿La comunión matrimonial y
<br>familiar traspasa las paredes del hogar provocando la fe en los demás?
<br>Cristo está vivo.
<br>Te ensalzaré, Señor, porque me has librado, porque me haces mirarte
<br>como el Dios vivo que ilumina y da sentido a mi vida. Has cambiado mi
<br>luto en danza. Te daré gracias por siempre porque confías en que yo te
<br>haga llegar a muchas ovejas que están fuera del redil porque no te
<br>conocen.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Si la semana pasada la Palabra de Dios nos hacía ver cómo, sin Cristo
<br>vivo, nos puede el miedo y la inseguridad, encerrándonos en nosotros
<br>mismos; ahora, en esta semana, nos hace ver la experiencia del fracaso:
<br>el mar, la noche y el vacío. El mar simboliza los peligros de la vida,
<br>la muerte…; la noche simboliza las tinieblas, el pecado, la mentira,
<br>la falta de perspectiva y de esperanza; las redes vacías son el
<br>trabajo inútil, el sin sentido de los esfuerzos, la frustración…
<br>Sólo tengo una vida y corta, y no quiero malgastarla viviéndola en el
<br>engaño, la mentira, el cansancio y la vaciedad. Quiero aprovechar cada
<br>momento de mi vida, cada segundo, en la esperanza y en la seguridad de
<br>que tú me esperas en la otra orilla, para saborear y vivir la plenitud
<br>de lo que aquí viva: el amor. Quiero agradecerte el don del hermano que
<br>pones frente a mí para tener la oportunidad de crear comunión con él.
<br>"No hay más eternidad que la del amor. Si no has sabido amar no
<br>tendrás nada que eternizar" (Evely).
<br>También mis hermanos, Señor, viven en la ignorancia de tu
<br>resurrección. Yo te conozco, a mí me has resucitado, pero ¿cómo
<br>puede ser mi alegría plena cuando mis hermanos están en la muerte por
<br>no conocerte? Quiero darte a conocer en mis ambientes para que mi
<br>alegría sea completa, pues no lo sería en medio de un ambiente de
<br>tristeza. No puedo ser feliz si en mi hogar hay miembros infelices.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Señor, si me preguntaras: "Amigo, ¿Ahora qué vida piensas vivir?
<br>¿Qué es a lo que más aspiras?" ¿Qué te respondería? ¿Qué te
<br>respondió Pedro cuando, a pesar de sus negaciones, le preguntaste lo
<br>mismo con todo el afecto y cariño?
<br>Mis proyectos, por muy buenos y maravillosos que sean, se quedan muy
<br>cortos al lado de lo que tú, Señor , me quieres proponer: Una plenitud
<br>de vida que no depende del éxito o fracaso de mis planes, ni de que no
<br>haya sufrimiento o problemas en ella.
<br>Por eso, Señor, no pienso volver a mis redes y enredos. Quiero ser el
<br>pastor que tú esperas de mí. Quiero que en el redil de nuestro hogar,
<br>de nuestros ambientes, seamos pasto y pastores los unos de los otros,
<br>creando fraternidad, siendo todos un sólo corazón y una sola alma.
<br>Amar al Buen Pastor se concreta en apacentar sus ovejas. Cuando los
<br>cristianos hablamos de nuestro amor a Cristo, sin cesar de hablar de los
<br>sacrificios que nos cuesta, podríamos preguntarnos: ¿Es que puede ser
<br>sacrificio amar a alguien? "Los creyentes solemos amar a Cristo como
<br>haciéndole un favor y sintiéndonos geniales por el hecho de estar con
<br>él un rato en lugar de estar divirtiéndonos en otro lado. Un dios que
<br>aburriese,… un dios que no saciase, ¿qué dios sería? Y quien no
<br>encuentra la cima de la felicidad en estar con aquél a quien ama,
<br>¿qué amor tendría?". (J.L Martín Descalzo)
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Cuando no se experimenta la resurrección, Jesús no está en nuestras
<br>vidas. Volvemos a lo de siempre, a la rutina. Aunque hagamos cosas
<br>nuevas o cambiemos de redes, nos refugiamos en nuestras cosas. Tal vez
<br>trabajamos mucho "por" Jesús y nos fatigamos por sus cosas; pero,
<br>si él no está, nos ocurre igual que a sus discípulos: nuestras redes
<br>están vacías, no pescamos nada. El lago es el mismo de siempre, las
<br>redes también; pero si no está la presencia del Amigo, si no está la
<br>razón por la cual se vive, todo permanece vacío.
<br>Señor, habiéndote conocido y experimentado, la vida ya no puede ser
<br>igual. Tú me has hecho ver la comunión contigo y con los demás. Ahora
<br>sin ti, todo es insípido. Sé que mi vida tiene que estar contigo.
<br>¿Dónde iré sin ti? Eres mi vida, mi camino. Sólo desde mi unión
<br>contigo podré hacer comunión con mi esposo/a, hijos, familiares,
<br>hermanos y amigos. Tú me los haces ver de otra manera. Tú, a mi lado,
<br>me proporcionas frutos de vida. Contigo las redes (mi trabajo diario),
<br>el lago, (lugar de mi trabajo), tienen sentido. Tu pedagogía nos hace
<br>ver el fracaso y nos mueve a ponernos a disposición tuya, para echar
<br>las redes hacia donde tú nos indicas.
<br>La pedagogía de Dios es la de llevarnos a su conocimiento por medio de
<br>la experiencia vivencial. ¿Has experimentado la inutilidad de tantos
<br>esfuerzos que sólo hacen prolongar nuestra existencia? ¿Sientes que
<br>vivir no es igual a existir? ¿Tu interior te dice: "Vive con
<br>intensidad la vida"?
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Fue el discípulo amado el primero que reconoció al Señor: "Es el
<br>Señor". El que ama tiene los ojos de la fe más abiertos y limpios
<br>para reconocer al Resucitado. El padre reconoció al "hijo
<br>pródigo" antes que éste lo viera El que ama es el primero en ver
<br>en el otro lo positivo. Reconoce antes la imagen de Dios que el otro
<br>lleva dentro.
<br>Jesús, para poner a Pedro al frente de la Iglesia, no le hizo preguntas
<br>sobre filosofía ni teología, sólo le preguntó que si le amaba.
<br>Jesús no necesita hombres muy doctos, que sepan mucha teoría, muchos
<br>dogmas, leyes, ni que tengan don de gentes, sino hombres que amen.
<br>Decirte Señor: "Yo te amo", es aprender a devolverte el mismo amor
<br>fiel con que tú me amas. Porque tú eres todo para mí . Pero amarte
<br>también es abrir los ojos a la situación real de toda tu persona. Tú,
<br>mi Cristo Cabeza, estás resucitado dándonos vida y amor. Pero,
<br>¿Cómo están tus miembros: tus ovejas? La verdad es que una gran
<br>mayoría deambulan sin rumbo, descarriadas y dispersadas en días de
<br>nubes y brumas .
<br>Tú, Señor, me gritas en cada uno de tus miembros: "¿Me ayudas a
<br>salir de esta situación en la que me encuentro enredado?" Estoy
<br>buscando verdes praderas, ¿Sabrías indicarme dónde están?"
<br>Entiendo que amarte a ti y a mis hermanos es hacer de buenos pastores.
<br>Y al atardecer de nuestra vida seremos nosotros los que nos
<br>examinaremos: "¿Hemos amado?"
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Pedro y los apóstoles, que antes estaban encerrados y escondidos por
<br>miedo, ahora van por todas partes anunciando abiertamente que Cristo
<br>está vivo entre los hombres, prefieren antes la muerte que el silencio
<br>vergonzoso, diciendo: "Hay que obedecer a Dios antes que a los
<br>hombres".
<br>El cristiano tiene que definirse con palabras frente a las autoridades,
<br>no como adversarios políticos, sino como seguidores de la Verdad que es
<br>Cristo .
<br>Las grandes revoluciones se logran a base de decisiones mantenidas con
<br>tenacidad, constancia y paciencia. Al estilo de los primeros discípulos
<br>que, apoyados en la fuerza del diálogo contigo, no cesaban de
<br>anunciarte. Pedro, el que antes te había negado, ahora no había fuerza
<br>humana que le hiciera callar.
<br>Yo, como cristiano, ¿me callo ante las injusticias, ante las leyes
<br>opresoras, ante una cultura de muerte que, bajo un falso progreso,
<br>tolera y justifica el que tantos seres humanos encuentren la muerte en
<br>el lugar que más seguro debería estar, que es el seno materno? ¿me
<br>callo, o digo como Pedro: … A quien vosotros matasteis…? El que se
<br>calla ante las injusticias se hace cómplice de ellas.
<br>"La fe tiene que ser un terremoto, no una siesta; un volcán, no una
<br>rutina; una herida, no una costra; una pasión, no un puro
<br>asentimiento" (J.L. Martín Descalzo). Nuestra fe tiene que ser un
<br>trueno que despierte las conciencias dormidas.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Los encuentros de Jesús con los suyos terminaban normalmente con una
<br>comida. La comida, antes como ahora, son signos de comunión y de
<br>intimidad. La comida es el broche de oro que cierra un gran encuentro.
<br>Jesús quiere preparar este encuentro con sus amigos con una comida, con
<br>todo su amor e ilusión, por él preparada, con un fuerte sabor a
<br>Eucaristía.
<br>El Señor, se ofrece en la Eucaristía se ofrece como pasto y Pastor.
<br>Pasto como alimento imprescindible para todo cristiano que quiera
<br>embarcarse en la barca de la Iglesia. Y pastor para ser capitaneados por
<br>él en su misma misión de llevar el Evangelio de salvación a todos los
<br>hombres.
<br>Quiero, Señor, surcar los mares de la vida contigo al timón, y dejar
<br>que el soplo del Espíritu Santo empuje la barca mar adentro. Si me
<br>preguntas que si te amo, no lo sé. ¡Tú sabrás! Pero dime dónde
<br>echar las redes para obedecerte, porque entiendo que el amar no es sólo
<br>sentimientos, sino también voluntad de comunión. Como tú bien dices:
<br>"Si alguno me ama, guardará mi Palabra".
<br>Como la "amada del Cantar" no sabré que te amo hasta que no te haya
<br>aprehendido, y ya no quiera soltarte ni soltarme de ti . ¿Quién le
<br>dará más y mejor amor a mi corazón que tú, que lo has creado para
<br>ti, que eres el Amor? Y "... si mi lengua no puede decir en todos los
<br>momentos que te amo, quiero que mi corazón te lo repita cada vez que
<br>respiro" (J. Mª Bautista Vianney).Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-30891691992827812012016-04-30T03:59:00.001-07:002016-04-30T03:59:23.420-07:00Semana del 28 de marzo al 3 de abrilCiclo C
<br>
<br>
<br>2ª PASCUA.
<br>
<br>Hch 5,12-16
<br>Sal 117,1-21
<br>Ap 1,9-13.17-19
<br>Jn 20,19-31
<br>
<br>
<br>
<br>"Dichosos los que crean sin haber visto"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>La misericordia (aplicar el corazón a los miserables) de Dios es
<br>infinita.
<br>Tú eres de un valor infinito para Dios. No importa lo que tú te
<br>valores, no importa que tú no des nada por tu vida, que parezca que no
<br>tienes valor para los demás. Para Dios vales tanto que da la vida por
<br>ti. Si no hubiera otro habitante en la tierra que tú, él se habría
<br>encarnado y dado la vida por ti, para que tuvieras su vida.
<br>Dios no puede prescindir de ninguno de sus hijos. Si la medida del amor
<br>es amar sin medida, ¿cuál será la medida de la misericordia? La
<br>bondad de Dios no está en proporción directa de nuestras buenas obras,
<br>sino de su misericordia. Por eso él busca, espera y provoca la vuelta
<br>del pecador hasta que lo encuentra, como al "hijo pródigo" , y lo
<br>lleva al quirófano para hacerle un trasplante de corazón.
<br>El Señor, desde la cruz, dona su corazón a aquél cuyo corazón es
<br>incapaz de palpitar al ritmo de Dios.
<br>Como el equipo médico en el quirófano, ante el paciente que se debate
<br>entre la vida y la muerte, casi contienen el aliento y se concentran
<br>ante la mesa de operaciones, así el cielo entero está a la expectativa
<br>y en vilo, ante el pecador que se debate entre el arrepentimiento y la
<br>muerte.
<br>¡Qué estallido de alegría cuando las constantes vitales se recuperan
<br>y vuelve a la vida! ¡Qué algarabía y qué gran fiesta hay en el
<br>cielo por el pecador que se acoge a la misericordia infinita de Dios!
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Tu, Señor, quieres que hagamos un acto de fe, como se lo pedías a
<br>Tomás.
<br>La experiencia del Resucitado no es una experiencia sensible, es una
<br>experiencia de fe. Esto no significa que no sea real, sino que se tiene
<br>que aceptar por la fe. La fe siempre es un acto de confianza en un Dios
<br>que siempre cumple sus promesas, y que nos invita a tomar la opción de
<br>abandonarnos en la Palabra de Aquel que nunca falla, y a no hacer de
<br>nuestros razonamientos y sensaciones lo absoluto.
<br>Esta confianza, no es una confianza teórica, sino que es obediencia a
<br>Cristo. Es decir, hacer lo que Cristo nos dice . Esto compromete
<br>nuestras vidas, porque es dejarle que se ponga en medio de nosotros,
<br>como se puso en medio de sus discípulos. Es dejarle que nos lleve a un
<br>estilo nuevo de vida, el de ser guiados por el Espíritu Santo hacia la
<br>comunión dentro de nuestras relaciones con todos los hombres, empezando
<br>por los más cercanos: familiares, laborales y sociales.
<br>La resurrección no es la experiencia de unos días, o de una euforia
<br>temporal, sino un cambio de vida. En la experiencia de los primeros
<br>discípulos, lo definían como "vivir para el Señor", "ser para
<br>él". Es negarse a sí mismo y seguirle con todas las consecuencias,
<br>pero sabiendo que el Buen Pastor nos lleva a verdes praderas.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Normalmente tratamos de achacar nuestros males, problemas, tristezas,
<br>miedos a causas externas. No hay tantos problemas como creemos; existen,
<br>sí, personas problemáticas que de cualquier cosa arman una guerra,
<br>cuando en realidad el único problema somos nosotros mismos. Lo único
<br>que nos pasa es que estamos como los discípulos, con las puertas
<br>cerradas, sin estar tú en medio de ellos. Estamos sin ti, Señor, nos
<br>faltas tú que eres la respuesta que el Padre ha dado a todos nuestros
<br>problemas.
<br>Creer en ti es atreverme a buscar en ti, y no en otra persona, eso que
<br>me es imprescindible, atreverme a confiar sólo en ti. Así podré
<br>constatar que nadie que se confió a ti quedó defraudado. Sólo la
<br>experiencia personal de que colmes con creces mis aspiraciones más
<br>profundas, me hará que se me caigan de las manos todos esos otros
<br>dioses que, aunque sé que no me dan lo que busco, no me son tan
<br>fáciles de soltar. Siendo tú el alfa, omega y centro de mi vida, mi
<br>corazón conocerá la paz
<br>Los signos de su presencia en nosotros son la paz, la alegría y la
<br>fuerza del Espíritu que nos impulsa a abrir las puertas de nuestro
<br>corazón, donde nos encerramos por miedo a perder nuestra libertad,
<br>nuestras ideas, nuestras formas de vivir. El Espíritu del Resucitado
<br>nos lleva a dejar entrar en nuestro corazón a todos los hombres, para
<br>gozar con ellos la paz y la alegría de la comunión y de la
<br>fraternidad.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Muchas veces pedimos, como Tomás, tocar para creer. Queremos creer
<br>porque te buscamos, pero sabemos que a ti te alegra más, y a nosotros
<br>nos interesa más, que te sigamos porque nos confiemos en ti, más que
<br>porque nos lo demuestres sensiblemente. ¡Qué triste es para los padres
<br>el que un hijo les pida las pruebas de paternidad para ser escuchados!
<br>¡Feliz el que se confía en la persona de Cristo y no necesita pruebas!
<br>Es fácil creer cuando las cosas van bien, pero es en el sufrimiento
<br>donde la fe es sometida a prueba. ¿Me es más fácil o más difícil
<br>creer? Seguro que Tomás, cada vez que veía una llaga exclamaría:
<br>"¡Señor mío y Dios mío!"
<br>También nosotros te decimos "Dios mío" cuando vemos tantas llagas
<br>en la Humanidad, tanto sufrimiento que nos causamos unos a otros. Nos
<br>repele y no sabemos qué hacer. Queremos una prueba de que tú existes,
<br>pero muchas veces no te oímos cuando nos invitas a que introduzcamos
<br>nuestras manos en esas heridas. Tú te identificas con el que sufre, sus
<br>llagas son tus llagas. Señor mío y Dios mío, dame ojos para
<br>reconocerte, y corazón para acogerte como el buen samaritano, que no
<br>preguntó por la identidad del que estaba tendido a la vera del camino
<br>ni la historia de su vida.
<br>Tocar tus heridas divinas es tocar a tantos que sufren y padecen. Curar
<br>tus heridas es recibir la gracia de experimentar la paz y la alegría
<br>que das, cuando nos dejamos llevar por ti.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Recibir el Espíritu (espíritu, significa viento, soplo, aliento) es
<br>recibir, nada menos, que el aliento de Dios. Es recibir el aliento vital
<br>divino. Es aquel aliento creador por el que el hombre fue creado . Ahora
<br>el hombre sin Cristo está medio muerto, como aquellos discípulos a los
<br>que faltaba el aliento vital. Y es necesario recrearle. Dios no puede
<br>dejar morir al amor de sus entrañas, al que ha creado para la vida, y
<br>nos hace la respiración "boca a boca". Nos da su misma vida para
<br>salvarnos de la muerte.
<br>Gracias, Señor, por estimar tanto mi vida, No te digo cómo te lo
<br>pagaré porque esto no tiene precio; pero siento que tu Espíritu me
<br>envía, como tú fuiste enviado por el Padre, a llamar a las puertas
<br>cerradas de los corazones de muchas personas, que no se abren por miedo.
<br>No saben que tú no vienes a pedir, sino a dar tu paz, tu alegría y tu
<br>vida. Nos curas de nuestros miedos y traumas acumulados de toda una vida
<br>sin ti.
<br>Auméntanos la fe para que, confiados plenamente en ti, nos dejemos
<br>modelar por tus suaves y amorosas manos de Alfarero, haciendo de
<br>nosotros una vasija nueva . Por medio de la gracia de tu corazón
<br>misericordioso, quita esos granos de arena y duras piedras que envueltas
<br>en la arcilla, destrozan ese rostro que quieres sacar a tu imagen y
<br>semejanza, y que las lágrimas de tu sufrimiento, en tantos hermanos,
<br>reblandezcan el barro reseco de mi pobre vaso.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>También el Señor se apareció a Juan cuando estaba en éxtasis.
<br>También estaba en medio de las siete iglesias. Lo primero que nos dice
<br>el Señor, poniendo su mano derecha sobre nuestros hombros como amigos,
<br>es que no temamos.
<br>Sólo puedo temer, Señor, cuando tú no estás en medio de mi vida, de
<br>mis seres queridos, en medio de los ambientes donde vivo. Cuando tú no
<br>estás en medio, todo es miedo y temor. Cuando tú no estás, tendemos a
<br>asegurarlo todo, a cerrar todas las puertas con los más sofisticados
<br>mecanismos, a no movernos y a enquistarnos en nuestros criterios.
<br>Si tú, Señor, no vienes a mi lado, yo caminaré por la vida con miedo,
<br>con inseguridad, con desconfianza. ¡Qué diferente es sentir tu mano
<br>derecha sobre mí, como la sentía Juan! Poner la mano sobre el hombro
<br>es signo de confianza, de amistad, de seguridad, de intimidad.
<br>Cuando un niño cruza solo una calle de mucho tráfico, observémosle su
<br>miedo, su temor e inseguridad. ¡Qué diferente cuando va cogido de la
<br>mano de sus padres! Entonces va alegre y confiado, se siente seguro,
<br>nada lo perturba. Así nos pasa a nosotros cuando andamos por la vida
<br>sorteando peligro tras peligro. ¡Qué gozada cuando el Señor nos
<br>acompaña en el peregrinar por la vida, nos pone la mano por encima del
<br>hombro, y nos dice "¡No temas! ¡Ánimo!, yo he vencido a la muerte,
<br>yo soy el que vive. Tú estás hecho para la vida porque estoy
<br>contigo".
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>El signo más importante de la resurrección es la comunión. El
<br>Espíritu Santo crea comunidad y la comunidad hace presente a Cristo. La
<br>comunión dentro de la comunidad de los primeros cristianos era lo que
<br>hacía crecer el número de los creyentes que se adherían al Señor. No
<br>era una comunidad cualquiera, sino que era una comunidad donde el Señor
<br>estaba en medio de ellos.
<br>Muchas veces nos preguntamos por los métodos de apostolado, de cómo
<br>llevar a Cristo a los demás. No es pidiendo milagros como Tomás, sino
<br>como Jesús que, en su oración, pedía al Padre que fuéramos comunión
<br>entre sí y con nuestro Dios Trinidad. Así el mundo creerá en Jesús .
<br>Cada mañana siento el calor de tu palabra que me reconforta. Cada
<br>mañana tú me indicas, Señor, que no vivo sólo, que no soy una isla
<br>en el mundo. Si sigo tu mirada la veo posarse en muchos de mis
<br>hermanos, a los que mi mirada pasa de largo. Tú, sin embargo, nos
<br>quieres ver bajo el mismo rayo de tu mirada: unidos, como unidos están
<br>cada uno de nuestros miembros .
<br>¡Cuántas veces tengo la ocasión de crear comunión! ¡Cuántas
<br>personas han pasado por mi vida! Cada una de ellas ha sido un "don"
<br>de Dios para crear comunión. Mucha falta hace hoy, época en la que el
<br>individualismo se impone como forma de vivir, y donde el egoísmo marca
<br>la ética de muchas personas, el que los cristianos tengamos como fin la
<br>comunión.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-65830617848593361332016-03-18T09:54:00.001-07:002016-03-18T09:54:53.236-07:00Pascua de ResurrecciónPASCUA DE RESURRECCION
<br>
<br>Hch 10,34.37-43
<br>Sal117,1-2.116-17.22-23
<br>Col 3,1-4
<br>Jn 20,1-9
<br>
<br>
<br>"El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al
<br>amanecer…"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Hoy no tengo palabras. Cualquier palabra quedaría tan corta que
<br>oscurecería la luz que hoy recibo de ti, mi Señor. Sólo puedo
<br>contemplarte y extasiarme y gozar. Gozar y seguir el impulso de
<br>anunciarte, como tus primeros discípulos: "Resucitó mi Amor y mi
<br>Esperanza".
<br>"¡Jesús ha resucitado!" es el grito que transformó la vida de los
<br>primeros seguidores de Cristo. Es el grito del acontecimiento más
<br>importante y nuclear, que constituyó la realidad central de su fe y de
<br>la nuestra. Es el acontecimiento culminante y la síntesis de toda la
<br>vida y mensaje de Jesús. Así se inicia para los creyentes un tiempo de
<br>indescriptible gozo, que nos hace estallar de alegría y lanzar al aire,
<br>con todas nuestras fuerzas, el grito del mensaje de resurrección:
<br>"¡Cristo vive, anúncialo!"
<br> El Resucitado nos invade de su fuerza resucitada y resucitadora. Por
<br>eso la resurrección es una explosión de alegría, un canto a la vida.
<br>El es la Vida. ¿Por qué buscarle entre los muertos? Nos ha liberado de
<br>todas las esclavitudes que tenían poder sobre nosotros, y la última y
<br>definitiva era la esclavitud de la muerte, a la cual ha vencido con su
<br>muerte y resurrección.
<br>Como resucitó, nada es imposible para el que cree en él. Damos
<br>testimonio de nuestra fe. Atrás quedó el temor, la duda y la poca fe.
<br>Somos testigos de la resurrección. El está aquí, presente y vive
<br>entre nosotros.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>El dolor más fuerte de Jesús es nuestra incredulidad práctica.
<br>Quizás nuestros labios afirman que él es nuestro Dios y Señor, pero
<br>muchas veces vamos buscando otros dioses que puedan calmar nuestras
<br>insatisfacciones y anhelos de felicidad .
<br>«La fe de los cristianos es la resurrección de Cristo. No es gran cosa
<br>creer que Jesús ha muerto; esto lo creen también los paganos; todos lo
<br>creen. Lo verdaderamente grande es creer que ha resucitado». (San
<br>Agustín)
<br>La resurrección constituía, en primer lugar, la confirmación de todo
<br>lo que Cristo mismo había dicho, hecho y enseñado'. Era el sello
<br>divino puesto sobre sus palabras y sobre su vida. El mismo había
<br>indicado a los discípulos y adversarios este signo definitivo de su
<br>verdad. El ángel del sepulcro lo recordó a las mujeres la mañana del
<br>primer día después del sábado . Si esta palabra y promesa suya se
<br>reveló como verdad, también todas sus demás palabras y promesas
<br>poseen la potencia de la verdad que no pasa, como él mismo había
<br>proclamado .
<br>Celebramos nuestra resurrección en el Bautismo, en cada Eucaristía, en
<br>cada Pascua, en la Reconciliación, cuando nos levantamos de nuestras
<br>caídas. El nos tiende sus manos llagadas para que nos levantemos.
<br>"Tus llagas nos dejan ver tus entrañas" (S. Bernardo). Confiemos en
<br>él. Lo importante es que no perdamos la fe y los deseos de avanzar.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>En el horizonte de la resurrección brota la vida de un Dios, que no
<br>quiere que ninguna esclavitud tenga poder sobre nosotros; y la última y
<br>definitiva en ser vencida ha sido la esclavitud de la muerte . Cristo
<br>selló con su sangre en la cruz el pacto de la nueva alianza de la Vida
<br>que ha vencido a la muerte. Por su resurrección es "la muerte de las
<br>muertes" (S. Agustín).
<br>La resurrección es pasar de la muerte a la vida. Es pasar de negar,
<br>como negó Pedro a Jesús antes de su muerte, a anunciarle públicamente
<br>ante sus adversarios después de la resurrección .
<br>Hoy nos encontramos muchas veces, incluso ante los familiares, en la
<br>situación de tener que proclamar nuestra fe con toda valentía. Ahí
<br>está la "prueba del algodón" de nuestra fe. Si nos encontramos
<br>como Pedro cuando negó ser seguidores de Jesús, o si por el contrario,
<br>damos testimonio con nuestras palabras y con nuestra vida de que Cristo
<br>ha resucitado y está presente, vive hoy, y él es nuestra esperanza,
<br>nuestra alegría y nuestra fuerza.
<br>Pero a veces nos vemos todavía bajo la losa en la que nuestra alma
<br>está inerte. Pidamos al Señor que haya también en nosotros un
<br>amanecer, y que la losa de nuestro sepulcro esté removida. . Y así
<br>con nuestras vidas, otros puedan creer en el Resucitado y salir
<br>corriendo, como María Magdalena, a decir a los suyos que han sido
<br>testigos de nuestra conversión y de nuestra resurrección.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>La Pascua no es solamente el anuncio de que Cristo ha resucitado, sino
<br>de que nosotros también hemos resucitado, porque si nos unimos a su
<br>muerte, con él también resucitaremos.
<br>Donde mueres tú, Señor, se oscurece la vida, todo lo invade el pecado
<br>y reinan las tinieblas. No obstante, tú mueres con los brazos abiertos,
<br>en actitud de acogida eterna, abarcando a todos los hombres, de todas
<br>las latitudes, de todos los tiempos para que, por la muerte, tengan la
<br>luz y la Vida.
<br>Si yo sigo en el sepulcro es porque no me dejo abrazar por Cristo.
<br>Cuando no amo y estoy muerto, él deja de resucitar en mí. Mientras
<br>haya algún hermano muerto, él sigue esperando la resurrección. El
<br>sigue encarnado en nosotros y sigue sufriendo por los que sufren,
<br>muriendo en los que mueren. El se pone en nuestras manos y será lo que
<br>nosotros queramos. Todo esto nos debe hacer pensar en nuestra
<br>responsabilidad, de no dejar que Cristo siga muerto en muchos de
<br>nuestros hermanos.
<br>Hay mucho campo donde echar la semilla de la resurrección. Necesita
<br>muchos sembradores que esparzan semillas con la palabra y con su
<br>testimonio de vida. Debemos ser el trigo enterrado en este mundo actual,
<br>para que nos convirtamos en espigas de vida resucitada.
<br>Cristo nos está diciendo con toda la fuerza del Espíritu: "Tú no
<br>morirás, porque yo te amo. ¡No temas! Si te abres a mi amor
<br>resucitado, te saldrá espontáneo el comunicarlo a los demás".
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>La resurrección es una explosión de vida, de alegría, de fiesta de
<br>bodas, de luz. ¡"Oh, noche más clara que el día! ¡Oh, noche más
<br>luminosa que el sol! ¡Oh, noche más blanca que la nieve!... ¡Noche de
<br>bodas de la Iglesia que hace nacer a los nuevos bautizados y despoja al
<br>demonio confundido!... (Asterio de Amasea)
<br>Alguien comparó que lo que fue el Big-Bang para el origen (físico) del
<br>mundo, la resurrección de Cristo lo es para el origen (espiritual) de
<br>la Iglesia: El primero fue una explosión de energía, la cual nos hace
<br>todavía estar en un mundo en expansión. Así la Iglesia, sin esa
<br>explosión de energía de la resurrección de Cristo, hoy estaría
<br>sumida en la más espantosa de las tinieblas.
<br>A la vez que la losa del sepulcro fue removida, las puertas del cielo se
<br>abrieron por la explosión de la Resurrección, para nunca más
<br>cerrarse. Por ellas ha pasado Cristo Cabeza , pero su Cuerpo entero
<br>todavía no ha pasado, porque nosotros somos su Cuerpo, llamado a
<br>resucitar con él .
<br>Por esas puertas han pasado muchos de los miembros del Cuerpo de Cristo,
<br>como Pedro y todos los santos, y siguen pasando muchos de nuestros
<br>hermanos. "Esta es la puerta del Señor, los justos entrarán por
<br>ella".
<br>Tú estás inscrito en el registro de ciudadanos del cielo, que es tu
<br>patria, y lo llevas en el DNI del Bautismo. Sé lo que eres: un redimido
<br>llamado a cantar las alabanzas del Señor.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>"El primer día de la semana" es el primer día del mundo. Es la
<br>Pascua (paso) de una vieja era a una nueva era . Es el paso del pecado a
<br>la gracia, de la muerte a la vida. Se acabó la peor de las crisis: la
<br>muerte. Surge un nuevo amanecer para el mundo. Se abrirán nuestras
<br>tumbas .
<br>La Pascua es la Fiesta de todas las fiestas. Ya la muerte no es el fin,
<br>sino un paso y, por tanto, se puede celebrar hasta la cruz. Una luz
<br>absolutamente nueva ilumina el acontecimiento de la cruz, y da el
<br>verdadero y pleno sentido del misterio del dolor y de la muerte, que se
<br>concluye en la gloria de la nueva vida.
<br> "Lucharon vida y muerte en singular batalla y, muerto el que es la
<br>Vida, triunfante se levanta". Es un amor victorioso que es más fuerte
<br>que la muerte . Por eso podemos explotar de alegría cantando el
<br>¡aleluya!
<br>Podemos decir, ciertamente, que Cristo resucitado es principio y fuente
<br>de una vida nueva para todos los hombres, como así aparece en la
<br>plegaria de Jesús al Padre poco antes de la pasión .
<br>Hay noches en el alma, hay amaneceres que el fuego del amor enciende y
<br>propaga. Hay luz que ilumina la vida. Procuremos que el fuego que
<br>recibamos no se apague. Anuncia a Cristo resucitado, porque el fuego que
<br>no se propaga se apaga. Seamos la luz del mundo, y esto nos dará
<br>alegría y valor para que nuestros hermanos también se contagien, y
<br>todos propaguemos el Reino de Dios.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Cristo resucitado vive en los corazones de sus discípulos y seguidores
<br>como fuente de santificación en el Espíritu Santo, fuente de la vida
<br>divina y de la futura resurrección.
<br>Como Cristo resucitó, y nada es imposible para el que cree en él ,
<br>dejemos atrás las dudas y la poca fe. Y demos testimonio de que él ha
<br>vencido a la muerte en la cruz.
<br>Somos testigos de su resurrección. Él está aquí presente entre
<br>nosotros y su Espíritu nos mueve a amar, porque en el amor está la
<br>vida , y nos impulsa a ser sus testigos con la palabra y con la vida.
<br>Si realmente nos amamos, saldremos de nuestro individualismo y haremos
<br>comunión. Este será el principal signo de credibilidad para el mundo ,
<br>donde el individualismo y las relaciones interesadas reinan por doquier.
<br>Es entonces cuando se experimentará el gozo y la paz que nadie nos los
<br>pueda quitar.
<br>Es significativo ver en estos acontecimientos pascuales la prioridad de
<br>las mujeres en el anuncio. Magdalena se convirtió en el primer
<br>apóstol de la resurrección, en apóstol de los Apóstoles. María,
<br>nuestra Madre, nos ayuda a guardar la Palabra en nuestros corazones, y a
<br>poner toda la confianza en el Señor.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-64816657604782598472016-03-18T05:47:00.001-07:002016-03-18T05:47:52.940-07:00Semana de PasiónCiclo C
<br>
<br>
<br>SEMANA DE PASION
<br>
<br>Is. 50,4-7
<br>Sal. 21,8-9.17-120.23-24
<br>Flp. 2,6-11
<br>Lc. 22,14-23,56
<br>
<br>
<br>"Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
<br>
<br>
<br>
<br>Domingo de Ramos
<br>
<br>Tú conoces, Señor, lo volubles que somos los humanos. Y ¡qué poder
<br>tienen las masas! Tras las aclamaciones de tu entrada en Jerusalén,
<br>reconociéndote el Mesías, pronto se tornarían en una turba pidiendo
<br>que te crucificaran.
<br>Podemos vivir hoy una esquizofrenia espiritual. Te queremos aclamar,
<br>pero nos recluyen en las sacristías. Nos da miedo ser excluidos,
<br>marginados, o tachados de fundamentalistas por seguirte a ti, que eres
<br>el amor, la justicia y la paz. Y sin embargo, con nuestro silencio, nos
<br>hacemos cómplices de ellos, e inconscientemente te estamos llevando
<br>hacia el Calvario.
<br> Querido Jesús, tu coherencia me delata terriblemente mi tibieza, mi
<br>crónica costumbre de lavarme las manos, mi poca honestidad, Y ante este
<br>contraste tan abismal, no puedo sino pedirte una profunda conversión.
<br>Si la coherencia me tiene que llevar a ser condenado, no temo, Señor,
<br>sufrir la condena de los demás. Porque más que a los que matan el
<br>cuerpo, temo a los que pueden robarme la experiencia de tu Vida y tu
<br>Amor . No quiero renunciar a mi fe, a mi identidad y misión. Aunque
<br>todo el mundo me condenara, Tú, mi Dios, no me condenas. Que tu
<br>experiencia de perdón y fidelidad haga posible en mí no juzgar, no
<br>rechazar ni condenar a nadie.
<br>Mamá, María, quiero acompañarte en tu dolor en estos días, para que
<br>a tu lado se ablande mi corazón. Te pedimos que intercedas a Dios por
<br>nosotros, para que tengamos la fuerza de acompañar a Jesús hasta la
<br>cruz.
<br>
<br>Lunes Santo
<br>
<br>No hay suplicio más humillante que la cruz. La muerte en cruz no estaba
<br>permitida por los judíos, por ignominiosa. Sólo los peores entre los
<br>peores eran castigados así por el Derecho Romano.
<br>Señor, con la cruz a cuestas, pisas nuestra terrible enfermedad humana
<br>de dependencia y excesiva adición a riquezas, honores, placeres y
<br>búsqueda de vanaglorias. Muestras así la renuncia a las cosas que me
<br>esclavizan, incluso a mí mismo .
<br>¡Cuántas son las veces que rechazo la cruz! Me cuesta mucho la
<br>humillación. Me faltan "razones" y fuerza para justificarme. Me
<br>influye mucho la opinión de los demás y vivo mucho de las apariencias.
<br>Me encanta que hablen bien de mí al precio que sea. Invierto lo mejor
<br>de mis energías para lograr que de alguna manera me admiren, queriendo
<br>ser el primero. Me fascina, ante los ojos de los demás, tener clase,
<br>prestigio, porte, autoridad...
<br>Pero fuera de la humildad no puede haber seguimiento. Bienaventurados
<br>los hombres no drogados por el polvo del brillo. Bienaventurados los
<br>discípulos que agarran su cruz y siguen al Maestro.
<br>¿Quién no tiene cruces en la vida? Todos experimentamos esas cruces
<br>ocultas en nuestro interior. El Señor nos invita a saber llevarlas sin
<br>miedo. Aceptémoslas, sabiendo que su carga no se pierde si caminamos
<br>con Jesús" .
<br>Enséñame, Jesús, a cargar con la cruz. Tu humillación hasta la cruz
<br>merece que también yo te ame y me entregue a ti hasta las mayores
<br>pruebas de amor.
<br>
<br>Martes Santo
<br>
<br>En tu entrega hasta el extremo necesitaste colaboradores. Has querido
<br>contar con personas para llevar a término tu obra redentora, y para que
<br>colaborasen contigo a cargar con el peso del pecado de la Humanidad. No
<br>puedes más: La agonía del huerto y la inhumana y cruel flagelación
<br>atado a la columna, te dejan destrozado, agotado, al borde de tus
<br>fuerzas. Para prevenir que no fallecieras en el camino y asegurar que
<br>llegaras vivo a la cruz, los soldados fuerzan a un hombre a ayudarte
<br>cargando con la cruz. No colabora por pura iniciativa, pero en la medida
<br>en que camina tras de ti, ya no puede dejarte.
<br>Esta experiencia es también la mía. Mi primera reacción fue también
<br>la de poner resistencia a cualquier peso; pero según me acercaba a ti,
<br>tú ibas conquistando mi corazón .
<br>¿Cómo amarte, Jesús, sin ser sensible a tu necesidad de colaboradores
<br>en tu Iglesia y en la Humanidad entera? ¿Cómo resistir a tu mirada,
<br>que pide mi colaboración para extender tu Reino? Quiero colaborar a que
<br>los hombres te conozcan, te amen, te sirvan, y acepten tu amor hasta el
<br>extremo. ¿Quién puede hacerse el sordo, ciego y "pasota" ante el
<br>peso de tus sufrimientos en tantos hermanos? Hazme que te pueda ser un
<br>fiel colaborador pero no "forzado", sino atraído por ti, que das la
<br>vida por todos nosotros, para llevar tu palabra y tu amor a mis
<br>hermanos. Y así para poder aliviarte.
<br>
<br>Miércoles Santo
<br>
<br>Jesús cae varias veces bajo el peso de la cruz, pero su amor por
<br>nosotros le da fuerzas para seguir.
<br>Algo más difícil de afrontar que la caída, es la recaída. Cuando
<br>tocamos suelo con tanta frecuencia es que estamos rayando con la
<br>impotencia.
<br>Es el dolor que sientes por el que te entregó, por Judas, tu
<br>discípulo, al que llamaste "amigo", aún en el momento en que
<br>vendía tu vida a cambio de dinero, precio de su traición. Era uno de
<br>los doce, de los de tu confianza, de los que tú llamaste para que te
<br>siguieran. El te había seguido y seguido de cerca. Había sido invitado
<br>a orar en el huerto, ya conocía el lugar, le era familiar el orar
<br>contigo alguna noche; pero en él entró la noche.
<br>Sé que tu mayor dolor cuando te preguntan por tus heridas es decir:
<br>"Las he recibido en casa de mis amigos" (Zac 13,6). ¡Cuántos
<br>momentos parecidos tengo yo de mi relación contigo! No te es
<br>indiferente la respuesta de los tuyos. Lo sé. Y sé que cada vez que,
<br>como él, te vendo, te dejo y te ofendo, provoco en ti, mi Señor, una
<br>nueva caída... Déjame preguntarte cómo, en vez de derrumbarte, puedo
<br>colaborar a aligerar tu cruz, e incluso a levantarte.
<br>El ver que te levantas por mí haga que me levante por puro amor a ti.
<br>Ayúdame a superarme en cada recaída, con esa esperanza y ese temple
<br>que se adquiere al calor del diálogo contigo. Tu palabra es la que me
<br>da vida.
<br>Quiero también reiniciar el seguimiento en cada una de mis recaídas,
<br>olvidando lo dejado atrás y fijos los ojos en ti, mi Señor .
<br>
<br>Jueves Santo
<br>
<br>¿Por qué me afano tanto por la comida temporal y no tanto por la que
<br>Cristo me da para la vida eterna? (Jn 6,27). En la Eucaristía, no sólo
<br>se nos alimenta con la gracia, sino que recibimos la fuente de todas las
<br>gracias: Cristo, presente en el pan y en el vino. ¿Qué más puedo
<br>pedir?
<br>El amor es creativo. Por eso, Jesús, viendo su partida inminente, y que
<br>no quería dejarnos solos, tiene la feliz idea de quedarse con nosotros
<br>en la Eucaristía, a través de los siglos.
<br>Participar de la Eucaristía es hacer posible que el mismo Cristo
<br>Resucitado transforme nuestra vida presente en Él mismo, superando
<br>todos los condicionantes de esta vida presente. El es capaz de darle su
<br>verdadero sentido y, a la vez, nos promete la resurrección futura .
<br>Danos la gracia, Señor, de poder llegar a ser granos de trigo, que
<br>triturados por la rueda del molino de la vida actual, nos convirtamos en
<br>harina que tú transformes en hostias consagradas, para alimento de la
<br>vida eterna de todos nuestros hermanos. Y así consigamos tu sueño de
<br>crear comunión con todos los hombres y contigo . Este es el mejor signo
<br>de credibilidad que podemos dar los cristianos al mundo de hoy.
<br>Mamá, es una gracia recibir en la Eucaristía aquello que fue tan tuyo:
<br>El cuerpo y la sangre del Hijo de tus entrañas, que son también tu
<br>cuerpo y sangre.
<br>
<br>Viernes Santo
<br>
<br>Cristo en la cruz es dolor vivo para que yo viva. Ya no puede moverse
<br>para que nosotros seamos libres. Su sangre no deja de correr para
<br>purificar nuestros pecados. En medio de tantos gritos de maldición que
<br>hoy se oyen, sobresale el de Jesús pidiendo comprensión y perdón por
<br>todos nosotros.
<br> Jesús tiene sed de nuestra libertad, de nuestra vida, de nuestra
<br>dignidad. Y, sobre todo, tiene sed de nuestros pecados. En cierto modo,
<br>Jesús experimenta en estos momentos, dentro de su conciencia, el drama
<br>de ver su amor despreciado; pero también espera que los que le
<br>confesamos como nuestro Dios, podamos rasgar el velo de la ignorancia de
<br>muchos hermanos.
<br>Tú mueres, Jesús, con los brazos abiertos, como abarcando y abrazando
<br>a todos los hombres de todas las latitudes, de todos los tiempos. Que
<br>nosotros no nos crucemos de brazos ante tantas injusticias y tanta
<br>ignorancia, sino que como tú, abramos los brazos a todos los hombres.
<br>Tú Mamá, al pie de la cruz, con firmeza y fortaleza sin igual,
<br>acogiste la última voluntad de Jesús, la de que me adoptaras como tu
<br>hijo. ¡Qué duro debe ser adoptar a un hijo que de un modo u otro ha
<br>participado en la muerte a tu Hijo querido! Sin embargo volviste a decir
<br>"sí". Este sí tuvo que ser un parto de gran dolor para ti. Te pido
<br>perdón y es una gracia el poder aceptarte como mi Madre. Me pongo en
<br>tus manos, como ese hijo recién nacido del Costado abierto de tu Hijo.
<br>
<br>Sábado Santo
<br>
<br>Que la oscuridad de la muerte no me impida ver lo que decía Jesús .
<br>Ayúdanos, Señor a comprender que la muerte no es el horizonte de la
<br>existencia humana, que la muerte no tiene la última palabra. Haz que
<br>los cristianos experimentemos tu resurrección, para ser portavoces de
<br>ella ante todos los demás.
<br>Fueron unas mujeres las primeras en ser testigos de la Resurrección.
<br>Por eso nos unimos a María, que Jesús nos dejó como nuestra Madre,
<br>para que nos ayudara en el camino de la fe, y con ella experimentemos la
<br>Resurrección.
<br>Ella es la que alienta nuestra fe en medio de la oscuridad de la tumba.
<br>Ella nos enseña a esperar contra toda esperanza, y a confiar en la
<br>palabra de Dios, sabiendo que nada hay imposible para Él .
<br>La razón es limitada, como limitadas son todas nuestras potencialidades
<br>humanas. La fe es una gracia que nos impulsa a vivir la Resurrección y
<br>llevarla a todos los demás, como la llevaron estas mujeres, porque no
<br>podían callárselo . ¿Se nos nota a los cristianos, por lo que
<br>hablamos, que verdaderamente estamos llenos de Dios? ¿Quién conduce
<br>nuestras vidas?
<br>Señor, sólo te pedimos una cosa: Auméntanos la fe. Ella nos llevará
<br>a acercarnos a ti, seguirte, y dar contigo las mayores pruebas de amor.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-15936851426507819812016-03-06T11:58:00.001-08:002016-03-06T11:58:30.736-08:00Semana del 7 al 13 de marzoCiclo C
<br>
<br>
<br>5ª CUARESMA
<br>
<br>Is 43,16-21
<br>Sal 125,1-6
<br>Flp 3,8-14
<br>Jn 8,1-11
<br>
<br>
<br>"El que esté sin pecado, que tire la primera piedra"
<br>
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Si Jesús, con la parábola del hijo pródigo, nos quería hablar del
<br>corazón del Padre; ahora, con el pasaje de la mujer adúltera, ya no
<br>son palabras sino hechos que son palabra viva, palabra encarnada. La
<br>adúltera es el hermano menor; los fariseos acusadores son como el
<br>hermano mayor que acusa al menor, y Jesús es la misericordia del Padre.
<br>De un Padre que no juzga, sino que acoge, de un Padre que eleva la
<br>dignidad del caído, de un Padre que dice: "Anda, levanta la cabeza
<br>porque yo pago tu deuda, y tu pecado en la cruz". Jesús no condena
<br>al pecador, pero sí al pecado. Por eso nos dice: "No peques más".
<br>Jesús, ¿Qué escribías en el suelo? ¿La palabra amor? Nunca lo
<br>sabremos con seguridad. Pero me enseña mucho tu gesto de inclinarte,
<br>porque me imagino a la mujer arrojada como una bolsa de basura en el
<br>suelo. ¡Cuántas pinturas, tan poco cristianas, nos pintan a un Dios
<br>encumbrado en un trono y a la Humanidad por debajo de sus pies, haciendo
<br>justicia a los pecadores! Todo lo contrario. Tú lavas los pies a tus
<br>discípulos, y te agachas ante la pecadora para mirarla a su mismo nivel
<br>y se vea dignificada.
<br>Enséñame, Señor, a no hacer juicios morales de los demás antes de
<br>agacharme. Enséñame a ponerme en la situación del otro, y a escribir
<br>en mi corazón la palabra "amor". Quizás yo tendría antes que
<br>pedir perdón.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Eres el pecador buscado por el entrañable amor del que quiere y puede
<br>borrar tu pecado, para restablecer contigo una amistad inquebrantable.
<br>Déjate encontrar por Dios. No te escondas. Déjate curar, déjate amar
<br>Reconoce su voz. No es voz de secuestrador, sino de libertador, de
<br>amigo, de pastor, de Padre. La experiencia de la misericordia de Dios y
<br>de su amor entrañable te permite ser a la vez receptor y transmisor de
<br>este amor. Ama como eres amado. Sé misericordioso con el otro, como
<br>Dios lo es contigo. No te quedes en el pecado, sino sal al encuentro del
<br>pecador. Ponte en camino para salir al encuentro del hermano que sufre.
<br>Necesito cada día llamarte Padre para saberme perdonado, y necesito
<br>darte gracias por ello. Pero tú sigues esperando que termine diciendo
<br>"nuestro". Eso es lo que más te gusta ¿Verdad?, llamarte
<br>Padrenuestro y no Padre mío. Pero tú sigues empujándome y me dices:
<br>"Sigue, anda". Y es cuando mi corazón acaba abriéndose y digo:
<br>Perdónanos nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos
<br>ofenden. Ahora sí escucho de ti: "Tu eres mi hijo, yo te he
<br>engendrado hoy" (Sal 2,7). Gracias, porque tú nos perdonas más que
<br>nosotros perdonamos. Tú perdón ha sido a costa de recibir las piedras
<br>dirigidas a la adúltera. Perdonaste y diste la vida por ella, por mí y
<br>por todos los pecados del mundo. Y a pesar de todo no nos juzgas.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Simone Weil decía que una de las verdades del cristianismo más
<br>desconocidas es la de que "lo que salva es la mirada".
<br>Seguro que tú te inclinaste, Señor, para buscar la mirada de la
<br>pecadora. Seguro que ella esperando recibir la primera pedrada, aturdida
<br>por ver como el juez se agachaba, levantó su mirada y se encontró con
<br>la tuya. Este fue un momento decisivo en su vida, como lo fue para Pedro
<br> después de traicionarte en casa de Caifás . Ya había recibido en su
<br>vida más de lo que ella podría soñar; un corazón que le decía:
<br>"Vales tanto que quiero dar la vida por ti". Aquellos momentos bien
<br>valían una vida y, con eso ya, estaba dispuesta a recibir la primera
<br>piedra.
<br>¿Qué tiene tu mirada que transforma? Sabemos que tú miras el corazón
<br>y no las apariencias, y eso todavía me confunde más. Porque ahí es
<br>donde tenemos todas nuestras miserias ocultas, las que no queremos ni
<br>siquiera mirar, ni que los demás las descubran.
<br>¿Cómo miraste a los letrados y fariseos, a los que no les importaba
<br>mucho la condena de la mujer, sino que lo que querían era condenarte a
<br>ti? ¿Con qué amor y ternura les miraste, que ellos empezaron a mirarse
<br>a sí mismos y, reconociendo sus miserias, soltaron las piedras donde
<br>estaban escritas su fría ley, y vieron la ley del amor escrita en tu
<br>corazón y reflejada en tu mirada? Señor, no me escondas tu rostro (Sal
<br>27,8). Sólo ante tu rostro puedo descubrir lo que soy.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Hay miradas que aplastan y confunden, pero hay miradas que levantan y
<br>salvan. ¿Cómo son nuestras miradas a aquellos que no son como
<br>nosotros, que no piensan como nosotros, ni visten como nosotros, y que
<br>no cumplen la ley como nosotros? Es fácil verlo en uno mismo. El que
<br>condena se encadena al odio, a la venganza, a la envidia... El que se
<br>"ata" al condenado no se libera de él, y su recuerdo le enfurece,
<br>le corroe. En una palabra: Se ha condenado él mismo . Por eso "el
<br>perdón viene a liberar simultáneamente al que perdona y al que es
<br>perdonado" (Cabodevilla).
<br>Gracias, Señor, por hacerme ver la incompatibilidad entre la condena y
<br>el amor Para que la misericordia es producto del amor y el perdón su
<br>principal manifestación. No quiero ser el asesino de mi hermano (cf.
<br>1Jn 3,14-15). ¿Y con qué autoridad puedo condenar si soy un asesino?
<br>Este juicio es figura de nuestro juicio particular con nuestra Familia
<br>Trinitaria. ¿Quién nos acusará? Si Dios nuestro Padre está con
<br>nosotros ¿Quién contra nosotros? ¿Acaso Jesús que dio la vida por
<br>nosotros?, o ¿acaso el Espíritu Santo que es nuestro defensor? .
<br>¡Menos mal que no tenemos que juzgarnos nosotros mismos!
<br>Danos, Señor, esa mirada tuya misericordiosa, para que no nos fijemos
<br>en la paja del ojo del otro, cuando la viga que tengo en el mío no me
<br>deja ver el amor y la misericordia con la que tú me miras.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Seguimos nuestro camino cuaresmal hacia el encuentro pascual con el
<br>Señor. Cada día falta menos. Ya podemos cantar con el profeta Isaías
<br>esta proximidad: "Mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando,
<br>¿no lo notáis?"
<br>Ciertamente, Señor, tú eres un Dios de promesas, el Dios de futuro, A
<br>tu lado nos impulsas el espíritu hacia delante, y no quieres que nos
<br>quedemos con las añoranzas del pasado. (Como alguien comparaba el
<br>conducir un coche: si se mira al retrovisor es para avanzar más
<br>seguros). El pueblo de Israel, si miraba hacia atrás era para recordar
<br>la experiencia de liberación de los egipcios, ¿Por qué no los vas a
<br>liberar ahora, de su nueva esclavitud? Si había abierto un camino en el
<br>mar Rojo, ¿no podía también abrir un camino en el desierto y un río
<br>en el yermo?
<br>Queremos, no sólo caminar, sino también correr como Pablo, el
<br>enamorado de Cristo. El enamorado corre, no se detiene, relativiza todo
<br>lo demás. Seguir a Cristo es cuestión de enamoramiento, y es desde
<br>esta experiencia cuando se pueden dejar muchas cosas
<br>"imprescindibles". En realidad son lastre que no nos dejan correr y
<br>por eso muchos apegos de la vida se nos caen de las manos ante el
<br>conocimiento del Amado. En esta carrera se goza y se avanza más, cuanto
<br>menos lastre tengamos, y cuantas menos cosas tengamos apegadas a nuestro
<br>corazón.
<br>Tú, el Amor, eres la meta y amar es nuestro ejercicio.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Jesús no vino a condenar, sino a salvar . A Jesús le importaba más la
<br>mirada hacia el futuro, un futuro de conversión, que condenar un pasado
<br>de pecado. Anda no peques más. Por eso, para él, la persona está por
<br>encima de la ley .
<br>¿Sería esta pecadora la que te manifestó su gran amor porque había
<br>experimentado un gran perdón, ante aquel fariseo que no tuvo detalles
<br>hacia ti? . Si ciertamente fue la misma, bien te obedeció. Porque sí
<br>anduvo, o mejor dicho corrió, como Pablo, y ante los ojos del fariseo
<br>Simón, consideró como basura aquel costoso perfume que derramó en tus
<br>pies.
<br>Regálanos, Señor, el vernos a nosotros mismos al trasluz de tu mirada
<br>misericordiosa, porque si nos quedásemos con nuestra propia mirada, nos
<br>hundiríamos y seríamos incapaces de levantarnos. Por eso, nos
<br>acercamos a ti agobiados, para que nos alivies de nuestras miradas
<br>mezquinas y de nuestro corazón mediocre, pequeño para amar y grande
<br>para juzgar. Tú, buscador amoroso del pecador e inflexible con el
<br>pecado, nos quieres limpiar absorbiéndolos, haciéndolos tuyos para
<br>pagar por ellos. Tu perdón es redentor. Nos haces criaturas nuevas para
<br>que podamos cantar como el salmista: El Señor ha estado grande con
<br>nosotros y estamos alegres. Me acercaba llorando y ahora corro cantando.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Cada palabra, cada gesto, cada acción de Jesús son de vital
<br>importancia porque van marcando un camino al hombre. Pero este gesto de
<br>Jesús dio un vuelco a la humanidad, fue un gesto revolucionario.
<br> Los fariseos no cuestionaban a la adúltera, sino a Jesús,
<br>sometiéndolo a prueba. O se oponía a la Ley, o permitía la muerte.
<br>Era una trampa sibilina. Si Jesús permitía lapidar a la pecadora,
<br>¿Cómo podría hablar la Iglesia ante tanta crueldad, revanchismo,
<br>condenas de muerte, terrorismo? Hubiera puesto una lápida sobre ella.
<br>Todo estaría justificado, y no habría en la tierra piedras suficientes
<br>para castigar a los que infringen la ley.
<br>¿Quién se atreve a tirar piedras hoy? Los fundamentalistas y
<br>fanáticos, los que miran hacia atrás y no se encuentran con la mirada
<br>de Dios que mira hacia adelante. Quien no ama es un asesino , y ¿Qué
<br>autoridad tiene un asesino para condenar a muerte? ¿Amamos a los que
<br>juzgamos?
<br>Son muchas las tentaciones de ser inquisidores de los demás, de
<br>convertirnos en moralistas y de elevarnos como jueces. No nos dejes caer
<br>en la tentación de incidir en ellas. Líbranos de señalarlos con el
<br>dedo, y por el contrario, danos la humildad de inclinarnos y escribir
<br>con el dedo la palabra "amor", y después señalemos, como el
<br>Bautista, con ese mismo dedo al cordero de Dios que quita el pecado del
<br>mundo (cf. Jn 1,29).Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-77125997002889600952016-03-06T11:41:00.001-08:002016-03-06T11:41:40.751-08:00Semana del 29 de febrero al 6 de marzo4ª CUARESMA
<br>
<br>Jos 5,9-12
<br>Sal 33,2-7
<br>2 Co 5,17-21
<br>Lc 15,1-3
<br>
<br> "Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, ya no merezco llamarme
<br>hijo tuyo"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Lo más genuino de Dios es su amor misericordioso. ("Misericordia es
<br>dar el corazón a los miserables", es aplicar el corazón a la miseria
<br>para redimirla). La misericordia de Dios sobrepasa toda medida y todo
<br>cálculo . Los pecadores son sus hijos, y el amor de padre está por
<br>encima de cualquier concepto de justicia humana. Dios no puede
<br>prescindir de ninguno de sus hijos. Si la medida del amor es amar sin
<br>medida, ¿Cuál será la medida de la misericordia? La bondad de Dios no
<br>está en proporción directa a nuestras buenas obras, sino en su
<br>misericordia. Por eso él busca, espera y provoca la vuelta del pecador,
<br>hasta que lo encuentra.
<br>El desbordante gozo del encuentro del padre con el hijo perdido sacia
<br>plenamente su corazón. Así sucede con el corazón de Dios. Dios no
<br>renuncia a querernos, por grandes que sean nuestros pecados. No le
<br>importa ni le interesa escuchar la lista de desastres que le han
<br>sucedido al hijo, en su ausencia del hogar. Lo que le interesa es el
<br>regreso. Más bien, se afana en hacerse sentir que no renuncia a que le
<br>trate como padre. Y en que él recupere su dignidad de hijo.
<br>Danos ese corazón paternal, Papá, que se compadezca y se estremezca
<br>ante cualquier miseria humana. Quiero estar tan unido a ti, que mi
<br>corazón palpite en sintonía con el tuyo, y pueda ver a mis hermanos
<br>con tus mismos ojos misericordiosos.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Estamos ante la parábola que quizá más lágrimas hayan hecho derramar
<br>a los hombres, a menos que se tenga un corazón de piedra.
<br>La libertad con que trata el Padre al hijo es casi escandalosa, No opuso
<br>resistencia, no tenía obligación de darle la herencia, tampoco trata
<br>de retenerle, ni tan siquiera de disuadirle. Es cuestión de amor y el
<br>amor no se puede obtener por coacción. El Dios del Evangelio sólo
<br>apela a la conciencia. A Dios le importa más la libertad de sus hijos
<br>aunque esto le duela muchísimo.
<br>Nuestro Padre Dios, respetando nuestra libertad, nos deja partir de su
<br>casa, sabiendo que vamos a sufrir por nuestro propio pecado. No será
<br>él el que nos castigue, sino que en nuestro pecado va el castigo de
<br>pasar hambre, llegando a lo más bajo de la degradación. (El cerdo era
<br>animal impuro para el judío) Castigo que ya, desde el primer momento,
<br>sufre nuestro Padre. Lo mismo que les pasa a muchos padres, que sufren
<br>en sus vidas al observar los pasos que dan sus hijos. Pero no pueden
<br>hacer nada, solamente sufrir y esperar su regreso, aguardando que un
<br>día ese hijo se encuentre consigo mismo y con Dios.
<br>Los hombres no somos marionetas en manos de Dios. Estamos hechos para
<br>amar y, para ello, no puede haber la menor coacción e imposición. Por
<br>eso, antes de hacer alianza con el pueblo de Israel, lo liberó de
<br>Egipto. El método de Dios para atraer al hombre es la seducción .
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>El hijo perdido. La herencia son los talentos que Dios nos da para
<br>compartirlos con los demás. Todos tenemos algún talento que hemos
<br>heredado del Padre. De hecho, nada tenemos que no hayamos recibido.
<br>Disponemos de ellos, y somos libres de multiplicarlos o de echarlos a
<br>perder .
<br>El mal uso de los talentos conduce inevitablemente a la pérdida del
<br>amor, y a una dolorosa experiencia de escasez y de vacío, de hambre y
<br>de profunda insatisfacción. Nos convierte en pordioseros, sin más
<br>horizontes que el de "ir tirando" en un ambiente hostil.
<br>Cuánto más te has alejado de Dios, más fuerte ha sido tu
<br>insatisfacción, hasta el punto de caer en la desesperación total de
<br>una vida sin sentido. Pero has sido alcanzado por la misericordia y has
<br>deseado volver a él. ¡Es pura gracia de Dios añorar al Padre y sentir
<br>nostalgia del hogar! La conversión tiene su punto de partida en ese
<br>dolor que sentimos al estar lejos de Dios.
<br>La experiencia del hijo pródigo es universal. Es la de todos nosotros
<br>cuando tenemos la gracia de mirarnos a nosotros mismos y hacer balance
<br>de nuestra vida. ¡Cuántas frustraciones cuando, persiguiendo riquezas,
<br>honores y placeres, te encuentras con unas manos vacías, sin nada que
<br>llevarte a la boca, ni siquiera las algarrobas de los cerdos. Todo ello
<br>es el resultado de una vida basada en vivir sólo para mí mismo, sin
<br>importarme nada los demás.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>El hijo buscado. Dios es un mendigo de la mirada del pecador. Cuando
<br>tú, como hijo perdido, todavía no ves al Padre, por la misma lejanía,
<br>por tus ojos debilitados o ciegos o por tu anemia, el Padre ya te ve a
<br>lo lejos. El ve si te sientas o te levantas, si caminas o estás
<br>acostado. Él conoce bien todos tus pasos . El amor del Padre divisa,
<br>a lo lejos, la figura de su hijo. Sólo el amor ve a tanta distancia. Y
<br>sólo el amor siente compasión. El corazón del Padre intuye el cambio
<br>de su hijo. No puede dejar de amarlo y está en anhelante espera de su
<br>regreso.
<br>Mientras el arrepentimiento va a paso lento, el perdón vuela. Mientras
<br>el hijo camina lentamente, por su falta de vitalidad y por la debilidad
<br>en que ha caído, el Padre bate el record de velocidad. Tiene vértigo
<br>hacia el más miserable de sus hijos y el más necesitado y, por eso
<br>corre a abrazarlo. Tú que sientes tanto vacío de amor, pon tus ojos en
<br>la carrera del Padre, de la cual tú eres su meta, su premio, su razón
<br>para vivir, su gozo. Déjate abrazar.
<br>El abrazo de Dios quema, sana tus heridas, te devuelve el vigor, te hace
<br>seguro en los brazos de la misericordia y te hace decir: "¿Quién
<br>como tú que no te enojas?" (Mi 7,18).
<br>El beso es un signo de perdón. ¡Recupera la confianza! Mira que el
<br>Dios que no te abandona ni te abandonará, quiere hablarte al corazón
<br>. ¡Déjate amar por el amor entrañable de Dios!
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>El hijo encontrado. Ante tanto amor del Padre, hasta el más pecador y
<br>el más alejado de Dios, empieza a hablar. También tú habla con el
<br>Padre. Lo que le vas a decir es importante, pero no tanto como el hecho
<br>de hablarle. El Padre no dejará que acabes diciendo tonterías, como
<br>"trátame como a uno de tus jornaleros". Al contrario, nos trata
<br>como a un invitado de honor. Le es imposible renunciar a su paternidad.
<br>El hijo, al pedir perdón, esperaría escuchar del Padre, alguna
<br>fórmula de reproche, o una expresión que hubiera elaborado en su larga
<br>ausencia, como lo hizo él. Pero el perdón del Padre no son palabras,
<br>porque podrían lastimar al hijo por tiernas que fueran, o porque no
<br>harían otra cosa que recordarle su pecado. El perdón de Dios es
<br>redentor: la ofensa queda anulada, el pecado, absorbido por el infinito
<br>amor del Padre, y el pecador resucita a una nueva vida. Ya no es
<br>siquiera ex-pecador; sino que tiene los "derechos" de hijo de Dios y
<br>heredero de su vida. Es un renacer a la vida. Con el vestido de fiesta
<br>le da una alta distinción, con el anillo, le transmite plenos poderes,
<br>y con el calzado, lo eleva a hombre libre. Hay un gran contraste entre
<br>el hambre que padece fuera de casa, y el banquete de fiesta que se le
<br>prepara.
<br>Tú nos desbordas, Padre. Te pedimos perdón y nos dices: "¿Qué
<br>perdón? Nunca te he cerrado mi corazón, y siempre has tenido la puerta
<br>abierta. No te esperaba para perdonarte, sino para celebrar la
<br>fiesta".
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>La falta de alegría del hermano. ¿Cómo preguntó por lo que pasaba en
<br>la casa para tener esa fiesta? ¡Qué poco conocía el corazón del
<br>Padre!, ya que sólo podría haber un motivo para hacer fiesta en esa
<br>casa: El regreso de aquel hijo que un día le había dado la espalda.
<br>Con la actitud del hijo mayor, el que no se ha ido de la casa paterna,
<br>nos podemos identificar muchos de los que nos llamamos cristianos, y
<br>miramos a los demás por encima del hombro. El se había acostumbrado a
<br>vivir sin su hermano.
<br>Tal vez tú también estás familiarizado a vivir sin él, sin éste
<br>que, por ser tan distinto a ti, parece que no merece un lugar en la
<br>familia. Tal vez no cuentes con su posible regreso, y mucho menos con
<br>que se le reciba con fiesta. ¡Qué diferente es tener un corazón de
<br>hermano a tenerlo de Padre!
<br>El Padre tiene que volver a salir al encuentro del mayor, como lo hizo
<br>con el menor. Pero mientras que la reacción del menor es de dejarse
<br>amar, la del mayor es de insensibilidad y dureza de corazón. ¡Cuántas
<br>veces los que nos creemos estar más cerca del Padre, estamos más
<br>lejos. Y nos sentimos siervos en lugar de hijos cuando decimos: "Llevo
<br>tanto tiempo que te sirvo, voy a misa, hago oración..."
<br>Padre, ya conozco la experiencia del hijo mayor. Hazme gozar la del hijo
<br>menor, la de recapacitar que no merezco llamarme hijo tuyo, pero que
<br>tú me esperas para abrazarme.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>El tercer hijo. En la parábola hay otro personaje, hay un tercer hijo
<br>que no aparece en el relato. Es el que lo cuenta: Jesús.
<br>El nos da la verdadera talla, medida, grandeza y gozo del amor fraterno.
<br>El goza y experimenta el más profundo y fuerte amor del Padre, y ese
<br>mismo amor quiere que lo experimenten todos los demás, nosotros, sus
<br>hermanos. Y la medida de la talla es la de dar la vida por los
<br>pecadores, haciendo suyo el pecado para darnos su misma vida .
<br>Hazme ver, Padre, la parte de culpa que tengo en que muchos hermanos no
<br>te conozcan y, por eso, no vuelven a ti. Mis juicios han sido como los
<br>del hijo mayor. Muchos se sienten fuera de casa y no entran por la mala
<br>cara que les ponemos los cristianos. Caras largas y de reproche, en
<br>lugar de ponerlas de misericordia, acogida y alegría.
<br>Pon la cara del Padre, sé misericordioso y alégrate con el hermano que
<br>se convierte. Has gozado siempre del amor del Padre, no has padecido
<br>hambre fuera de casa, y no te has hecho esclavo de nadie. ¿Qué pierdes
<br>en que el otro sea amado? ¿Se te quita algo? ¿Sientes que es una
<br>injusticia? El perdón está por encima de la justicia .
<br>María, Madre de Misericordia, intercede por nosotros para darnos esa
<br>actitud de perdón. Porque en el trato diario hay muchos roces con
<br>nuestros seres queridos y cercanos, y muchos motivos para pedir perdón.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-56959220023426099292016-03-06T11:35:00.001-08:002016-03-06T11:35:23.536-08:00Semana del 22 al 28 de febrero3ª CUARESMA
<br>
<br>Ex 3,1-8.13-15
<br>Sal 102,1-11
<br>1 Co 10,1-6.10-12
<br>Lc 13,1-9
<br>
<br>
<br>"El Señor es compasivo y misericordioso"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Moisés, como todo hombre, quiere conocer el nombre de Dios. Para un
<br>semita, un nombre propio es ya una definición de la persona que lo
<br>lleva. Pero Dios es indefinible totalmente. Si el hombre fuera capaz de
<br>definir a Dios. ¡Qué dios tan pequeño sería! ¡Qué frustración
<br>para nosotros! "Soy el que soy" queda abierto al misterio de la
<br>grandeza de Dios. Nos quiere decir que es el origen y fuente de todo
<br>ser. El es la presencia en el pueblo de Israel. El es el que nuestro
<br>corazón busca con verdadera pasión. Cuando clamamos por la vida, por
<br>la felicidad, por el amor, por el sentido de nuestra vida, él nos
<br>responde: "Yo soy". Cuando desesperadamente preguntamos a Dios
<br>dónde está, él nos dice: "Yo estoy contigo".
<br>Gracias, Papá, por no ser un Dios de definiciones, ni ideas, sino que
<br>eres un Dios de "relaciones". ¡Cuánto contenido me dice Juan en su
<br>primera carta: "Dios es amor"! Tú te encarnas en mi historia, en mi
<br>vida. Tú sólo quieres que te conozcamos por la experiencia: Eres el
<br>Dios de nuestros padres. La alegría más grande que me das es tu deseo
<br>de que te llamemos Padre. ¡Qué oración más hermosa llamarte
<br>"Abbá" (Papá) . Levantarme cada día y poder decirte: "Buenos
<br>días Papá". Eso me da la fuerza suficiente para mantenerme alegre y
<br>superar todas las dificultades ¿Qué me podrá suceder si tú estás
<br>conmigo?
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Somos hijos queridos y deseados eternamente por nuestro Padre Dios. El
<br>está pendiente de nosotros, llevándonos tatuados allí donde más a su
<br>vista estamos: En las palmas de sus manos . Por tanto, ve la opresión
<br>de sus hijos y oye su clamor, dándose cuenta de sus sufrimientos. Él
<br>lo sufre en su propio ser. ¿Qué padre no sufre el dolor sus hijos?
<br>Puede que los haya, pero Dios no es indiferente al sufrimiento de todos
<br>los hombres.
<br>Dios llamó a Moisés por su nombre (Llamar a una persona por su nombre
<br>es un signo de amistad, estima y confianza). Lo llama a la gran misión
<br>de la liberación de Israel de la opresión de los egipcios.
<br>Era un pueblo oprimido y al servicio del Faraón. Hoy tenemos
<br>"faraones" más tiranos y más fuertes a los cuales servimos, e
<br>incluso les rendimos culto. Ellos son las filosofías individualistas y
<br>materialistas que nos oprimen sin darnos cuenta, la publicidad y
<br>propaganda que nos embotan la mente, diciendo lo que tenemos que
<br>comprar, hacer, vivir; los políticos y economistas que nos dicen como
<br>tenemos que vivir, hacer, pensar, creer... ¿Somos libres?
<br>Si tú ves todo esto, es que el Señor te está llamando por tu nombre,
<br>como un día llamó a Moisés. El está poniendo su confianza en ti.
<br>Acércate a la zarza ardiendo de la oración y escucha. No temas porque
<br>no te va a pedir nada que supere tus fuerzas. El te ayudará.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>"Yo no soy Moisés", "Yo no soy capaz", decimos. ¿No crees que
<br>Moisés no estaba tranquilo escondido en el desierto con su ganado,
<br>viviendo cómodamente con su mujer y sus hijos? ¿Crees que Moisés se
<br>sintió más capaz que tú? La importancia de Moisés no está en sus
<br>cualidades ni en sus capacidades, ya que él mismo se siente incapaz de
<br>tal misión. Su importancia está en su docilidad a dejarse llevar por
<br>Dios, a dejarse tocar por ese fuego purificador del diálogo con Dios.
<br>Dios no necesita ni quiere hombres capaces, sino hombres dóciles que
<br>crean en él y en su poder.
<br>¿Te sientes pequeño?, estupendo; ¿Te sientes nada?, mejor. Esto ya es
<br>una "gracia", porque te haces pobre de espíritu y necesitado de
<br>Dios. Dios quiere hombres y no "dioses" que se sientan capaces de
<br>comerse el mundo. La fuerza de Dios está en tu pobreza .
<br>El Egipto de ayer es el "primer mundo" de hoy, tierra de
<br>"porvenir" para muchos inmigrantes, donde están pasando la misma
<br>situación que aquellos que liberó Dios por la mano de Moisés. Aquí
<br>se ven oprimidos y humillados. ¿Es que tiene que ser así la historia
<br>de la Humanidad, en la que el grande engorde comiéndose al pequeño?
<br>No, porque esto no es el plan de Dios sobre el hombre. ¿Cerramos los
<br>ojos para no ver y los oídos para no oír? ¡Cuántos equilibrios y
<br>razonamientos tenemos que hacer para no imitar al buen samaritano!
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Pero el Faraón de los faraones es el pecado. La liberación física y
<br>material hecha por Moisés fue un "rescate" sin pago alguno. Esta
<br>liberación sería figura de otra más importante, la que hizo Jesús
<br>rescatándonos de las garras del pecado al precio de su sangre. Esta nos
<br>dio la libertad de los hijos de Dios .
<br>Gracias, Padre. Nunca seré consciente del valor que cada uno de
<br>nosotros tenemos para ti. Dame tus ojos para verme como tú me ves, y
<br>así gozar y anunciar a todos mis hermanos la verdad de lo que son: No
<br>solamente hijos de Dios, sino también herederos y participantes de tu
<br>misma vida eterna .
<br>Esto sobrepasa todo sueño e imaginación. El orgulloso que es definido
<br>por el que se estima en mucho más de lo que, es ahora que el orgulloso
<br>siempre se estima en mucho menos de lo que es en realidad. Somos, no lo
<br>que nos creemos, sino lo que estamos llamados a ser para Dios.
<br>Igual que un niño se siente feliz, seguro y alegre, cuando experimenta
<br>el amor de sus padres, así yo también experimento la liberación de
<br>los miedos y angustias cuando siento tu corazón de Padre, la gracia de
<br>la fe por los méritos de tu Hijo, y la guía del Espíritu Santo que me
<br>empuja al encuentro con mis hermanos. ¿Cómo les llevaré tu
<br>liberación y les mostraré que son miembros de tu Familia, llamados a
<br>vivir en la libertad de los hijos de Dios?
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Nuestro Padre Dios, al igual que todo padre, quiere para sus hijos el
<br>pleno desarrollo; nos da la libertad para que seamos responsables,
<br>maduros y capaces de dar fruto.
<br>Para liberar a los oprimidos, un día se valió de Moisés; otro día,
<br>de María... hoy se vuelve a ti y a mí, y nos muestra el mundo. Si
<br>vemos las injusticias, oímos el clamor y nos fijamos en sus
<br>sufrimientos, es que la savia de la gracia de Dios pasa por nosotros. No
<br>somos higueras secas plantadas en este mundo, y si no damos fruto
<br>tampoco nos arrancará. Él espera y espera, porque el Señor tiene
<br>paciencia con nosotros. Su paciencia es nuestra salvación .
<br>Acerquémonos más a la zarza ardiente de la oración del Viñador, para
<br>que nos caliente más el corazón y nos haga ver que somos sus pies, sus
<br>manos y su boca. De este modo llevaremos su mensaje de liberación,
<br>allí donde El Espíritu Santo nos lo haga ver.
<br>Donde tú estás, en tus ambientes, él cuenta contigo, y lo que tú no
<br>hagas quedará sin hacer. Es grande la repercusión de nuestras
<br>pequeñas opciones. ¿Sabía la hija del Faraón que la trascendencia de
<br>su acción compasiva iba llegar a afectar a tu vida y a mi vida? No, y
<br>moriría sin saberlo. Así nuestras acciones tienen una repercusión por
<br>generaciones que no podemos ni imaginar.
<br>¡Qué inconsciente soy, Señor, cuando oigo tu clamor, y pienso que la
<br>llamada es para otros con más responsabilidades humanas que yo.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>La higuera estéril nos habla de la paciencia de Dios con nosotros. El
<br>cristiano no debe abusar de la paciencia de Dios, no porque lo vaya a
<br>castigar o destruir, porque su paciencia es infinita, sino que el no dar
<br>fruto es condenarse uno mismo a la esterilidad.
<br>Al igual que una higuera, al no dar frutos, sólo vive del follaje, así
<br>la persona que no da frutos de vida, y sólo vive de las apariencias y
<br>de la vanidad, es una vida sin sentido.,
<br>Condenarse a una vida sin sentido es sufrir la frustración de la nada,
<br>es vivir con el miedo del que entierra el talento .
<br>Tenemos más talentos de los que creemos. El mejor de ellos es la fe; no
<br>la ocultes porque lo que no se propaga se apaga.
<br>Sólo unidos a ti, como el sarmiento a la vid, podemos dar fruto . Por
<br>eso, Señor, no me importa que tu mano tierna y amorosa vayas podando mi
<br>orgullo, mi vanidad, mi pereza, mis malos humores, en fin, todo aquello
<br>que no permite que te pueda dar los frutos que esperas. Sé que todo
<br>corte duele, pero ¡Qué alegría para mí el saber que mi vida te pueda
<br>ser útil! ¡Quién sabe! Quizás los frutos no los vea, como la hija
<br>del Faraón, pero que te pueda decir:
<br>Me di sin tender la mano
<br>para cobrar el favor,
<br>me di en salud y dolor
<br>a todos, y de tal suerte
<br>que me ha encontrado la muerte
<br>sin nada más que el amor
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>El ser cristiano no es garantía de agradar a Dios, como les pasó a los
<br>Israelitas que estaban bajo el amparo de la nube de Dios, y
<br>sustentados por el mismo alimento espiritual. El verdadero cristiano no
<br>es aquél que cree solamente en Dios, sino el que cree a Dios y, por
<br>tanto, se adhiere a él con todo el corazón, con todas sus fuerzas y
<br>con toda su mente. "La fe es ante todo una adhesión personal del
<br>hombre a Dios" (NC 150).
<br>Cuántas veces me las doy de cristiano y no me detengo a escuchar tu
<br>palabra, tu proyecto sobre mí, a escuchar que es lo te agrada. ¿Qué
<br>hijo soy que no hablo con mi padre?, ¿No me interesan sus proyectos?
<br>¿No me interesa lo que pasa por su corazón, lo que le preocupa? A
<br>todo padre le preocupa el sufrimiento de los hijos, el que no sean
<br>felices ¡Qué otra cosa le puede preocupar! Espera del hijo
<br>responsable, que conoce lo que pasa en la casa, que salga al encuentro
<br>del hermano para llevarle a una tierra fértil donde, regado por el amor
<br>de Dios, pueda dar frutos.
<br>María, nuestra Madre, nos puede enseñar a escuchar a Dios. Ella fue la
<br>perfecta y fiel discípula de Dios, atenta a su palabra y con la plena
<br>docilidad para llevarla a cabo. Por eso pudo cantar: "Mi alma
<br>engrandece al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
<br>porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava..." (Lc 1
<br>46-48). Hoy se fija en ti. No pierdas la oportunidad de poder cantar tú
<br>lo mismo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-54521466723959474632016-03-06T11:29:00.001-08:002016-03-06T11:29:22.998-08:00Semana del 15 al 21 de febreroCiclo C
<br>
<br>
<br>2ª CUARESMA
<br>
<br>Gn, 15,5-12.17-18
<br>Sal 26,1.7-9.13-14
<br>Flp 3,17-4,1
<br>Lc 9,28-36
<br>
<br>
<br> "Mira al cielo, cuenta las estrellas si puedes. Así será tu
<br>descendencia"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Ser cristiano es caminar contra corriente de la dirección que la
<br>sociedad nos empuja. Es necesaria la fuerza de la fe para ver la
<br>Resurrección detrás de la cruz más inmediata. Los discípulos de
<br>Jesús, y hasta el mismo Jesús, necesitaban de la experiencia del Tabor
<br>para seguir el camino hacia Jerusalén, hacia la cruz.
<br>Queremos, Señor, caminar alegres por la cuaresma de nuestra vida, pero
<br>tú ya sabes de nuestra mirada miope, que sólo ve las dificultades, los
<br>problemas, las debilidades y las incomodidades. Queremos seguirte y
<br>decirte sí, pero cada día se nos hace más difícil confesar nuestra
<br>fe. ¿Será que no la tenemos? Necesitamos que tú nos animes , nos
<br>hagas elevar la mirada hacia ti y poderte escuchar tus palabras de
<br>ánimo, como un padre anima a su hijo a superarse, haciéndole ver su
<br>verdadero destino.
<br>Entiendo tu respuesta: "Haz ese pequeño esfuerzo de subir a la
<br>montaña y escúchame. Quiero hablarte al corazón. Tú eres mi hijo, y
<br>no te voy a quitar las dificultades porque quiero que las venzas, y esto
<br>te dará gozo porque te ayudará a desarrollarte. Todo hombre se curte
<br>en las dificultades. ¡Ánimo!, yo te daré la fuerza necesaria. Si soy
<br>tu Padre ¿cómo no voy a estar pendiente de ti? Sal de tu tierra, como
<br>Abrahán, camina hacia tu Patria porque tú eres ciudadano del cielo".
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Nuestro Dios es un Dios de las promesas, es un Dios que nos abre a la
<br>esperanza. El camino de las promesas es para hombres de fe, porque son
<br>promesas basadas en la palabra de Dios. Pero es una palabra que se
<br>cumple, y no como palabra de hombre que muchas veces se las lleva el
<br>viento. Se cumplió con Abrahán, con su descendencia y, en Cristo, con
<br>su Resurrección. Porque Abrahán creyó, nosotros somos sus hijos en la
<br>fe. Porque María creyó, Dios se encarnó en ella. Porque Jesús hizo
<br>la voluntad del Padre, nosotros somos hombres nuevos, hijos de Dios y
<br>herederos de sus promesas.
<br>Si tú crees, Dios hará maravillas en ti. La fuerza del Espíritu en
<br>cada hombre que se abre a la fe y se pone a su disposición,
<br>transformará su imagen de Adán en la de Cristo, y su humanidad se
<br>transfigurará en atisbos de divinidad.
<br>La Transfiguración fue tan sólo un pequeño atisbo, sólo aquello que
<br>nuestra pequeña capacidad humana puede percibir, igual que Moisés vio
<br>una parte de la gloria . La gloria de Dios es un misterio, y lo que los
<br>discípulos vieron fue tan sólo un milagro.
<br>Gracias, Señor, porque tú quieres y nos posibilitas para que, con
<br>nuestras vidas, podamos también crear esos pequeños tabores en
<br>nuestros ambientes y podamos decir: "¡Qué bien se está aquí,
<br>montemos una tienda!". Danos esa capacidad de amar para hacer un mundo
<br>más humano, más divino.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Cuando tú, Señor, me regalas una experiencia de Tabor, ¿Debo
<br>prepararme para una cruz? Porque sabemos que tú nos capacitas para
<br>aquello que nos pides. Como te pedía San Agustín: "Pídeme lo que
<br>quieras, pero dame lo que me pides".
<br>Cuando el hombre experimenta la dificultad que pone a prueba su calidad
<br>y entereza, siente una resistencia natural, y tiende a rechazar la
<br>confrontación, a escabullir el momento del dolor. Es un momento
<br>difícil, delicado, en el que la persona puede avanzar o refugiarse en
<br>otras seguridades que acaban esclavizándole.
<br>Dios no nos quita el dolor, como tampoco evitó a Jesús la cruz, pero
<br>con él se hace más llevadero. La fe es como el Tabor, no te quita la
<br>cruz, pero te permite superarla y abrirte a la esperanza de la
<br>Resurrección. Es tocar el cielo dándote la fuerza para avanzar. Por
<br>eso, podemos decir que la fe es para la vida. El hombre de fe puede
<br>superar las cruces, porque sabe que éstas no tienen la última palabra.
<br>Tú, Señor, no quieres que los dolores nos hundan en la desesperación,
<br>sino que puedan producir frutos de redención, uniéndolos a los tuyos.
<br>Regálanos el ir acostumbrándonos a poner nuestras pequeñas o grandes
<br>cruces cotidianas, enfermedades, achaques, problemas, en tus manos para
<br>que produzcan frutos de vida eterna. Debemos vivir los dolores y
<br>relativizarlos desde tu mirada y, por supuesto, hacer todo lo que
<br>podamos por remediarlos.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>En la vida siempre está la tentación de acomodarse, de instalarse en
<br>los pequeños logros humanos, de la posición social, de la seguridad
<br>económica y del bienestar, renunciando a caminar hacia donde queremos
<br>construir la tienda. El pueblo de Israel también sufrió la tentación
<br>de volver a la esclavitud de Egipto . Así cuando se paró en el éxodo
<br>por el desierto, se puso a adorar al becerro de oro.
<br>Líbranos, Señor, de pararnos en esas pequeñas satisfacciones que,
<br>como droga espiritual, nos conducen a la rutina del "cumplimiento"
<br>(cumplo y miento) religioso, y que nos cortan las alas para de avanzar
<br>hacia la tierra prometida. Danos hambre y sed de ti para convertirnos en
<br>buscadores de tu rostro. Danos hambre y sed de tu palabra para que
<br>oigamos como nos dices: Buscad mi rostro (Sal 26,8). Que esta Cuaresma
<br>sea un caminar con alegría a tu encuentro amoroso. "La alegría y el
<br>amor son dos gigantescas alas para las grandes empresas" (Goethe).
<br>Sólo cuando somos pobres de espíritu y conscientes de nuestras
<br>limitaciones, nos abrimos al Señor, y él nos colma con mucho más de
<br>lo que le pedimos o soñamos. Abrahán soñaba con un hijo, y Dios le
<br>está dando generaciones. Pedro pedía al Señor una tienda en el monte
<br>Tabor, y el Señor le da el participar de la misma naturaleza de Dios .
<br>Pidámosle solamente abrir nuestras manos, para recibir todo lo que él
<br>nos quiera dar.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>"Este es mi Hijo, el escogido; escuchadlo". ¿A quién escuchamos
<br>hoy? ¿Con qué periódico, emisora de radio o televisión, hago
<br>oración? ¿Quién maneja nuestras vidas? ¿Los políticos y los
<br>economistas?, ¿Qué razones nos dan para vivir, para la entrega, para
<br>el amor...? Nos quieren vender un "pseudoprogreso" que deja al
<br>hombre en el más absoluto vacío moral y espiritual. Así, lo
<br>convierten en un contenedor de bienes de consumo, totalmente
<br>paralizado, adorando a los dioses dinero, prestigio, incultura…
<br>Dame la suficiente fuerza, Señor, para que yo sea altavoz y "medio de
<br>comunicación" de tu palabra, y lleve tu programa de vida a mis
<br>hermanos, que se encuentran inmovilizados en sus pequeños "tabores"
<br>materialistas. Auméntanos la fe para que soltemos ese pesado lastre,
<br>que no nos deja caminar alegremente hacia nuestro auténtico progreso.
<br>El progreso: en el amor y en la entrega generosa.
<br>La Transfiguración es el "discurso" de Dios: "No te quedes en el
<br>monte, no vivas de las migajas, no te instales, camina hacia la
<br>Pascua". Cuando el Padre dice: Este es mi Hijo, escuchadle, el Hijo
<br>nos dice: Seguidme. El va delante. Él es el camino, la verdad y la
<br>vida .
<br>Regálame, Señor, una experiencia de Tabor con sabor a cielo para estar
<br>más unido a ti, y no perderte de vista entre tanta oscuridad.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Dios sacó fuera a Abrahán para que mirara al cielo y contara las
<br>estrellas. Así nos quiere sacar fuera de nosotros mismos. Y de nuestra
<br>miopía porque miremos al cielo porque somos ciudadanos de él.
<br>Abrahán, caminando en promesas, es nuestro padre en la fe. La fe es
<br>riesgo y salto en el vacío humano, para dar en el océano de Dios. El
<br>salto gigante de fe que se le pide a María, en las condiciones de una
<br>mujer de su tiempo, lo da con una elegancia extrema. Simplemente dice:
<br>"Hágase" , pero con un convencimiento firme de que para Dios nada
<br>hay imposible.
<br>Eres tú, Trinidad, en nuestro corazón, quien día a día levantas de
<br>nuevo nuestras palabras y pensamientos del humano pesimismo, a tu
<br>proyecto de humanidad nueva. "El amor del Padre, la voz del Espíritu
<br>Santo, el diálogo constante con Jesús y la mirada penetrante de
<br>María, proyectan nuestras vidas y nos fuerzan a aplicarlas
<br>integralmente sobre el Cuerpo Místico de Cristo" (Est VD 246).
<br>Orar es acoger la presencia de Dios que quiere manifestarse a nosotros.
<br>No para pedirnos nada, sino para que descubramos nuestra propia grandeza
<br>y nuestras posibilidades, y darnos fuerza para desarrollarlas . Vivir
<br>unidos a la Trinidad nos dará la dicha de participar con el Hijo su
<br>camino cuaresmal hacia la Pascua.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>El encuentro con la Palabra de Dios es encuentro con su persona viva,
<br>que pretende lograr de nosotros una imagen nueva, desconocida: La imagen
<br>de Cristo.
<br>Hoy el Señor nos invita a cada uno de nosotros, al igual que a Pedro,
<br>Santiago y Juan, a subir al Tabor. Nos invita a hacer el esfuerzo de la
<br>subida al monte de la oración y a hacer ese diálogo con la Trinidad,
<br>donde lo más importante es la escucha. Es un Tabor donde, por la fe,
<br>nos encontramos con las tres Divinas Personas (La voz del Padre, la
<br>presencia del Hijo y la nube, como símbolo del Espíritu Santo). Ellos
<br>que nos ven como los que estamos llamados a ser transfigurados, y
<br>partícipes de la gloria divina. Así tienen que vernos los demás
<br>cuando hacemos una oración auténtica: transformados y transfigurados
<br>para que ellos deseen también participar de ese gozo de vivir, convivir
<br>y dialogar contigo, Señor-
<br>Gracias, Padre, por hacernos tus hijos escogidos, y por la confianza que
<br>has puesto en nosotros, mostrándonos el rostro desfigurado de tu Hijo,
<br>en tantos hermanos nuestros e hijos amados tuyos, que sufren en su
<br>cuerpo y espíritu las cruces del dolor, la opresión, la injusticia y
<br>el sin sentido de la vida. Gracias por invitarnos a llevarles tu palabra
<br>salvadora, capaz de transformar sus vidas y transfigurar sus rostros.
<br>Hay pocos obreros para tanta mies , ¿Quieres tú participar en el gozo
<br>de transfigurar tantos rostros desfigurados?Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-118807452433635502016-03-06T11:23:00.001-08:002016-03-06T11:23:30.053-08:00Semana del 8 al 14 de febreroCiclo C
<br>
<br>
<br>1ª CUARESMA
<br>
<br>Dt 26,4-10
<br>Sal 90,1-2.10-15
<br>Rm 10,8-13
<br>Lc 4,1-13
<br>
<br>"No sólo de pan vive el hombre"
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br> La liturgia de Cuaresma es una invitación a entrar en el misterio del
<br>hombre. Es como una película de la existencia humana vista desde la
<br>palabra de Dios, para que el hombre reoriente su vida hacia su verdadero
<br>destino: La Pascua. Caminemos ligeros de equipaje, dejando muchas cosas,
<br> como dice la vieja copla:
<br>No metas en las alforjas // lo que no vayas a usar // son más largos
<br>los caminos // "pal" que va "cargao" de más.
<br>Nuestra existencia terrenal es como el pueblo de Israel caminando por el
<br>desierto en busca de su verdadera patria. Es pues, como el Éxodo, un
<br>camino de liberación, un camino de esperanza .
<br>La vida del cristiano es una cuaresma en la que no se queda parado sino
<br>que, como Abrahán, camina con sus mismas actitudes, emprendiendo un
<br>camino de esperanza, impulsado por la fe, hacia la tierra prometida. Es
<br>como la de un peregrino, que camina por tierra extraña en busca de su
<br>verdadera Patria. No es un camino de rosas. Constantemente estamos
<br>acechados por tentaciones y vientos que nos sacan de la ruta trazada con
<br>el bautismo, como le pasó a Jesús. Es un tiempo de gracia, no un
<br>tiempo de rebajas. La gracia se nos da gratis pero no es barata porque
<br>ha costado el precio de la sangre de Cristo.
<br>Tú, Señor, has invertido mucho en este viaje, por eso estamos seguros
<br>que nos ayudarás a vencer cualquier dificultad.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Pero tampoco hay que ver la Cuaresma como un camino doloroso y triste.
<br>¿Quién cree que el tiempo de Cuaresma es un tiempo de tristeza?
<br>¿Quién dice que la Cuaresma es triste? no ha entendido su verdadero
<br>sentido. La Cuaresma pierde todo sentido si el "viaje" nos lleva a
<br>la nada. El viaje se goza cuando lo que se espera no es una cosa, sino
<br>alguien y más todavía si es Alguien el que nos espera, y que nos va
<br>haciendo señas ya antes de llegar. Es Alguien que nos recibe con los
<br>brazos abiertos. El destino de la Cuaresma es la Pascua. Nos espera
<br>Alguien muy familiar, nos espera nuestro Padre-Dios. Eso hace que
<br>saboreemos el viaje, que gocemos cada etapa del mismo, aumentando este
<br>gozo cuanto más cerca nos encontremos. Esa perspectiva de la Cuaresma
<br>hace que el viaje sea alegre y de esperanza; y esa alegría y esperanza
<br>es la fuerza que necesitamos para vencer los obstáculos del viaje.
<br>Es un tiempo de purificación , y de echar por la borda todo aquello que
<br>no nos permite avanzar alegremente: Los apegos de nuestro corazón,
<br>riquezas, honores y placeres.
<br>Gracias, Señor, como el navegante, cada cierto tiempo, tiene que
<br>pararse y buscar su verdadera posición, y desde ahí, trazar el nuevo
<br>rumbo que le conduzca a su destino, así tú nos regalas este tiempo
<br>para que hagamos un parón en nuestras vidas y que puedan ser
<br>reorientadas a la luz de tu palabra.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>La Cuaresma es un viaje por etapas. Cada semana es una etapa menos para
<br>el feliz encuentro. Es un camino de liberación y de salvación, como lo
<br>fue, para el pueblo de Israel, el Éxodo. La Cuaresma nos lleva a la
<br>libertad total de la Pascua, pero por el camino tenemos que ir
<br>liberándonos de muchas cosas. Es un camino de conversión interior. Se
<br>necesita un buen equipo de viaje: La austeridad, el desprendimiento y la
<br>oración.
<br>La caridad va con el desprendimiento. Caridad no es dar lo que sobra
<br>para acallar nuestras conciencias, sino que es darse uno mismo. Es un
<br>desprendimiento interior que nos facilita el desprendimiento exterior.
<br>Es necesario para la libertad no apegarse a los bienes materiales ya que
<br>los deseos de tener y retener nos esclaviza y no nos hace libres. Las
<br>ataduras a los bienes no se miden por la cantidad o por la longitud de
<br>la cuerda, sino por la intensidad y por el grosor de ésta .
<br>Las riquezas son un lastre que nos impide caminar con holgura y ánimo
<br>alegre. San Agustín decía que las riquezas son una carga: Vas por el
<br>camino, pero muy cargado, andas mal. A tu lado camina el pobre y anda
<br>mal, porque no tiene fuerzas. Dale al pobre parte de tu carga. Tú te
<br>aligeras y él se fortalece. Los dos caminaréis mejor. Las riquezas que
<br>dejes en el Banco de los pobres, te los encontrarás después, allá
<br>arriba, en el Banco de los cielos con altos intereses.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Jesús se preparó en el desierto ayunando. En este tiempo nos invita
<br>a hacer lo mismo: Hacer desierto en nosotros y dejarnos guiar por el
<br>Espíritu Santo.
<br>Austeridad y ayuno es rechazar los ecos de los dulces y engañosos
<br>cantos de las sirenas del consumismo y de los placeres desordenados que
<br>nos sacan de nuestra ruta. Saber resistir a todo eso es ejercitarse para
<br>ser más dueños de sí mismos, Es ser más libres. Saber decir "no"
<br>a todas esas llamadas. Es decir "si" a seguir por el camino de Dios.
<br>La oración es el sistema de navegación que nos guía, orienta y
<br>conduce a puerto. Es escuchar al Espíritu que nos susurra indicándonos
<br>el camino, y nos da ánimos para vencer las dificultades. Abrirse al
<br>Espíritu es desplegar la vela para que su soplo nos empuje y nos lleve
<br>con ímpetu y en voladas.
<br>En este viaje no vamos solos. Vamos, como Iglesia en su "viaje de
<br>novios" con Cristo. Es el viaje nupcial de la Iglesia con su esposo:
<br>Cristo. ¿Es éste un viaje triste? Es un viaje con el amado, es un
<br>viaje para vivir y cantar el "Cantar de los Cantares": "¡Qué
<br>bella eres, amada mía, qué bella eres! Palomas son tus ojos a través
<br>de tu velo..." (Cnt 4,1). "Yo dormía, pero mi corazón vela. ¡La
<br>voz de mi amado que llama!: "¡Ábreme, hermana mía, amiga mía,
<br>paloma mía, mi perfecta!..." (Cnt 5,2). "Yo soy para mi amado y mi
<br>amado es para mí" (Cnt 6,3).
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Sobre Jesús actuaban dos espíritus: el "bueno" y el "malo".
<br>(El Espíritu Santo y el Diablo), como actúan en cada uno de nosotros.
<br>Las tentaciones acompañaron a Jesús durante toda su vida, como nos
<br>acompañan a nosotros. Prueba de ello estando en la cruz, el diablo le
<br>tentó por boca del pueblo que decía: "si eres el Hijo de Dios, baja
<br>de la cruz" (Mt 27,40).
<br>Pablo VI calificaba al Diablo como un ser viviente, espiritual,
<br>pervertido y pervertidor, realidad terrible, misteriosa… Es el
<br>seductor y taimado que sabe insinuarse en nosotros por los sentidos, la
<br>imaginación, la concupiscencia, la lógica utópica, las relaciones
<br>sociales desordenadas.
<br>Y su táctica más importante es pasar inadvertido, ignorado negar su
<br>existencia Así puede trabajar libremente a la sombra del hombre que
<br>echa la culpa al mal estructural, y así se siente "liberado" de
<br>pecado personal.
<br>Es una criatura muy inteligente, que sabe tanto por sabio como por
<br>viejo, y con el cual no podemos echar un pulso. El Señor nos enseña
<br>que tenemos que pedir su ayuda, porque él es el que pone límites a las
<br>tentaciones .
<br>A los que más ataca el Diablo son a los que quieren seguir a Cristo y
<br>en especial, en los momentos de oración, como hizo con Jesús .
<br>El Diablo no se oponía a los proyectos de Jesús; es más, parecía
<br>ayudarle insinuándole caminos más eficaces, sin tener que pasar por la
<br>cruz. Así nos puede pasar a nosotros cuando vamos a la oración con
<br>nuestros proyectos y buscando en la palabra de Dios su aval, y no los
<br>que Dios nos dice.
<br>La gran ayuda nos viene de María. Pongámonos en sus manos.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>¡Cuánto nos enseñas, Jesús, con las tentaciones que tuviste! ¡Son
<br>tan parecidas a las nuestras! Tentaciones de poder, de gloria, de hacer
<br>milagros, y hasta tentaciones de hacer buenas acciones para solucionar
<br>los problemas humanos. En definitiva, hacer las cosas a nuestra manera y
<br>no a la de Dios. Pero todas las venciste con la palabra de Dios:
<br>"Está escrito que..."
<br>Señor, líbrame de la tentación del consumismo que nos esclaviza. Del
<br>pedir milagros para convertir las piedras en pan o los euros en
<br>artículo de lujo. Concédeme el milagro de compartir mis panes y mis
<br>monedas, para que todos podamos sentarnos a la misma mesa de nuestro
<br>Padre, que goza con vernos vivir en comunión y fraternidad.
<br>La oración, más que pedir, es escuchar lo que Dios quiere decirnos por
<br>medio su palabra. Vayamos a Dios con el corazón abierto, pobres de
<br>espíritu, con papel en blanco, para que él escriba su voluntad, que
<br>muchas veces será ¡muy diferente a la nuestra!
<br>Gracias, Señor, porque nos enseñaste que no sólo de pan vive el
<br>hombre, sino de tu palabra que es el tesoro más hermoso que podemos
<br>tener. Dialogar contigo es ir encontrando las claves de nuestra vida,
<br>contrastar los espejismos de felicidad mundana con el pozo profundo de
<br>tu corazón y descubrir, "pétalo a pétalo", la inmensa riqueza y
<br>belleza de tu proyecto de Amor.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Caminar con Jesús, por él y en él, en un clima de oración y de trato
<br>amoroso, nos llevará a sintonizar con sus sentimientos, y a hacernos
<br>sentir protagonistas de una historia de amor sin límites . No se cansa
<br>de decirte que tú eres su amigo y que solamente desea que le aceptes
<br>como Aquel que te ha adquirido y que te ha comprado a gran precio . No
<br>puede vivir sin amarte. Descubre el gran amor que te tiene a ti que
<br>vives tan reseco por falta de amor.
<br>En este camino hacia Jerusalén, dame la luz para verte con los ojos de
<br>la fe. Dame sensibilidad para entrar en sintonía contigo, y encontrarme
<br>con tu mirada mendiga, implorante, apasionada, necesitada de perdonar a
<br>los que te rechazan
<br>Dame generosidad para entregarme a la obra de llevar tu Buena Nueva a
<br>todas las gentes. Empezando con los más cercanos, los de mi entorno,
<br>los de mi hogar y enseñando a todos que tú, Jesús, eres el Amor
<br>hasta el extremo. Ahora acompáñame en este camino que quieres que haga
<br>junto a ti hacia Jerusalén, donde nos espera la cruz, para dar las
<br>mayores pruebas de amor. Ayúdame a no rechazar las cruces de las
<br>burlas, los ultrajes, las críticas y toda clase de maledicencias que
<br>hoy tiene todo seguidor tuyo.
<br>María, que silenciosamente acompañó a Jesús hasta la cruz, también
<br>nos quiere acompañar en nuestra vida cuaresmal hasta nuestra Pascua
<br>definitiva.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-67468410194977420662016-03-06T11:00:00.001-08:002016-03-06T11:00:17.300-08:00Semana del 1 al 7 de febreroCiclo C
<br>
<br>
<br>5ª ORDINARIO
<br>
<br>Is 6,1-8
<br>Sal 137,1-8
<br>1 Co 15,1-11
<br>Lc 5,1-11.
<br>
<br>
<br>
<br>"Rema mar adentro y echad las redes para pescar"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>La experiencia de la llamada del Señor, cuando ha fijado sus ojos en
<br>nosotros, es muy particular porque es íntima, personal, y se siente el
<br>vértigo del infinito, el vértigo de la aventura. ¿Qué querrá el
<br>Señor de mí? Cuesta mucho creer que Dios "nos necesita".
<br>Es cierto. Él ha dejado su vida en nuestras manos y no da marcha
<br>atrás. ¡Esa sí que es la gran aventura de Dios! Un día llamó a
<br>Abraham; otro, a Moisés, a Isaías, a Pablo, a Pedro, a ti, a mí. Sí,
<br>él ha puesto toda su confianza en nosotros, como la puso en ellos; para
<br>cada uno tiene un plan distinto, pero con un objetivo común: la
<br>salvación y liberación del hombre y su comunión eterna con él.
<br>Sólo es necesario escuchar al Señor. Boguemos mar adentro del corazón
<br>inmenso de Dios y abramos el nuestro, como Pedro abrió las redes.
<br>Dejemos que el Señor llene con su amor seductor todo nuestro ser, que
<br>venza y nos convenza. Digámosle como Isaías: "Aquí estoy,
<br>mándame", y él nos convertirá en pescadores de hombres.
<br>Señor, con tu Palabra purifícanos, como los labios de Isaías, de
<br>tantas palabras murmuradoras, vanas y chismosas que salen de nuestra
<br>boca. Danos la vida como al aborto de Pablo, para que sea capaz de amar
<br>a mis hermanos , y quítanos los miedos como a Pedro. Auméntanos la fe
<br>para ser dóciles instrumentos tuyos en nuestros ambientes.
<br>
<br>2º DÍA
<br>
<br>Ante la llamada de Dios todos reaccionamos lo mismo. Es como una obra en
<br>cuatro actos:
<br>El encuentro. Es una inexperiencia inefable. Uno se ve envuelto por algo
<br>que te desborda. Se siente la pobreza más radical ante la grandeza más
<br>absoluta. Aunque sean expresadas con diferentes palabras. A Isaías,
<br>como algo sagrado y trascendente en el escenario del templo. Pablo
<br>pierde la vista, Pedro perdió la cabeza, en un escenario más humano y
<br>cotidiano como es la pesca.
<br>¿Te has sentido alguna vez indigno como Pedro y Pablo, o impuro como
<br>Isaías? Cada uno tendrá su propia experiencia de vacío, de pecado, o
<br>de una vida sin sentido, Ahí hay una llamada de Dios.
<br>¿Te sientes vivir en medio de un pueblo de labios impuros? ¿Ves a un
<br>pueblo individualista y egoísta que camina hacia un materialismo puro y
<br>duro? Dios te está dando la luz y en ello hay una llamada.
<br>¿Te pasas la vida luchando, como Pedro pasó la noche bregando sin
<br>pescar nada? Hay muchas formas de hacerse presente el Señor. Sólo
<br>necesitamos el colirio de la fe para que limpie nuestros ojos, y podamos
<br>ver y reconocer al Señor. ¡Cuántas veces nos está llamando por medio
<br>del pobre, del necesitado, del amigo, del hermano, del familiar o del
<br>compañero de trabajo!
<br>Danos la gracia de reconocer nuestra impotencia para cumplir la misión
<br>que tú nos encomiendas para que abramos nuestros oídos y el corazón
<br>a tu palabra.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>El rechazo. Ante ese contraste de nuestra realidad con la realidad
<br>divina, uno quisiera alejarse. Se ponen como excusas, aquello que más
<br>indigno se ve de uno mismo: "Soy un hombre de labios impuros",
<br>"Soy un aborto", "Apártate de mí que soy pecador".
<br>¿Qué excusa pones tú? Yo pondría una letanía. Desde que yo no valgo
<br>para nada, a que no tengo tiempo. Pero la más común es: "No sé
<br>hablar y menos en público" (Jr 1,6ss).
<br>¡Qué saludable es, Señor, dialogar estas cosas contigo! Porque nos
<br>haces ver que todo lo que te contamos, ya lo sabes tú mejor que
<br>nosotros. ¡Qué hermoso saber que tú nos conoces mejor que nosotros
<br>mismos! Esto nos descomplica mucho porque ¡Tú ya sabes con quién
<br>cuentas! Tus caminos no son nuestros caminos. Mientras que nosotros
<br>buscaríamos a los más idóneos para una misión, seleccionando a los
<br>más capacitados, tú parece que llamas a los más incapacitados, a los
<br>necios para confundir a los sabios (1 Co 1,27).
<br>¿Te sientes pequeño? Estupendo. ¿Te sientes nada? Mejor. María se
<br>sentía pequeña, era sencilla y se sentía como esclava. Pero el Señor
<br>hizo grandes obras en ella, como las quiere hacer en ti, en mí, y en
<br>cada uno de nosotros que nos acercamos a él.
<br>Gracias, Señor, porque nos quieres y aceptas tal y como somos. Todas
<br>las objeciones que te ponemos a tu llamada, son las cosas que no
<br>aceptamos de nosotros mismos: Una letanía.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Dios nos capacita. El Señor nos conoce muy bien y seguro que se sonríe
<br>viéndonos a nosotros poner pegas. Porque a todo hombre que ha llamado
<br>le ha tenido que decir lo mismo: "No temas". Esta es la expresión
<br>más repetida en la Biblia. Para cada uno tiene una respuesta. Isaías
<br>es purificado con ascua encendida, y a nosotros también nos quiere
<br>purificar con el fuego de su amor, con el ascua encendida de su Palabra
<br>que nos saca de nuestros miedos.
<br>En la fragua de la oración, al contacto con el fuego ardiente del amor
<br>de Dios, la persona, como la chatarra, va dejando toda la escoria del
<br>egoísmo, orgullo, miedos, ceguera e impurezas, y se va transformando en
<br>una brasa que se moldea en aquello que el Artista quiere: hacer de lo
<br>humano, divino; hacer del hijo pecador de Adán, un hijo de Dios y
<br>hermano de todos los hombres, hacer de un pescador un pescador de
<br>hombres.
<br>Como Pablo, cegado por tu luz, Señor, así nosotros queremos nos vayas
<br>dando unos ojos nuevos, para ver las realidades del mundo con tus ojos
<br>misericordiosos. Y que podamos cantar como el salmista: Daré gracias a
<br>tu nombre // por tu misericordia y tu lealtad. // Cuando te invoqué,
<br>me escuchaste, // acreciste el valor de mi alma. Te doy gracias porque
<br>sólo tú con tus palabras, con tu amor fiel , lograste rescatarnos,
<br>dándonos tu mirada cariñosa, acogedora, y tu abrazo renovador
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Nuestra transformación. Solamente después de un diálogo íntimo y
<br>amoroso con el Padre, que nos abre el corazón, la mente y la boca,
<br>podremos decirle, como Isaías: "Envíame". O como Pablo, que
<br>siguió las indicaciones del Señor; o como Pedro, que nada dijo pero
<br>dejó las redes y siguió a Jesús. El fruto de la verdadera oración es
<br>la fidelidad dócil y delicada a todas sus propuestas, en obediencia
<br>total a la fe.
<br> Actuemos con adhesión total de nuestro ser a Cristo; es decir, ser
<br>otros Cristos (cristianos), ofreciéndole nuestra pobre humanidad para
<br>que la convierta en su carne y sangre y así reproducir en nuestras
<br>vidas su Misterio Pascual de entrega. Es una total transformación: No
<br>se conforma con que seamos mejores. Él nos quiere pasar de la
<br>condición de esclavos del mundo a la libertad de los hijos de Dios.
<br>Ser pescadores de hombres, no es para quitar vidas, sino para salvarlas.
<br>Es oír el SOS, el grito desgarrador de socorro de rostros concretos,
<br>que están metidos en las aguas borrascosas del egoísmo que les ciega.
<br>Es socorrer a los que están en las turbias aguas de los vicios, o en
<br>las profundas aguas del sin sentido, y en las tenebrosas aguas de la
<br>ignorancia y la mentira.
<br>Yo no soy capaz de tanto arrojo. Sólo me embarcaré, Señor, y bogaré
<br>mar a dentro en esta barca de la Iglesia, si tú vienes conmigo, y eres
<br>mi Capitán. Así contigo, haremos una brigada de salvamento para
<br>rescatar a nuestros hermanos.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>"Cristo murió por nuestros pecados...fue sepultado y que
<br>resucitó...". Esta carta de S. Pablo es la primera del N.T., y ésta
<br>es la primera predicación de los apóstoles.
<br>Esta verdad es la fundamental, subjetivamente hablando, de nuestro
<br>Credo. Sin esta verdad, ni la religión, ni la Iglesia, ni el Papa, ni
<br>el último monaguillo tendría ningún sentido. Si no se cree en la
<br>resurrección de Cristo como primicia de la nuestra , es normal tener
<br>este mundo hedonista cuyo lema es el "comamos y bebamos que mañana
<br>moriremos", como decía S. Pablo (1Co 15,32). Es un mundo coherente
<br>con ese lema. Lo que no es coherente es el cristiano que cree en la vida
<br>eterna y no la vive. Si no se tiene la vida eterna se está en el vacío
<br>más espantoso. La resurrección de Cristo es el "punto de apoyo"que
<br>los cristianos tenemos para levantar el mundo.
<br>"Si algunos hombres creyeran realmente esto y se dejaran guiar así en
<br>su actuación terrestre, muchas cosas cambiarían. Porque la pascua
<br>significa vivir a partir de la resurrección. ¿No te parece que la
<br>mayor parte de los hombres ignoran de qué viven en el fondo?"
<br>(Bonhoeffer).
<br>Regálanos, Señor, la experiencia de fe de Pedro y de Pablo, para echar
<br>las redes y sacar al hombre de la muerte, transmitiendo el Evangelio con
<br>toda su pureza y vitalidad. Porque en él está el mensaje optimista de
<br>la vida, donde la muerte no tiene la última palabra, sino la Vida que
<br>tú nos regalas.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>"Dios no necesita de nuestro trabajo, sino de nuestra obediencia"
<br>(S. Juan Crisóstomo).
<br>Sólo cuando se reconoce la propia inutilidad y se confía en el Señor,
<br>poniendo todo aquello que tenemos y somos, los frutos son numerosos.
<br>"Toda fecundidad depende de esa unión vital con Cristo" (A.A. 4).
<br>"Por tu palabra echaré las redes", te dijo Pedro. Regálanos,
<br>Señor, esa docilidad de espíritu, que viene de la fe en ti para que, a
<br>pesar de las experiencias de fracaso, todavía lo intentemos una vez
<br>más y las que sean. Pero desde ti, porque tú nos lo pides y porque tú
<br>vienes con cada persona que se abre a la acción de tu Espíritu. Porque
<br>tú nos das la esperanza de que se darán los frutos aunque no los
<br>veamos.
<br>Sabemos que vendrán dificultades, cansancios, incluso dudas, pero tu
<br>opción por nosotros está asegurada. Tu "sí" se irá renovando y
<br>tú vencerás al mundo. Un mundo que nos quiere sepultar con las olas
<br>de la publicidad engañosa, las de los valores materialistas y
<br>sensuales, las del individualismo feroz e insaciable y las del
<br>egoísmo, que acarrean el temporal de la violencia. Pero contigo
<br>bogaremos mar adentro.
<br>María, tú nos aguardas en la orilla, esperando la llegada de la
<br>barca, toda confiada en que vendremos cargados con frutos de amor, de
<br>comunión y de paz. Te los ofrecemos para que gocemos y celebremos todos
<br>juntos la pesca maravillosa. ¡Qué hermoso es gozar de una comida de
<br>comunión en la que nuestra madre está presente!Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-9136058278243829942016-03-06T10:54:00.001-08:002016-03-06T10:54:52.837-08:00Semana del 25 al 31 de eneroCiclo C
<br>
<br>
<br>4ª T. ORDINARIO
<br>
<br>Jer 1,4-5.17-19
<br>Sal 70,1-6.15.17
<br>1 Co 12,31-13,13
<br>Lc 4,21-30
<br>
<br>
<br>"Os aseguro, ningún profeta es bien acogido en su tierra"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Antes de que la Palabra se hiciera carne en Jesús, había profetas
<br>escogidos por Dios para llevar la palabra de Dios a Israel, como el
<br>profeta Jeremías. A partir de que la Palabra se hizo carne, Cristo es
<br>la Palabra viva y perenne, y el cristiano, con el Bautismo, participa de
<br>ese mismo profetismo. Ser profeta no es una afición personal o una
<br>profesión, sino una vocación. Es una iniciativa de Dios que lo unge
<br>para una misión que lo supera y sobrepasa. Misión que nos da miedo
<br>realizarla porque nos sentimos muy débiles. Si somos es porque Dios ha
<br>querido, si amamos es porque él nos ha amado primero, si nos manda
<br>profetizar es porque él nos ha dado su palabra. No es el profeta el que
<br>se apropia de la palabra de Dios, sino que es la Palabra la que se
<br>apropia del profeta.
<br>Es muy agradable dar buenas noticias, pero ¡Qué desagradable es dar
<br>malas noticias! El profeta no sólo anuncia, sino que también
<br>denuncia. Eso sí, denuncia con amor, como un padre reprende y advierte
<br>al hijo cuando no va por buen camino. Sin la voz del profeta, nos
<br>acostumbramos a nuestras mediocridades, a justificar la injusticia, la
<br>violencia y el mal para conseguir algún bien.
<br>Gracias, Señor, por la cantidad de personas que han dado la vida por
<br>denunciar las injusticias, por superar sus miedos, como Mons. Romero,
<br>Luther King, Gandi, y otros en los que el espíritu profético ha podido
<br>más en ellos que el miedo.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>La palabra del profeta puede ser bálsamo o puede ser bisturí pero, de
<br>todos modos, busca la cura y la sanación del hombre. ¿Quién no siente
<br>los miedos y temores del profeta Jeremías que era enviado a denunciar,
<br>teniendo que extirpar, destruir, derrocar (Jer 1,4-10).
<br>¿Tú tienes miedo? Todos tenemos miedo y eso es sano, porque nos da la
<br>talla e importancia de la misión; eso es bueno porque, ante la
<br>superación y los miedos, nos abrimos al Espíritu de Jesús. Todos
<br>tenemos miedo, pero él, no sólo nos da ánimos, sino que también se
<br>compromete con nosotros . La fuerza no está en nosotros, sino en
<br>Aquél que nos capacita con su poder. El mismo Espíritu que resucitó a
<br>Cristo en la debilidad y necedad de la cruz, ese mismo Espíritu nos
<br>capacitará y fortalecerá en nuestras debilidades .
<br>Tanto en tiempo de Jeremías, como de Jesús, como ahora, el que lleva
<br>la palabra de Dios a los demás no se debe extrañar que desencadene
<br>críticas y hostilidades a su alrededor. Pero la fuerza del Espíritu
<br>Santo le convierte en plaza fuerte, en muralla de bronce. Miedo nos
<br>tenía que dar, si no diésemos nuestra experiencia de Dios privando de
<br>la vida a otros. Todo hombre tiene derecho a la vida, y todo hombre
<br>tiene derecho a Cristo. Si tú tienes la vida, da la vida, no te la
<br>guardes. Y de ese modo gozarás, porque más gozo que vivir es dar vida.
<br>Los discípulos son como hijos nacidos a la vida eterna, y la merecemos
<br>cuando damos la vida por los demás.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Para la mayor parte de los contemporáneos de Jesús, éste era el hijo
<br>de José, el carpintero, un hombre como ellos. Y de ahí no pasaron.
<br>Para nosotros, a pesar de lo que sabemos hoy, ¿Quién es Jesús para
<br>nosotros? ¿Aceptamos que él es nuestra salvación? ¿El que me libera
<br>y cura? Pedro, a pesar de la larga convivencia con Jesús, tardó en ver
<br>en Cristo al Hijo de Dios . Nosotros también lo diríamos ahora,
<br>pero... ¿Vemos a cualquier hombre como hijo de Dios?
<br>¿Qué es lo más importante del hombre? ¿Su inteligencia, su puesto en
<br>la sociedad, sus estudios, su poder económico o político? Si nos
<br>quedamos en cualquier definición de éstas, estamos diciendo también
<br>de Jesús: ¿No es éste el hijo de José?
<br>Hay que profetizar mucho derribando barreras, destruyendo conceptos. No
<br>hay que tener miedo de ir contracorriente. Vivimos en un mundo de puro y
<br>salvaje materialismo, en el que cada hombre vale por lo que tiene y no
<br>por lo que es ("Tanto tienes, tanto vales"). En las escuelas y en
<br>las universidades se enseña a calcular y no a pensar. Nuestra sociedad,
<br>a pesar de los avances técnicos, se va deshumanizando. No hay que tener
<br>miedo a decir que el ser humano es icono de Dios, es imagen de Dios. Y
<br>esto quiere decir que se le debe el máximo respeto. Su dignidad es de
<br>orden divino y, por tanto, más importante que cualquier cualidad o
<br>logro humanos, como la raza, la etnia, el sexo, los títulos,…
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Con quince verbos, como con quince pinceladas de hermosos colores, S
<br>Pablo nos ha pintado un cuadro realista del rostro del Amor.
<br>Dame, Señor, la gracia de poder reproducir en mí una copia de tu
<br>rostro, con mi vida y mis actitudes, con mi palabra y con mis
<br>pensamientos. Muchas veces hago una abstracción del amor y te pinto con
<br>contornos indefinidos, con un estilo abstracto y surrealista, en el que
<br>nadie te reconoce.
<br>El amor de Cristo no es abstracto y, cuando nos invita a amar como él
<br>nos ha amado , nos apunta, no a teorías, sino hacia la cruz, a la
<br>entrega total, hasta dar la vida. El sufrimiento y el amor son
<br>inseparables, son las dos caras de la misma moneda, porque no hay amor
<br>que no lleve al sufrimiento. Y si no, que les pregunten a muchos
<br>padres, el sufrimiento y dolor que sienten por los hijos que no
<br>encuentran el sentido de sus vidas. Pero detrás de la cruz está la
<br>resurrección y la Vida. Esta es la que tiene la última palabra.
<br>Cuando me pongo delante de mi hermano, ¿Qué ve en mí? ¿Está el
<br>color de la comprensión, el del servicio, el del gozo por la verdad, el
<br>de no poner limitaciones a la entrega....? O, por el contrario, ¿Se
<br>perfilan las negras sombras del egoísmo, la irritación, el llevar en
<br>cuenta el mal recibido, la desconfianza...?
<br>Regálanos, Señor, el poder ser reflejo tuyo, porque en la medida que
<br>yo distorsiono tu imagen en mí, así voy alejando a mis hermanos de
<br>ti.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Ser cristiano es ser discípulo de Cristo que nos ama con un amor
<br>paciente, servicial, que olvida las ofensas, que perdona, que todo lo
<br>disculpa, lo cree, lo espera, lo soporta… Amor que nos hace pensar de
<br>forma nueva, pues amamos como somos amados, damos lo que recibimos y
<br>reproducimos lo que aprendemos. Experimentar este amor ¿No va a
<br>suscitar una respuesta de gratitud? El amor es lo único imperecedero y
<br>eterno, es el único equipaje que podremos llevar en el último viaje.
<br>"Amaré a mi prójimo, con la convicción de que mi vida se realizará
<br>y alcanzará la medida y talla que tiene mi amor al hermano; y que en la
<br>tarde de mi vida, se me examinará solamente de mi amor al hermano. Y
<br>que, además, la nota de amor que ponga en mi vida, al fin de ella,
<br>será la que determine el grado de felicidad eterna para mí y para
<br>muchos" (J. Bonet).
<br>Nuestras vivencias del Amor, lejos de ser estáticas, acabadas y
<br>concluidas, nos introducen en una dinámica siempre ascendente y
<br>creciente, que nos va saciando progresivamente esta sed de más que hay
<br>en nosotros, desde nuestra niñez hasta la muerte . ¿Qué podemos
<br>enseñar que sea más grande y más pleno que esta aventura de apuntar
<br>siempre más alto, más intenso, más divino y más humano? Nuestro
<br>objetivo es el encuentro cara a cara con Dios ir limpiando esa imagen
<br>confusa de verle a través de un espejo, y fundirnos con él en un solo
<br>ser.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Ser cristiano de "certificado" no me garantiza nada, como a los
<br>leprosos de Israel en tiempos de Eliseo, sino a quien está abierto a la
<br>acción de Dios, como Naamán, el sirio. Ser cristiano es seguir
<br>fielmente la palabra de Dios.
<br>El profeta no está limitado por barreras humanas de color, raza o
<br>cultura. La palabra de Dios es un derecho que tiene todo hombre. Aunque
<br>no figure en la "Carta de los Derechos Humanos", es el primer y
<br>principal derecho que tiene el hombre, como hijo de Dios: conocer a su
<br>Padre. Esta es su verdadera identidad a los ojos de Dios, y no vivir en
<br>el vacío y en la inseguridad de un huérfano, que tiene que agarrarse a
<br>cualquier cosa para poder sentirse seguro, y llenar su existencia con
<br>dinero, prestigio, honores...
<br> Verdaderamente amarás al hombre cuando le hayas dado a conocer su
<br>verdadera identidad y dignidad, y le salvarás cuando le hayas puesto en
<br>contacto con la Palabra. Así podrá exclamar, como los samaritanos
<br>dijeron a la samaritana: "Ya no creemos por tus palabras; nosotros
<br>mismos hemos visto y oído y sabemos que éste es verdaderamente el
<br>Salvador del mundo" (Jn 4,42).
<br>Gracias, Señor, porque nos llamas a ser tus colaboradores allí donde
<br>estemos, en nuestros ambientes familiares, sociales... Siempre podremos
<br>dar una palabra de aliento, de vida, de perdón, de esperanza, una
<br>sonrisa. Si en nuestras relaciones no te reflejamos, hemos perdido
<br>nuestra meta.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>"Ningún profeta es bien mirado en su tierra". "¿Pero que se
<br>habrá creído éste?" Decía alguien que el peor enemigo del hombre
<br>no hay que buscarlo lejos de sí mismo, está muy cerca. Ciertamente,
<br>tratamos de ver los enemigos y las dificultades y problemas fuera de uno
<br>mismo: "Es que no me escuchan". "No quieren saber nada". Habría
<br>que preguntarnos si verdaderamente estamos convencidos de que Cristo es
<br>la esperanza del mundo, y de que los cristianos, si nos dejamos llevar
<br>por el Espíritu, podemos ser instrumentos para un mundo nuevo.
<br>A Dios no se le ha ido el mundo de sus manos. Pero eso sí, necesita
<br>profetas convencidos, decididos y muy libres, que ofrezcan sus vidas
<br>para avalar con ejemplo sus palabras. Se necesita un profeta que anuncie
<br>un mañana nuevo, que no diga libertad sin él ser libre primero, que no
<br>proclame la paz, si la guerra va por dentro, que no venda la verdad por
<br>fama ni por dinero, y que anuncie sin cesar la Buena Nueva del Reino.
<br>Que no sean sus discursos huecas campanas al viento, que su vida sea
<br>Palabra, claro mensaje del Reino. (Cántico)
<br>Por mediación de María, mujer de nuestra raza que con su "Hágase"
<br> fue Madre de la Palabra, te pedimos, Señor, que nos aumentes la fe
<br>para tener su docilidad y hacer nuestro también ese "Hágase en mí
<br>según tu voluntad". Así podremos encarnar en nuestras vidas ese
<br>germen de salvación que el mundo de hoy tanto necesita.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-19924700952513775162016-01-18T09:56:00.001-08:002016-01-18T09:56:34.508-08:00Semana del 18 al 24 de eneroCiclo C
<br>
<br>
<br>3º T. ORDINARIO
<br>
<br>Neh 8,2-6.8-10
<br>Sal 18,8-10.15
<br>1Co 12,12-30
<br>Lc 1,1-4; 4,14-21
<br>
<br>"El Espíritu del Señor está sobre mí… Me ha enviado para dar la
<br>Buena Noticia…"
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>El testimonio del que ha vivido una experiencia vale más que mil
<br>elucubraciones. Así es la Palabra de Dios, la cual tiene vida porque es
<br>el fruto de una "vivencia" de Dios. No son doctrinas elaboradas en
<br>escritorios por mentes preclaras, no nacen "in vitro", sino que son
<br>nacidas de la experiencia del amor de Dios, que ha transformado las
<br>vidas de las personas. Y como tal, hay que recibirla con gran respeto,
<br>como los israelitas que "se pusieron de pie", para escucharla; y
<br>como nosotros, que nos ponemos de pie para escuchar el Evangelio en la
<br>Eucaristía.
<br>Yo sé, Señor, que no es la postura física lo que te importa, sino
<br>nuestra actitud de corazón. Danos esa actitud sedienta de aquellos
<br>israelitas por tu Palabra, que embargados de emoción lloraban al
<br>escucharla. ¡No era para menos!, pues acababan de venir de la
<br>deportación sin poder escucharla en comunidad durante mucho tiempo; sin
<br>embargo, nosotros la tenemos tan abundante, que a veces pasa por nuestra
<br>ojos o por nuestros oídos sin habernos transformado lo más mínimo.
<br>"Es causa de menosprecio la mucha satisfacción". No te canses,
<br>Señor, y sigue llamándonos a dialogar contigo, porque tus palabras son
<br>alimento de vida eterna . Al igual que los padres alimentan a sus hijos
<br>aunque a veces rehuyan la comida, danos tu Palabra, Señor, que sin tu
<br>amor no podríamos vivir.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>La Palabra de Dios es Buena Nueva. Es Nueva porque no queda obsoleta con
<br>el tiempo. Cada día el Señor nos dice algo nuevo y personal a cada uno
<br>de nosotros. Cielo y tierra pasarán pero sus palabras no pasarán. Y es
<br>Buena porque en cada palabra va el corazón amoroso de Dios, que lleva
<br>un caudal inmenso de amor para el hombre.
<br>Siempre que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, la Palabra es
<br>nueva y da respuesta a nuestras vidas. No sólo fue viva para aquellos
<br>tiempos, sino que también nosotros podemos decir, como Jesús: "Hoy
<br>se cumple esta Escritura...". Ahora veo lo que hoy mi Dios quiere
<br>hacer en mí.
<br>Gracias, Señor, porque tú me das el pan de cada día, y mañana me
<br>darás otro pan recién salido del horno de tu corazón. En el diálogo
<br>contigo, me pones rostros concretos, personas con nombre y apellidos que
<br>están cautivos, que están ciegos, que están oprimidos, tristes,
<br>necesitados y vacíos. Y hoy me unges y me llamas para que les dé una
<br>palabra de aliento, una palabra de esperanza, y para que les tienda una
<br>mano que los libere de multitud de ataduras.
<br>Si el Espíritu Santo no suscita en mí esta llamada es que no he
<br>hablado con Dios, y las Escrituras han sido letra muerta. Todo ha
<br>quedado en un "bonito relato" o en una "vieja historia". ¿Qué
<br>hago con la Palabra de Dios que recibo tan abundantemente? ¿La archivo
<br>en la carpeta de los olvidos?, ¿en la carpeta de las indiferencias?,
<br>¿en la de pendiente?, ¿o la arrojo a la papelera?
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>La ignorancia es el gran enemigo de Dios en el mundo, "causa y como
<br>raíz de todos los males que envenenan los pueblos y perturban a muchas
<br>almas" (Juan XXIII). El amor pide conocer cada vez más a la persona
<br>amada. ¿Cuánto nos falta por conocer al Amor? Cuando uno dice: "Ya
<br>lo sé todo", es que no ha entendido nada. Dios nos supera. Cada día
<br>nos da una Buena Nueva.
<br>Conocerte, Señor, es saborearte, es vivir tu cercanía, es
<br>experimentarte, es dejarse calar por tu Espíritu, que en cada palabra
<br>se derrama amorosamente. Por ella, tú quieres entrar en lo más
<br>profundo de mi ser . Allí donde yo me encuentro cautivo y oprimido por
<br>mis propias cadenas. Ahí tú quieres entrar, con el bisturí de tu
<br>palabra, en el quirófano de la oración para sanarme y liberarme. No te
<br>detengas. Sigue hasta que te parezca, hasta que quede limpio.
<br>Sácame de la ignorancia vivencial que hace que desconfíe de tu
<br>palabra. Ábreme los ojos de la fe para conocerte mejor, para estar
<br>abierto a tu voluntad, y no estar a la defensiva, creyendo que tú vas a
<br>quitarme la libertad, a pedirme más de lo que te puedo dar, a
<br>exigirme... Tú no eres un Dios que pide, sino un Padre que da; un Padre
<br>cuya vida está en función de dar lo mejor para sus hijos, y que ha
<br>dado la vida de su Hijo para nuestra propia salvación.
<br>¿Cuándo conoceremos a nuestro Padre? ¿Cuándo gozaremos la
<br>experiencia de vivir como hijos de Dios y no como esclavos?
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Como los políticos, cuando son investidos de alguna autoridad, Jesús
<br>da en la sinagoga de Nazaret un discurso programático. Su programa
<br>mesiánico, porque también se ve "investido" con la unción del
<br>Espíritu Santo. Tomó un texto de Isaías y acabó diciendo: hoy se
<br>cumple. Hoy también nos lo dice a nosotros: hoy vengo a darte la Buena
<br>Nueva.
<br>¿Te sientes débil, necesitado, pobre...? ¿Te sientes cautivo de tus
<br>apetitos incontrolados, que no te dejan ser libre, y te hacen estar
<br>pendiente de aparentar lo que no eres? ¿Necesitas la gracia del Señor
<br>porque no puedes ser lo que quieres? Entonces mira a Jesús, y pon los
<br>ojos fijos en él, como hicieron sus paisanos en la sinagoga.
<br>Gracias, Señor, porque hoy se puede cumplir en mí tu palabra
<br>liberadora. Que no ponga reticencias a tu Buena Nueva, como tus paisanos
<br>. Tú tienes palabras de vida eterna. Tu palabra no es como la palabra
<br>de los hombres, que se la puede llevar el viento; tu palabra es Palabra
<br>de Dios, palabra que se cumple en nosotros en la medida que la creemos y
<br>la hacemos nuestra.Es eficaz, realizando lo que dice, cuando la acogemos
<br>con fe.
<br>Jesús "cerró" el libro cuando llegaba a la cita: "El día de la
<br>venganza de nuestro Dios" (Is 61,2). Jesús "cierra" la ley de la
<br>venganza y la condena como lo sigue haciendo ahora; sin embargo,
<br>nosotros estamos dispuestos a hacer juicios implacables y tirar las
<br>"piedras" de las insidias contra el otro; así nos parecemos a los
<br>judíos cuando querían apedrear a la mujer sorprendida en adulterio .
<br>Jesús nos trae la ley de la misericordia infinita, y ésta debería ser
<br>el resumen de nuestro proyecto de vida.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Hoy, Señor, me haces ver rostros concretos con nombres y apellidos, que
<br>sufren por la pobreza de todo tipo. Veo que necesitan tu gracia para
<br>levantar sus ánimos, y llenar sus vidas. Lo veo porque yo también a
<br>veces lo experimento; pero yo he sido muy agraciado con tu palabra. Yo
<br>tengo la Buena Nueva que cada día me regalas. Que no me la apropie,
<br>porque acabaría, como el agua estancada, corrompiéndose.
<br>Dame, Señor, esa docilidad al Espíritu que tú tenías. Tú estabas
<br>con los "tuyos", los de tu pueblo. Yo también estoy entre los
<br>"míos", mi familia, amigos, compañeros de trabajo. Tú tenías el
<br>Espíritu Santo, ese mismo Espíritu con el que he sido ungido en el
<br>Bautismo. También nosotros tenemos la Buena Nueva. Enséñanos a saber
<br>llevarla a los demás, y danos la palabra apropiada y el gesto oportuno
<br>para que nuestra vida pueda crear "interrogantes irresistibles": "¿No
<br>son estos los que viven con nosotros? ¿Cómo es que viven con esa
<br>alegría y no se hunden ante los problemas de la vida; sino que al
<br>contrario, viven con esa paz interior que a mí me gustaría tener?
<br>Sólo la Palabra de Dios sana los corazones destrozados. Con el bisturí
<br>de la Palabra, nuestro Dios Cirujano trasplanta su propio corazón en
<br>nosotros. ¿Qué me impide llevar la Buena Nueva a los demás? Que no
<br>influya más en mí la opinión de los demás, y que sea la opinión de
<br>Dios la que prevalezca en mí.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>"Vosotros sois el Cuerpo de Cristo". No podía Cristo darnos todo su
<br>amor, sin unirse en una comunión de vida con nosotros. Quien ama
<br>reclama con toda su fuerza, corazón y mente, la convivencia y fusión
<br>con el ser amado. Así ha querido Cristo nutrirnos y salvarnos en sus
<br>mismas entrañas, poniendo todo su empeño en mantener esta unión, no
<br>sólo en la tierra, sino también en la eternidad por medio de la fuerza
<br>del Espíritu.
<br>¿Cómo está hoy el Cuerpo de Cristo, el verdadero, el real, el Cristo
<br>viviente y doliente de hoy? ¿Qué miembro queremos ser dentro de este
<br>Cuerpo? Santa Teresa de Lisieux, ante esta realidad, deseó ser su
<br>"corazón" para bombear el amor vital a todo el Cuerpo. No se trata
<br>tanto de saber qué miembro soy, sino de cómo ser miembro vivo y
<br>vivificante para todos los demás. "El amor del Padre, la voz del
<br>Espíritu Santo, el diálogo constante con Jesús y la mirada penetrante
<br>de María, proyectan nuestras vidas y nos fuerzan a aplicarlas
<br>íntegramente sobre el Cristo crucificado de hoy" en tantos hermanos
<br>nuestros.
<br>"Hieres el pie y habla la boca" (S. Agustín). ¿Cómo te sientes,
<br>Señor, cuando tu cuerpo sufre, y no hay nadie que sea tu boca para
<br>levantar tu voz, que grite la verdad, que despierte las conciencias
<br>dormidas? ¿Puede un miembro estar enfermo sin que te duela a ti? ¿Te
<br>pueden ser ajenas la violencia, las guerras y los conflictos que hay en
<br>cada hogar?
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Nuestras vidas serán creíbles en la medida que nuestro interés más
<br>importante sea la unidad de todos los miembros que formamos el Cuerpo de
<br>Cristo. Este es el primer signo de credibilidad de los cristianos . Con
<br>la división de las Iglesias cristianas estamos perpetuando las heridas
<br>sangrantes de Cristo. ¡Cuánto nos duele cuando tenemos una herida!
<br>¡Cuánto te debe doler esa herida abierta durante tantos siglos,
<br>Señor¡ En esta celebración por la unión de los cristianos, te
<br>pedimos nos hagas ver a cada uno como hermano nuestro y como miembro
<br>tuyo. También debes sufrir mucho por nuestras rivalidades, envidias y
<br>prejuicios.
<br>Para ti, hacernos hijos tuyos conlleva el hacernos hermanos unos de
<br>otros. Y hoy, lo mismo que entonces, nos preguntas: ¿Dónde está tu
<br>hermano? (Gn 4,9). Donde está tu hermano estoy yo, y estás tú. Cuando
<br>mi hermano está herido, también tú estás herido, Si a mi hermano lo
<br>tengo en el olvido, también tú has desaparecido de mi horizonte.
<br>¿Cómo puedo comulgar hoy contigo si no comulgo con mi hermano?
<br>Regálanos hoy tu docilidad al Espíritu Santo, como María, para que
<br>puedas hacer grandes obras en nosotros. Cúranos con tu palabra para que
<br>nosotros podamos también ser instrumentos tuyos en la curación de
<br>muchos hermanos. Señor, que podamos decir en verdad: "Hoy se cumple
<br>esta Escritura".Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-20696982949280918162016-01-14T04:18:00.001-08:002016-01-14T04:18:31.586-08:00Semana del 11 al 17 de eneroCiclo C
<br>
<br>
<br>2ª T. ORDINARIO
<br>
<br>Is 62,1-5
<br>Sal 95,1-2.7-10
<br>1 Co 12,4-11
<br>Jn 2,1-12
<br>
<br>
<br>
<br>"Faltó vino y la madre de Jesús dijo: No les queda vino"
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Este primer signo de la conversión del agua en vino es como otra
<br>Epifanía (manifestación) más, como la de la Adoración de los Reyes y
<br>la del Bautismo. Jesús sigue haciéndolo desde la sencillez, como un
<br>invitado más en una boda rural, muy humano. Pero se cumple lo esperado
<br>por los profetas: "Los montes destilarán vino nuevo" (Jl 4,18),
<br>inaugurándose la era del Espíritu con la plenitud de sus dones.
<br>Dios cumple sus promesas, como no podía ser de otra forma. Dios no
<br>descansará ni callará, hasta que no tengamos el encuentro más íntimo
<br>que se puede tener. El quiere gozar contigo como gozan los esposos. Su
<br>amor por Jerusalén, por África, por América, por Asia, por todo
<br>hombre. Somos en sus manos su diadema real, y no podrá callar. El Amor
<br>no se rinde y nadie puede taparle la boca. Jesús nos hace su
<br>declaración de amor: "Deja el agua de los preceptos, de la ley y las
<br>normas, no eres mi siervo ni mi esclavo, contigo quiero desposarme en
<br>amor y fidelidad. Deja esa vida triste de cumplimientos y vive unido a
<br>mí que te daré a beber el vino de la alegría. ¿Cómo puedes sentirte
<br>abandonado y desolado?"
<br>¿No podrías tú, como "torre retransmisora", hacer llegar esa voz
<br>del Amado a cada persona que se siente abandonada y desolada, y decidle
<br>que es la preferida y la desposada de Dios?
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>El primer "signo" que hace Jesús, con su asistencia a las bodas de
<br>Caná es bendecir y purificar el amor humano. Jesús pudo hacer el
<br>milagro con las tinajas vacías, pero quiere que cooperemos con lo que
<br>tenemos: El agua de nuestro frágil amor humano.
<br>Tú bien sabes, Señor, de la fragilidad de nuestro amor. No sólo el de
<br>los esposos, sino también el de cualquier relación humana. Es
<br>limitado, se cansa. Es como un vino que se puede aguar, e incluso
<br>también avinagrarse o envenenarse. Tú bien sabes, Señor, que es un
<br>vino escaso y un vino "malillo", pero que tú aprecias. Por eso
<br>asistes donde hay ese amor, como en Caná.
<br>Gracias porque, con tu presencia en nuestras relaciones, las asumes, las
<br>haces tuyas y quieres transformarlas en relaciones de amor con sabor a
<br>vino nuevo. Es un vino al que no estamos acostumbrados, y que al
<br>probarlo nos da una nueva alegría. Que tú, Señor, seas el principal
<br>invitado en nuestras vidas porque- y perdona por mi egoísmo- tú eres
<br>generoso; sabes dar lo mejor y darlo en abundancia.
<br>¿Quieres alegría en tu hogar? ¿Están "aguadas" vuestras
<br>relaciones? Invita a María y ella estará al tanto de lo que nos hace
<br>falta. A una madre no se le escapa nada, y ella intercederá ante Jesús
<br>para que, con su presencia, nos devuelva la alegría del amor.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Dios, ya desde el Antiguo Testamento, quería hablarnos de su amor con
<br>imágenes de bodas, de matrimonio. El Pueblo de Israel, como hacemos
<br>nosotros, las convertía en relaciones tan duras como las piedras del
<br>Sinaí: Leyes de "obligado cumplimiento" (cumplo y miento), y ritos
<br>y preceptos con sabor a agua. ¿No será que es más fácil cumplir
<br>normas, que comprometen menos que el amar? ¿Pero experimentamos
<br>alegría con ello? Eso es solo agua.
<br>Las seis tinajas de piedra, para la purificación de los judíos, son el
<br>símbolo de la Ley mosaica del Sinaí. Y esto es lo primero que quiere
<br>hacer Jesús: Poner el Espíritu en la letra de las normas. En adelante,
<br>no tendremos más ley que la del "amor". La letra por la letra mata,
<br>pero el Espíritu es el que da vida. Es una ley gozosa y embriagadora .
<br>Gracias, Señor, porque en Caná nos hiciste un magnífico regalo:
<br>Abriste las puertas de la "era del Espíritu" con la sobreabundancia
<br>de sus dones (siete dones, símbolo de plenitud). Nos enseñaste el
<br>camino de la unidad y el camino de la comunión, dándonos a beber tu
<br>Espíritu . En la Eucaristía, nos das a beber tu sangre para que nos
<br>embriaguemos de tu amor. No desaprovechemos tanto derroche de amor por
<br>tu parte, para poder ser tus testigos, como los primeros apóstoles el
<br>día de Pentecostés. Que podamos cantar tus maravillas con tal
<br>alegría, que provoquemos aquellas exclamaciones: "Están borrachos"
<br> .
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Dios es generoso en sus dones y da el Espíritu Santo sin medida (Jn
<br>3,34). Y en la Eucaristía, el agua de nuestra humanidad es asumida por
<br>la abundancia del vino de su divinidad. Todo se transforma por la gracia
<br>del Espíritu Santo en la sangre de Cristo que se nos ofrece como
<br>primicia del banquete del Reino, donde nos espera para celebrar
<br>nuestras bodas definitivas . Allí no faltarán manjares suculentos ni
<br>vinos de solera (Cf. Is 25,6).
<br>No podremos ser cristianos auténticos, si después de participar en el
<br>banquete Pascual y comulgar con el cuerpo de Cristo, no ponemos lo que
<br>el Espíritu nos ha dado para la sanación del cuerpo herido de Cristo .
<br>Debemos poner todo lo que tengamos para el bien común. No te mires a ti
<br>mismo porque no vas a encontrar nada bueno. Mírate con los ojos de
<br>Dios, porque él si ve en ti un gran potencial: Ábrete a su gracia.
<br>¿Cómo te vamos a negar esas poquitas gotas de agua al vino que tu
<br>pones?, ¿Cómo negarse a convertirnos en vino para alegría tuya?
<br>¿Cómo negarse a que tu sangre corra por nuestras venas, para dar vida
<br>a todos los que nos rodean? Señor que sepamos responderte contando a
<br>los pueblos tu gloria, y tus maravillas a todas las naciones y a
<br>aquellos que veamos tristes, angustiados y abandonados. Muchas personas
<br>necesitan sólo una palabra de afecto y de aliento. Como la alegría
<br>que encuentra el marido con su esposa, la encuentra tu Dios contigo.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Tan bien conocía Jesús la fuerza de su madre que en sus últimos
<br>momentos nos la da como mediadora. ¿Qué hijo se resiste al ruego de
<br>una madre?"María se pone entre su Hijo y los hombres, en la realidad
<br>de sus privaciones, indigencias y sufrimientos. Se pone en medio; o sea,
<br>hace de mediadora, no como una persona extraña, sino en su papel de
<br>madre. Consciente de que como tal puede - más bien tiene derecho de -
<br>hacer presente al Hijo las necesidades de los hombres" RM 21). No les
<br>queda vino.
<br>La mirada de las madres sabe captar muy bien cuándo un hijo está
<br>preocupado y triste. Las madres saben cuándo falta alegría en la casa.
<br>Están al tanto de los detalles, y lo que más les duele es ver la
<br>tristeza del hijo por llevar una vida aguada: Falta de fe y esperanza.
<br>María, nuestra Mamá querida, silenciosamente está presente en
<br>nuestras vidas, e intercede por nosotros para que no nos falte el vino
<br>del amor.
<br>Mamá, te damos gracias por tus desvelos por nosotros; sabemos cuál es
<br>tu alegría mayor. Es la de vernos a todos tus hijos unidos en comunión
<br>fraterna. Este es el vino que pides a tu Hijo para nosotros. Y a
<br>nosotros nos pides que nos acerquemos a él para "hacer lo que él nos
<br>diga". "Acercaos a él y escuchadle".
<br>Mamá, enséñanos a orar como tú. Intercede por nosotros para que el
<br>Señor nos aumente la fe, y confiados en él, nos abramos a su palabra
<br>para poderle responder como tú: "Hágase".
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Jesús ¿Qué quieres de cada uno de nosotros?
<br>"Lo primero, quiero liberaros, no por medio de la Ley de Moisés, sino
<br>por medio de la Ley del amor. No quiero que os veáis como los
<br>"siervos" de Caná, ni siquiera como invitados. Vosotros sois los
<br>novios con los que quiere desposarse vuestro Dios; sois los
<br>protagonistas del banquete. Quiero que seáis libres, porque el amor
<br>actúa desde la libertad."
<br>"Lo segundo que quiero, es que dejéis las tinajas de piedra, símbolo
<br>de una fe basada en obligaciones, en ritos y sacrificios, como las
<br>tablas de piedra fría y dura de la ley de Moisés. Amor quiero y no
<br>sacrificios (Os 6,6)."
<br>"Tercero, quiero que permanezcáis unidos a mí, que soy la vid
<br>verdadera, para que podáis dar frutos de vida eterna . Más alegría
<br>que vivir es dar vida. ¿Habéis experimentado la alegría de dar vida?
<br>Dios nos dice: "Quiero para vosotros la máxima alegría; vuestra
<br>alegría es mi alegría". "Al que a Dios tiene nada le falta".
<br>(Sta. Teresa de Jesús).
<br>La mayor desgracia que puede suceder es no ser útiles a nadie, que
<br>nuestra vida no sirva para nada" (Follereau). La alegría y el amor
<br>son dos gigantescas alas para las grandes empresas (Goethe). El Señor
<br>nos quiere para su gran empresa: llevar el Reino a todo el mundo. Y nos
<br>invita a llamar a todos los hombres, sin excepción, que están
<br>invitados a la boda de Dios con su pueblo .
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>En María estaban concentradas todas las virtudes: Fe, esperanza y
<br>caridad. Era sencilla, humilde y de pocas palabras. Pocas palabras de
<br>ella aparecen en los evangelios, pero las más significativas son las
<br>del verbo "hacer". Es decir, poner en práctica la palabra de Dios:
<br>"Hágase en mí según tu palabra" y "Haced lo que él os diga".
<br>Su vida fue la de fidelísima discípula de su Hijo. Ella experimentó
<br>la obediencia a los planes de Dios, y pudo cantar el Magníficat: "Mi
<br>espíritu se alegra en Dios mí Salvador". Y esa alegría también
<br>nos la quiere transmitir, por lo que nos invita a decir nuestro
<br>"hágase" a los planes que Dios tiene para cada uno de nosotros.
<br>Muchas veces temo tus planes, Señor. Por mi falta de fe y confianza en
<br>ti, creo que me vas a pedir lo que no tengo. Convénceme que sólo me
<br>pides agua y que no es para ti, sino que la necesitas para hacer el
<br>milagro, y así poder transformarla en vino nuevo, abundante. ¡Cuánto
<br>me pierdo por mi falta de generosidad hacia ti! ¡Qué triste me quedo
<br>cuando te niego ese agua, que tú querías convertir en vino! Auméntame
<br>la fe para ofrecerte lo poco que tengo.
<br>Si Dios es nuestro Padre, ¿Qué podemos temer? Quiero hacer la oración
<br>de C. de Foucault: "Padre, yo me pongo en tus manos, haz de mi lo que
<br>quieras, sea lo que sea, yo te doy gracias Padre".
<br>¡Cuánto pedimos al Señor, y qué poco le escuchamos!Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-75779775911932135212016-01-08T02:44:00.001-08:002016-01-08T02:44:01.392-08:00El Bautismo del SeñorCiclo C
<br>
<br>
<br>BAUTISMO DEL SEÑOR
<br>
<br>Is 42,1-4,6-7
<br>Sal 28,1-3.9-10
<br>Hch 10,34-38
<br>Lc 3,15-16
<br>
<br>
<br>"Mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre
<br>él"
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>La alegría del cristiano no consiste solamente en saberse hijo Dios,
<br>sino más bien en experimentarlo y poder llamar a Dios: "Abbá"
<br>(Papá) , saboreándolo.
<br>Gracias, amado Papá, porque poder experimentar tu voz llamándome
<br>"hijo" es para mí la felicidad más grande que pueda tener; todo se
<br>me cae de las manos. El consuelo que ello me produce relaja mi tensión,
<br> mis brazos se caen y mis manos se me abren dejando caer muchas cosas a
<br>las que me agarraba, como si en ellas fuera mi vida. Sólo una cosa es
<br>importante en la vida: contemplarte, empaparse de tu amor .
<br>El diálogo Hijo-Padre es para Jesús como el cordón umbilical por
<br>donde recibía todo su alimento, porque su alimento era hacer la
<br>voluntad del Padre , que todos los hombres se salven y lleguen al
<br>conocimiento de la verdad (1Tim 2,4). Su bautismo fue para servir. Y
<br>ésta es la misión de cada bautizado.
<br>Ahora tú, Señor, nos envías a nosotros dándonos tu Espíritu. Haznos
<br>comprender que el camino para la resurrección y la salvación pasa por
<br>ponerse el último, pasa por la cruz. Señor, quiero renovar mi bautismo
<br>y unirme a ti compartiendo tu misma suerte.
<br>Si somos discípulos del Siervo, ¿Qué otra asignatura deberemos
<br>aprender sino la del servicio? El Bautismo es una dinámica de morir
<br>para vivir, como el grano de trigo que si no se entierra y muere no da
<br>fruto (cf. Jn 12,24).
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>A veces no entendemos los planes del Señor. ¿Por qué no actúa con
<br>nuestros criterios de eficacia? ¿No sería más fácil reponer y quitar
<br>la caña cascada o encender una nueva mecha que conservar la que se
<br>extingue?
<br>Soy muy dado a sustituir lo viejo por lo nuevo, a desechar lo frágil y
<br>caduco por lo fuerte y de primera calidad. Por eso no entiendo que para
<br>liberar a los ciegos, tú te quedes ciego, que para liberar a los
<br>cautivos tú tengas que morir en una cruz. ¿No eres un Dios
<br>Todopoderoso?
<br>Cuando contemplo los treinta años de tu vida oculta, preparándote para
<br>este plan del Padre, quiero comprender tu pedagogía. Quiero entender
<br>que tú salvas desde dentro y no desde fuera, entrando en los calabozos
<br>y asumiendo el pecado para liberarme . Nada quitas de lo que hay, nos
<br>aceptas tal y como somos, con todas nuestras debilidades y nuestro
<br>pecado. Esta dinámica de encarnarte lleva su tiempo. Si tú quieres de
<br>nosotros que también seamos luz para los demás, prepárate a llevarnos
<br>de la mano durante mucho tiempo. Gracias, porque nuestra salvación es
<br>tu paciencia , y porque no miras el número de discípulos ni el tiempo
<br>que necesitas. Nuestra salvación está en que no utilizas las
<br>matemáticas. Así pagas el ciento por uno, le das el mismo salario al
<br>contratado al final de la jornada que al primero ¡Cuánto tenemos que
<br>cambiar!. Utilizamos mucho la "calculadora" y pagamos según lo
<br>recibido.
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>No existimos en este mundo por casualidad, sino porque hemos sido
<br>soñados y creados por Dios desde la eternidad con un proyecto bien
<br>concreto: Ser otros Cristos. Éste proyecto se lleva a cabo como lo hizo
<br>Jesús que descubrió en su diálogo íntimo, confiado y abierto con el
<br>Padre, su voluntad . Y el Espíritu Santo le guiaba y daba la fuerza
<br>para llevarla a cabo.
<br>¡Quién sabe lo que quiere Dios de cada uno de nosotros! Pero una cosa
<br>podemos tener segura: El desea para nosotros el mayor bien, nuestra
<br>máxima felicidad, aunque no comprendamos sus caminos.
<br>Si queremos ser cristianos auténticos necesitamos hacer la voluntad de
<br>Dios. Por ello se hace necesario ese diálogo íntimo y amoroso que Dios
<br>quiere tener con nosotros.
<br>El cristiano es un peregrino que tiene que mirar hacia delante y no
<br>parar ni dar un paso atrás para coger carrerilla. Nuestra alegría no
<br>está en metas, sino en una actitud: La de saber que caminamos en la
<br>verdad que nos lleva a la vida, que no estamos perdidos .
<br>El bautismo en el cristiano es el punto de partida de una nueva vida,
<br>conformándose a Cristo, hasta poder decir como Pablo: "Ya no vivo yo,
<br>sino que es Cristo quien vive en mí" (Ga, 2,20). Por tanto, Cristo es
<br>nuestro referente. Él nos muestra el camino (no un camino entre otros)
<br>. Y nos capacita rescatándonos del pecado, que es el obstáculo que nos
<br>puede parar y sacarnos del camino.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br> "El pueblo estaba en expectación". La apertura de los cielos
<br>marcan un giro en la historia de la salvación: Unas relaciones directas
<br>entre Dios y el hombre. Se inaugura la era de la gracia, superando las
<br>expectativas del pueblo de Israel, que esperaba un Mesías libertador de
<br>la opresión de los romanos. Dios habla al hombre directamente y no a
<br>través de profetas. Se establece un cambio de la Ley por la gracia.
<br>Hoy también, todos los pueblos están a la expectativa de cambios a
<br>mejor, con ciertos "salvadores populares" que se presentan como los
<br>mesías que van a traer la paz al mundo. Pero ésta no vendrá por los
<br>cauces de cerrar los cielos ni las iglesias ni por meter a los
<br>cristianos en las sacristías.
<br>Nuestro Bautismo nos abre el cielo a los cristianos para tener una
<br>relación paterno-filial y directa con Dios. En ella nos invita a
<br>introducirnos en las aguas (bautismo significa inmersión) corrompidas
<br>del mundo actual, asumir la realidad del pecado y, con nuestras obras y
<br>palabras, como Juan, dar a conocer al verdadero cordero de Dios que
<br>quita el pecado del mundo (Jn 1,29).
<br>En el Jordán, Señor, experimentaste aquella vocación que ya sentiste
<br>a tus doce años, cuando tus padres estuvieron buscándote en
<br>Jerusalén . Ahora ya la puedes hacer realidad porque estabas poseído
<br>por el Espíritu Santo. Tú eres la respuesta a las expectativas del
<br>mundo, que nosotros tenemos que mostrar.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>"El Bautismo es el más bello y magnífico de los dones de Dios" (S.
<br>Gregorio Naciancieno). Te hace hijo adoptivo de Dios . Hecho miembro de
<br>la Iglesia, el bautizado ya no se pertenece a sí mismo , sino al que
<br>murió y resucitó por nosotros .Lo profetizado por Isaías en la
<br>primera lectura se hace realidad en el Bautismo de Jesús, donde el
<br>siervo es ahora el Hijo predilecto". Y todo lo que se dice de Jesús
<br>es para aplicárnoslo a nosotros. Nuestro Bautismo es como si se nos
<br>hubieran abierto los cielos y se nos declarase hijos amados. Ya no somos
<br>esclavos ni siervos, sino hijos adoptivos (cf. Ga 4,5-7). El cristiano
<br>sale del Bautismo resplandeciente como el sol, porque se ha convertido
<br>en morada de Dios, su morada predilecta . Dios busca habitar en templos,
<br>pero no es el sagrario su morada preferida, ni quiere hermosas
<br>custodias. Quiere convertirnos en capilla ambulante, en sagrario
<br>abierto y en custodia viviente de un Dios vivo encarnado en nuestras
<br>vidas.
<br>Todo esto es don y tarea. Don de Dios y tarea nuestra para recibirle,
<br>aceptarle y no convertir nuestro corazón en un mercado . Llenos de tan
<br>inmenso don, no cabe ya otro proceder, en relación con los demás, que
<br>expresarlo con gestos de amor. Amor palpable, creíble, que realmente
<br>genere santidad y gozo, y contribuya a vivir y convivir como familiares
<br>de Dios.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>"Y mientras oraba, se abrió el cielo…" Cuando un hijo de Dios se
<br>pone en oración con el Padre, se abre el cielo. Se abre la línea
<br>directa con la de nuestro hogar trinitario y se abre la boca de Dios
<br>para decir: "Tú eres mi hijo, el amado, el predilecto". ¿Qué más
<br>queremos?
<br>Para ser fieles seguidores de Jesús, debemos estar cimentados en la
<br>oración, como él. A partir del Bautismo, Jesús se retiró al desierto
<br>a hacer unos "ejercicios espirituales", para poder emprender su
<br>misión redentora. Necesitaba conocer la voluntad del Padre y la fuerza
<br>para llevarla a cabo.
<br>La oración es para voluntarios que han descubierto un venero precioso,
<br>y vienen sin horarios ni lugar, sin precio ni paga, a disfrutar, a
<br>embeberse y dejarse transformar en otros Cristos. La fragua del ardiente
<br>amor de Dios es donde, en íntimo diálogo transformador, se forjan los
<br>amigos de Dios, Se forja la auténtica personalidad del hijo, del
<br>hermano, del discípulo. Nada resulta más fascinante para el hombre,
<br>que estar frente a Dios y poder ser su interlocutor.
<br>Entra, Señor, y prepara el erial de mi corazón. Arranca las malas
<br>hierbas y planta semillas de virtudes, que harán de mí el jardín por
<br>el que tú te puedas pasear gozosamente . Regálame tu Palabra, fuente
<br>de agua viva, con la que pueda regar y mantener los frutos. Y dame más
<br>caudal, cuanto más reseca se encuentre la tierra.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>El fuego, si no se propaga, se apaga. Así el cristiano, bautizado con
<br>el Espíritu y el fuego, perderá su fe si no la propaga.
<br>Hoy se viven tiempos difíciles, aunque siempre los ha habido, en los
<br>que hay una cultura antirreligiosa, en donde "no se lleva el ser
<br>cristiano" y en donde a los cristianos se les quiere meter en las
<br>sacristías. Es en estas circunstancias donde no podemos quedarnos
<br>mudos, escondidos, temerosos. Todo lo contrario. Nuestro Padre nos unge
<br>y nos urge para abrir los ojos a los ciegos, sacar a los cautivos de la
<br>prisión, y de la mazmorra a los que habitan en tinieblas.
<br>Líbrame, Señor, de esas tentaciones que nos vienen, para que
<br>manifiestes tu poder, y te pida que mandes bajar fuego del cielo para
<br>que consuma a los que entorpecen la llega de tu Reino. Regálame la
<br>humildad y la sencillez del "Siervo" que no gritará, no voceará
<br>por las calles: La caña cascada no la quebrará... Haz que me ponga a
<br>la cola de los pecadores, que asuma sus preocupaciones y necesidades y
<br>les dé una palabra de consuelo y de esperanza, porque la fuerza del
<br>amor vence toda resistencia humana .
<br>"Donde haya odio ponga yo el amor; donde haya tristeza, la alegría;
<br>donde haya error, ponga yo la verdad; donde haya duda, nuestra fe.
<br>Señor, haz de mi un instrumento de tu paz" (S. Francisco de Asís).
<br>Y si me canso de amar, dame fuerza para seguir amando.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-30706297383229560712016-01-03T04:56:00.001-08:002016-01-03T04:56:47.717-08:00La Epifanía del SeñorCiclo C
<br>
<br>
<br>
<br>LA EPIFANÍA DEL SEÑOR
<br>
<br>Is 60,1-6
<br>Sal 71,2.7-8.10-13
<br>Ef 3,2-3ª.5-6
<br>Mt 2,1-12
<br>
<br>
<br>"Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la
<br>casa, vieron al niño con María, su madre"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>El primer paso lo da Dios, con la gracia de una iluminación, y el
<br>segundo lo da el hombre desde su libertad. ¿Qué respuesta doy a tantas
<br>luces que recibo de Dios?
<br>¿Dejarse iluminar y ser luz para los demás, marchando por los caminos
<br>que el Señor nos indica, como lo hicieron los Sabios, o estudiar y
<br>buscar en los libros, a la luz de las velas, las cosas de Dios, pero sin
<br>moverme y sin hacer camino, como lo hicieron los maestros y "sabios"
<br>de Herodes?
<br>¿Pasar olímpicamente de las estrellas mirando más a la tierra que al
<br>cielo, como lo hacía el pueblo de Israel, y como lo hacemos la mayoría
<br>de las personas cuando nos preocupamos solamente por el quehacer
<br>cotidiano, o mirar la luz que me crea problemas porque vivo en tinieblas
<br>y me incomoda, y porque me obliga a dejar ciertos privilegios, ciertas
<br>formas de vivir, como le pasaba a Herodes?
<br>Al apóstol, porque quiere llevar luz, también se le plantean las
<br>mismas respuestas: de gozosa acogida, de duda, de indiferencia y de
<br>persecución.
<br>Pero, me da mucha alegría y confianza el saber que tú, Sol de
<br>justicia, rompes las tinieblas, y éstas no prevalecerán a pesar del
<br>rechazo, porque tu paciencia, tu amor y tu misericordia son infinitos .
<br>Tuyo son el poder y la gloria. Dame el poder ser espejo que pueda
<br>reflejar tu luz.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Los Magos no venían a conquistar, sino a dar; no venían a enseñar,
<br>sino a aprender. Es Dios el cuarto Rey que se da a sí mismo en Belén,
<br>en la Cruz y en la Eucaristía.
<br>Nosotros queremos abrir nuestros cofres para darte algo, Jesús, pero...
<br>están vacíos. El viaje ha sido muy largo y nos hemos encontrado con
<br>tantos niños por el camino… Eran muy pobres, estaban abandonados,
<br>estaban en las calles; otros que estaban en el campo eran comidos por
<br>las moscas, algunos habían sido vendidos, otros explotados fabricando
<br>zapatillas deportivas para nosotros... La estrella se nos paraba en el
<br>camino; no sabíamos qué teníamos que hacer, e íbamos dejando todo lo
<br>que pensábamos regalarte. Pero nos parecía que la estrella después
<br>brillaba con más resplandor... ¿Por qué te sonríes viendo nuestros
<br>cofres vacíos?
<br>No sabemos quién eres ni cómo te llamas, pero ¡se está tan bien
<br>contigo! En nuestra tierra teníamos confortables palacios, pero...
<br>¿sabes?, nos encontramos tan bien contigo que no quisiéramos volver.
<br>¡Vaya contraste! Ante nuestros cofres vacíos tú nos regalas esa
<br>sonrisa divina, y con esa sonrisa, todo tu ser.
<br>Nos volvemos por otros caminos con nuestros cofres llenos del amor de
<br>Dios, que rebosan nuestros corazones . Por los caminos misioneros, dando
<br>la palabra de Dios que cura todas esas dolencias .
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>Muchos hombres verían la estrella, pero sólo unos pocos se dejaron
<br>interpelar por ella. Así nos puede pasar a nosotros con la fe.
<br>Necesitamos buscar, reflexionar y orar para ver más allá de lo
<br>inmediato. No es fácil, porque unas veces la fe nos hace ver la luz, y
<br>otras la estrella se puede ocultar haciéndonos pasar por noches
<br>oscuras.
<br>La estrella hizo a los Sabios salir de sus comodidades e iniciar un
<br>camino de fe, con sus luces y sombras, hasta el encuentro definitivo con
<br>la Verdad.
<br>La fe es un encuentro personal con Cristo. No viene por méritos
<br>propios, pero sí necesita el esfuerzo, levantar los ojos del suelo,
<br>mirar para arriba y observar el parpadeo y el guiño de Dios, que
<br>están tocándonos el corazón. Regálanos el colirio de la fe para
<br>distinguirte en las alturas.
<br>Danos, Señor, la inquietud de la búsqueda, la capacidad del riesgo, y
<br>apostar por romper la seguridad a la que estamos encadenados, y que no
<br>nos deja verte como nuestro auténtico libertador .
<br>Tú, Señor, nos llamas con tanta claridad que ¿cómo vamos a decirte
<br>que lo pensaremos? Sabes que el viaje es duro y que hay pruebas y
<br>noches oscuras, Por eso quieres que tengamos compañeros de viaje,
<br>porque la fe se vive en comunidad. Gracias, Señor, porque la llamada de
<br>la fe prendida en nuestros corazones nos hace exclamar como Jeremías:
<br>Me has seducido y me has podido.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>El nacimiento de Jesús en Belén se refleja en el cielo. Aparece una
<br>estrella que invita a seguirla. Esta invitación es aceptada por unos
<br>sabios que se ponen en camino. Con estos sabios se identifican todos los
<br>hombres que buscan la verdad, la bondad, y que teniendo cierta esperanza
<br>en el Salvador, aguardan su venida en la tierra.
<br>La estrella guía a los hombres de todas las naciones a adorar al
<br>Mesías, tesoro de los pobres, y también tesoro de los sabios. Sabio no
<br>es el que mucho sabe, ni el más erudito, ni el más docto, ni el que
<br>conoce más letras, sino quien aprende y enseña el arte de vivir .
<br>¡Qué difícil es aprender a vivir! Sólo mirando hacia el cielo
<br>podemos aprender a vivir. Sólo el cielo marca la ruta de la esperanza,
<br>el camino a seguir .
<br>Los sabios se nutren de la esperanza, de una esperanza que no sólo les
<br>lanza al camino, sino que les permite recorrerlo hasta el final, hasta
<br>el portal, hasta hallarse con tu Madre, Hijo Amado del Padre. Y luego
<br>postrados ante ti, te ofrecen como don lo mejor que tienen: la
<br>esperanza, y el amarte como Rey, como Dios, como Hombre y como Salvador
<br>de la Humanidad.
<br>¿Mi esperanza me impulsa a hacer un camino y a superar todas sus
<br>dificultades? ¿Veo en Jesús el hombre que puede ir por delante
<br>mostrándome el camino y la auténtica vida cuando dice: "Sígueme. Yo
<br>soy el camino"?
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Sabio es todo hombre que sabe reconocer el valor que hay detrás de cada
<br>cosa, palabra y acontecimiento, y el que busca la verdad y la saborea.
<br>En la humildad de esta cueva, ocurre el intercambio de riquezas más
<br>notable, más gratuito y más inaudito. Tú aceptas mi oro, símbolo de
<br>mis riquezas, mis divisas, mis bienes y mi fortuna y, a cambio, me
<br>ofreces el tesoro de ti mismo y de tu vida, que depositas dentro de
<br>la mía .
<br>Dame la sabiduría, Jesús, de reconocerte, entre pajas, como Rey y
<br>ofrecerte oro. No creas, Señor, que me resulta violento el cambiar lo
<br>caduco por lo eterno. No me parece inhumano vender todo lo que tengo,
<br>para adquirir el campo donde está escondido este tesoro .
<br>Me llena de alegría, y considero todo como basura ante la sublime
<br>experiencia de ti, porque teniéndote a ti, nada necesito .
<br>Sólo puede ser nuestro año un feliz año, y nuestra vida una vida
<br>nueva, si tú eres nuestro verdadero tesoro. Aunque el oro sea el Rey de
<br>tantos corazones de metal, quiero que mi oro seas tú.
<br>¿Sabes reconocer y apreciar el verdadero tesoro? ¿No cambiarías lo
<br>caduco que tenemos por lo eterno que se nos ofrece?
<br>Danos, Señor, esos ojos de buen mercader que sabe reconocerte entre los
<br>humildes que el mundo desprecia. Danos el don de percibir que tú te
<br>ofreces cuando pasas por nuestro lado.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>El incienso es el símbolo de la divinidad. ¡Qué prueba para la fe de
<br>aquellos Magos el hecho de poder reconocerte como Dios en un niño
<br>recostado en un pesebre! Era para sentirse engañados por la estrella y
<br>darse media vuelta.
<br>¿No nos pasa a nosotros también, al reconocer a Cristo en la
<br>Eucaristía o en tantos otros con los que Jesús se identifica?
<br>Desecha de mi mente el identificarte con el omnipotente, con el
<br>poderoso, con el inalcanzable, con el que está por encima de las
<br>estrellas.
<br>Cuando decimos, "Creo en Dios Padre Todopoderoso" es como un
<br>"sándwich" o un libro, donde lo más importante está en el centro.
<br>Lo más importante es Padre; Dios y Todopoderoso es lo más llamativo.
<br>Lo que identifica a Dios, lo más importante, lo que le da valor, en
<br>definitiva, es ser Padre, es ser Amor . Por eso lo encontramos en una
<br>cueva de Belén . Dios es Todopoderoso en el Amor.
<br>Es un salto desde el infinito, un salto de un Dios enamorado que, en su
<br>locura de amor por el hombre, ha elegido la forma más pobre y más
<br>humilde de ser hombre sin dejar de ser Dios .
<br>Pero aun en el pesebre, aun en medio del silencio y del anonimato, tú
<br>eres Dios , tú eres mi Dios. Y a ti quiero ofrecerte una nube de
<br>incienso para que sea transportado en ella hasta tu morada . Quiero
<br>estar impregnado del olor que tanto te agrada
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>En la mirra se quiere simbolizar la humanidad de Jesús. El ser
<br>verdadero Dios y verdadero hombre . La mirra recuerda y evoca lo
<br>perecedero del hombre, lo propio del ser mortal, aquello con lo que
<br>ungen los cuerpos en el momento de la sepultura.
<br>Eres hombre como yo. ¿Me llena de alegría el que compartas mi suerte?
<br>Eres profundamente solidario conmigo. ¿Cómo decir que estoy solo en
<br>mis dificultades, si nada de lo humano te es extraño? Eres en verdad,
<br>mi hermano de carne y sangre, uno de los míos. Tú te haces mi camino,
<br>mi verdad y mi vida , no desde la altura, sino desde la humildad; no
<br>desde la cátedra, sino desde la solidaridad; no desde el poder, sino
<br>desde el amor. Así, siendo hombre como yo, sí me puedes decir:
<br>"Sígueme" (Mt. 9,9) ¿Cómo no enamorarse del Amor? ¿Cómo no caer
<br>rendidos ante el Dios, que nos ha amado primero ?
<br>Jesús, desármanos, para postrarnos a tus pies. Que tú, y sólo tú,
<br>robes nuestro corazón, Jesús, hermano. Entiendo que la Navidad es un
<br>intercambio de regalos, de dones, de vidas. Tú abrazas mi vida y yo
<br>quiero abrazar la tuya. Tú te has envuelto de mi humanidad para
<br>envolverme de tu divinidad. Te has abajado para elevarme a tu misma
<br>condición. Ante tu condición mortal, te ofrezco mi debilidad humana
<br>para que la mezcles con tu misma humanidad.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-82811839230967188102015-12-28T04:17:00.001-08:002015-12-28T04:17:33.170-08:00II Domingo NavidadCiclo C
<br>
<br>
<br>II DOMINGO NAVIDAD
<br>
<br>Eclo 24,1-4.8-12
<br>Sal 147,12-15.19-20
<br>Ef 1,3-6.15-18
<br>Jn 1,1-18
<br>
<br>
<br>"La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>"A cuantos la recibieron les da poder para ser hijos de Dios". Ya el
<br>hombre no tiene que ser un mero receptor y consumidor de la gracia de
<br>Dios. Dios se ha encarnado y nos da el "poder", por medio de su
<br>Espíritu, para hacernos hijos responsables de su misión. Jesús, desde
<br>que vino al mundo empezó a sufrir, no tanto por ser rechazado, sino
<br>porque el rechazo del hombre lo hace vivir a éste en tinieblas y en
<br>sombras de muerte. Lo hace vivir en orfandad, desconfiando de todos,
<br>incluso de sí mismo, porque no encuentra una mano paternal que lo
<br>acaricie y proteja.
<br>No hay alegría mayor en el mundo que el experimentar que Dios, nuestro
<br>Padre te diga: "Tu eres mi hijo" (Sal 2,7). Esto da una seguridad y
<br>confianza tal, que ninguna experiencia humana, por negativa que sea, te
<br>puede hundir. Sentirte propiedad de Dios .
<br>Pero Dios no es un Padre paternalista que otorga todos los caprichos a
<br>sus hijos. Nos ama y acepta tal y como somos, con nuestras
<br>infidelidades, nuestros pecados. Pero su deseo es que seamos hijos
<br>responsables, continuadores de su misión: La salvación del hombre.
<br>Dios viene a quedarse. Su palabra nos ilumina, anima y acompaña para
<br>ser cooperadores en la obra de la creación y redención del hombre,
<br>siendo sus testigos y encarnando la palabra de Dios escrita en nuestros
<br>corazones: cartas vivas que hablen de la experiencia del amor del Padre.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>El sabio es el que despliega las velas de la fe y confianza en Dios, y
<br>se deja llevar por el soplo divino: El Espíritu de Dios.
<br>Una noche tuve un sueño. Caminaba por la playa en compañía del
<br>Señor, y vi como el espejo de mi vida reflejaba todos mis días.
<br>Recordé los días pasados; en la película de mi vida se dibujaban
<br>huellas sobre la arena, de un lado estaban mis huellas, del otro las del
<br>Señor. Así continuamos caminando hasta el final de mis días. Entonces
<br>me detuve. Volví a mirar atrás....
<br>Descubrí que; en ciertos momentos, había solamente un par de huellas y
<br>que estos momentos coincidían justamente con los días más difíciles
<br>de mi vida, los días de más angustia y más miedo, los de mayor
<br>dolor...
<br>Entonces yo reclamé al Señor: "Señor, tú me prometiste que
<br>estarías conmigo todos los días de mi vida. Y yo acepté vivir
<br>contigo. ¿Por qué, pues, me has dejado solo en los peores momentos de
<br>mi vida?"
<br>Y el Señor me respondió: "Hijo mío, querido: te dije que estaría
<br>contigo a lo largo de todo el camino y que no te dejaría solo ni un
<br>minuto, y no te he abandonado nunca... Los días en donde has visto un
<br>solo par de huellas sobre la arena fueron los días en que te llevaba
<br>cargado (Bresilier).
<br>Nuestro mundo no necesita guías superdotados, que marcan caminos
<br>inaccesibles, sino personas como Jesús que, habiendo sido probados en
<br>el sufrimiento, puedan ayudar a los demás .
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>"En el principio ya existía la Palabra" Hoy día, que nacen tantas
<br>palabras nuevas, pidamos que no sustituyan ni hagan cambiar el verdadero
<br>sentido de las palabras: "fraternidad" y "hermano". Que no sean
<br>palabras abstractas, sino realidades concretas que se plasmen en asumir
<br>el coste de la cura de mi hermano, el prójimo herido a la vera del
<br>camino . El buen samaritano no preguntó quién era el herido, ni el
<br>color de su piel, ni de qué raza era.
<br>Vivimos en un mundo materialista e individualista, que pone muros y
<br>fronteras al "otro", viéndole como un rival o un peligro. Cuando
<br>cerramos las puertas al "otro" nos creamos dos problemas "los
<br>otros" y "el yo". "El duro nosotros de la comunión" (P.
<br>Casaldáliga). Todo el bien y el mal nacen en el propio corazón del
<br>hombre. Necesitamos una constante actitud de conversión, teniendo la
<br>puerta abierta para recibir la Palabra que nos cura.
<br>Tu luz, señor, brilla en las tinieblas de mi corazón donde yo no
<br>quiero mirar, y me hace ver que el encuentro contigo no se dará si no
<br>tengo el encuentro con el hermano. Mi proximidad a ti la tengo que
<br>medir con la distancia que yo tenga con el hermano más separado. Ambas
<br>distancias tienen que ser iguales . Entra en mí, y encuentra tierra
<br>abonada para que la semilla de tu palabra florezca con el amor tuyo, que
<br>se ha derramado en nuestros corazones . Y así pueda rezar "Padre
<br>nuestro" y no "Padre mío".
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>El Amor vino a los suyos, pero los suyos no lo reconocieron. No había
<br>sitio en la "posada", ocupada por otros amores.
<br>A menudo nos empeñamos en volver a llenar nuestra casa de ídolos,
<br>desarraigando al Amor de los amores de nosotros, y convirtiéndola en
<br>una cueva de ladrones que nos roban la felicidad.
<br>Cuando Dios Amor no habita nuestra vida, ésta, como casa abandonada, se
<br>deteriora, se arruina. Así nos convertimos en ex-templos,
<br>ex-santuarios, moradas de amor profanadas, saqueadas, incendiadas y
<br>derruidas.
<br>¿Qué hace Dios fuera de nosotros y del corazón de los hombres?,
<br>mirémoslo y escuchemos su voz llamado a la puerta . Y no dejemos que
<br>nuestro corazón sea tocado por la pereza y la comodidad, y perdamos la
<br>oportunidad de dejar que el Amor entre en su hogar predilecto .
<br>Preguntémonos como el poeta:
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>La Palabra es Verdad y es Vida. Es como quiso y quiere hablarnos: con la
<br>vida. "Tanto amó Dios..." Y sigue hablándonos en cada momento,
<br>porque el verdadero amor no desiste ante el rechazo. El amor es
<br>proximidad y cercanía, es abrazo, es encarnación en el amado, es
<br>hacerse uno esposándose con él para siempre. Así hay que escuchar la
<br>palabra de Dios. Por eso, la oración hay que afianzarla desde este
<br>principio: su deseo ardiente y apasionado, que quiere lo mejor para el
<br>hombre. "Orar es tratar muchas veces, y a solas, de amor con quien
<br>sabemos que nos ama" (Sta. Teresa de Jesús).
<br>¡Cuánto amor, esfuerzos, paciencia y cariño por tu parte, Señor, por
<br>sostener los hilos de nuestra vida y de la Historia, y por atraernos a
<br>todos a tu altura! . Suponen largos ratos contigo, que saben a
<br>eternidad, y a amor sin mezcla ni fin, y que se traducen en frutos del
<br>Espíritu a nuestro alrededor.
<br>Enséñanos a orar como tú, Mamá, para ser ese hijo de entrañas
<br>maternas, hijo de tu fibra y calibre, que se fragua en el diálogo
<br>íntimo de tú a tú con Dios, fuente del Amor. Quiero aprender a tu
<br>lado a escuchar a Dios con tu disponibilidad, a guardar su Palabra, como
<br>tú, en mi corazón, en mi intención, y a hacer de su Palabra vida.
<br>¡Feliz tú, Mamá, que te confiaste plenamente en el Señor, desde esa
<br>oración de Nazaret, con tu "Hágase" que revolucionó la Historia,
<br>posibilitando nuestra salvación .
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>La Palabra nos comunica la Sabiduría de Dios y nos hace gozar y
<br>saborear su plan de Salvación.
<br>La palabra de Dios nos lleva a Cristo, Palabra de Dios. Esta Palabra ha
<br>puesto su morada en nuestro mundo. Contemplemos este misterio en
<br>silencio, que su Palabra nos envuelva, nos abrace y "emborrache", no
<br>con champán para animarnos, sino con la presencia de Dios. La Palabra
<br>es Amor, y todo hombre hecho a imagen y semejanza de Dios , tiene la
<br>vocación del amor, es decir, está hecho para amar. "Ama y haz lo que
<br>quieras" (S. Agustín).
<br>¿Y por qué se rechaza la Palabra, el Amor? ¿Por qué no la recibieron
<br>ni la recibimos ahora? ¿Por qué preferir las tinieblas a la luz? Y lo
<br>más duro ¿Por qué un cristiano es indiferente a la vocación que es
<br>de todo hombre? ¿Qué nos dices tú, Jesús, en estas Navidades? ¿Qué
<br>nos dices tú, Papá?
<br>Hijo mío, mi dolor es grande porque mi confianza en ti es grande. Yo te
<br>miro de una manera especial porque espero mucho de ti. La prueba está
<br>en que me conoces, llevas en ti el sello de mi Espíritu, eres de los
<br>míos. Tu rechazo me duele más que el de otros que no me conocen bien.
<br> Pero mi amor por ti no se apartará. Tú ya sabes que estoy a la puerta
<br>porque confío en ti. ¿No sabes que tú vales el precio de la vida de
<br>mi Hijo? Me gustaría celebrar en la misma mesa tu nacimiento a la vida
<br>nueva; eso sería para mí la Navidad, porque Navidad es cada día que
<br>nace a la vida un hijo mío.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>Los caminos de Dios no son nuestros caminos . Son caminos opuestos a los
<br>de los hombres. En lugar de ser caminos de subida, son caminos de
<br>bajada, como se reza en el Credo de Nicea: "Por nosotros, los hombres
<br>y por nuestra salvación, bajó del cielo,... y se hizo hombre". Son
<br>los caminos que nosotros no escogeríamos.
<br>¿Podría Dios desde su situación habernos salvado con sólo su palabra
<br>como fue la Creación y no encarnándose? Por supuesto que sí. Así lo
<br>haríamos los hombres. Pero los caminos de Dios no son de poder, sino de
<br>amor. Quiso hacer visible el amor invisible de Dios por medio de la
<br>Encarnación del Hijo Encarnado.
<br>Pero hay un hecho más definitivo que convierte a la Encarnación en un
<br>"medio", y es el de la Redención,: rescatándonos, salvándonos y
<br>comprándonos con el precio de su sangre, y así reestablecer la
<br>comunión perdida con Dios, como dice S. Ireneo: "Porque tal es la
<br>razón por la que el Verbo se hizo hombre,... para que el hombre al
<br>entrar en comunión con el Verbo y al recibir la filiación divina, se
<br>convirtiera en hijo de Dios".
<br>Tu locura de amor, Señor, me supera y no llego ni siquiera a atisbar lo
<br>cada uno de nosotros valemos para ti: Dioses en participación, de tu
<br>misma familia. Esto me quita muchos complejos, al considerar que no soy
<br>lo que yo pienso o lo que los demás piensan, sino que yo soy lo que soy
<br>para ti: tu hijo, por el que has pagado un rescate con la sangre de tu
<br>Hijo.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-10628332790259537222015-12-28T03:56:00.001-08:002015-12-28T03:56:36.273-08:00Santa María, Madre de DiosCiclo C
<br>
<br>
<br>STA. MARIA, MADRE DE DIOS
<br>
<br>Num 6,22-27
<br>Sal 66,2-8
<br>Gn 4,4-7
<br>Lc 2,16-21
<br>
<br>
<br>"María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>Estrenamos calendario nuevo. Hemos dejado atrás otro año que parece
<br>más corto que los anteriores. La rapidez con que caen las hojas del
<br>calendario nos muestra lo acelerada que va nuestra vida sin vivirla.
<br>"La vida es corta y aburrida porque la gastamos en desear" (Le
<br>Bruyere). No vivimos cada presente porque esperamos vivirlo mañana. Y
<br>en estas fechas vemos con nostalgia que no hemos vivido el pasado.
<br>Acojamos el cada día como hijo del pasado y gestación del futuro.
<br>El presente es lo único que posee el hombre. Danos hoy acoger cada
<br>minuto como un gran regalo tuyo, para poder vivirlo en tu presencia.
<br>Danos, Señor, hoy, el pan de cada día: saborear la vida, abrirnos al
<br>amor. Cada momento de la vida es una oportunidad para responder a la
<br>llamada del amor. Que las hojas arrancadas al tiempo no caigan del
<br>calendario, sino que asciendan cargadas de frutos de vida y amor.
<br>"Sólo por hoy seré feliz en la certeza de que he sido creado para la
<br>felicidad. Sólo por hoy trataré de vivir exclusivamente el día, sin
<br>querer resolver el problema de mi vida en un momento. Sólo por hoy me
<br>adaptaré a las circunstancias, sin pretender que las circunstancias se
<br>adapten a mis deseos" (S. Juan Pablo II).
<br>Cristo es el Señor del tiempo, el Alfa y el Omega, el ayer, el hoy y el
<br>de siempre. El que hace de cada día una fiesta porque cada día es
<br>Navidad si sé vivirlo unido a él y dando vida. Vivamos este reto del
<br>nuevo calendario.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>El Señor nos bendice y protege. ¡Qué hermoso estrenar el año con la
<br>bendición de Dios! Necesitamos mucho esa bendición para que ahogue y
<br>borre las muchas maldiciones que salen de nuestra boca, cuando algo no
<br>encaja en nuestra forma de pensar. Nosotros hemos recibido la mayor
<br>bendición posible: la entrega de su Hijo al mundo como la prueba de su
<br>infinito amor ¿Qué más nos puede dar? Sí. Todavía hay algo más,
<br>nos dio su Espíritu para una bendición eterna .
<br>Esa bendición y ese Espíritu que Dios envió a nuestros corazones nos
<br>hacen llamar a Dios, Abbá.
<br>¡Qué bendición tan grande el poder dialogar contigo y poder decirte
<br>una sola palabra: "Papá"! Sonrojo y vergüenza me da abrir la boca,
<br> para pedirte las migajas que caen de tu mesa , cuando tú me invitas a
<br>tener un puesto en ella.
<br>Pero cuando se me olvida mi condición de hijo muy amado por ti, me
<br>siento como un huérfano perdido en busca de afecto y seguridad. Me
<br>siento vacío con cualquier cosa, pero nada me llena.
<br>Verdaderamente, es una osadía llamar a Dios "Padre Nuestro", si
<br>no me duele el dolor de mis hermanos: todos los hombres del mundo; si no
<br>siento su hambre de pan esperando las migajas de mi mesa, y su hambre de
<br>sentido de la vida, su hambre de la Palabra viva, que les descubra su
<br>verdadera identidad de hijos de Dios, y su derecho a llamarnos
<br>"hermanos".
<br>
<br>3º DIA
<br>
<br>¿Cabe mayor grandeza para un ser humano que la de ser hijo de Dios,
<br>poderle llamar Papá (Abbá) , siendo heredero de su vida eterna? ¿Cabe
<br>mayor grandeza para una mujer ser Madre de Dios? Sólo lo fue María,
<br>pero todos los hombres somos hijos de Dios. Si a los ojos de los
<br>hombres María es bendita entre todas las mujeres por haber llevado en
<br>su seno a Dios, mayor es la bendición a los ojos de Dios de aquél que
<br>escucha la palabra de Dios y la pone en práctica (Lc 11,27-28). ¡Qué
<br>pena que no todos lo sepan, y que muchos de los que lo saben no lo
<br>saboreen y vivan con la inseguridad de un huérfano!
<br>Danos, Señor, la intrepidez, el arrojo y la valentía, ante un mundo
<br>que vive huérfano y de espaldas a Dios, de aquellos pastores que,
<br>siendo tan mal considerados en su tiempo, se convirtieron en los
<br>"primeros evangelizadores" del mayor acontecimiento de la historia
<br>de la Humanidad hasta el punto de que José y María se "admiraban de
<br>lo que decían".
<br>Seamos también nosotros esos evangelizadores que llevan la buena nueva
<br>de nuestras experiencias de Dios. Tus experiencias de Dios son un
<br>patrimonio de la Humanidad. Dios no necesita sabios, sino santos,
<br>personas unidas a Cristo, sencillas, como estos pastores. El Espíritu
<br>Santo actúa en los que se abren a él y le escuchan.
<br>
<br>4º DIA
<br>
<br>Ser la Madre de Dios no es mérito de María, sino gracia de Dios.
<br>Gracia que se manifiesta en los humildes que se abren a Dios y se dejan
<br>llevar por el Espíritu Santo. Esto es algo que no es fácil ya que se
<br>requiere fe y confianza en Dios. Es poder decir como ella: "He aquí
<br>la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra" (Lc 1,38).
<br>No es tanto decir un "hágase" en el momento de una gran experiencia
<br>mística, sino saber engendrar esa vida, cuidarla y protegerla a costa
<br>de sacrificios, por caminos difíciles . María nos enseña no sólo a
<br>decir "hágase", sino a algo más difícil, la gestación, la
<br>constancia, la perseverancia y la labor cotidiana que no se ve. Sólo
<br>desde ese diálogo constante con el Padre, podremos llevarlas a cabo.
<br>Las grandes revoluciones se logran a base de decisiones mantenidas con
<br>tenacidad y constancia. Al estilo de los primeros discípulos que,
<br>apoyados en la fuerza del diálogo contigo no cesaban de dar testimonio
<br>donde fuera .
<br>Esta docilidad y apertura de María sólo le venía de la fe y la
<br>confianza total en Dios. Por eso, es una bendición de Dios el
<br>habérnosla dado como nuestra Madre y guía, como lo fue de Jesús.
<br>"¿Cómo podemos pensar en Cristo sin que el corazón nos estalle?...
<br>La fe tiene que ser un terremoto, no una siesta, un volcán, no una
<br>rutina, una herida, no una costra, una pasión, no un puro
<br>asentimiento" (J.L. Martín Descalzo).
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>El nacimiento de Dios es un misterio tan grande que no puede agotarse en
<br>un día. Se necesitan estos ocho días de la Octava de Navidad, para
<br>poder atisbar un poco la grandeza de esta unión de Dios y el hombre en
<br>el seno de María. Pero tenemos que despertar hoy del éxtasis y el
<br>embelesamiento que este acontecimiento nos produce, y empezar una vida
<br>nueva en este año nuevo con deseos de paz. Porque este Príncipe de la
<br>Paz ha entregado en la circuncisión sus primeras gotas de sangre por
<br>ella.
<br>A ti, Mamá, Reina de la Paz, en este día de la Oración por la Paz, te
<br>pedimos que intercedas ante tu Hijo para que nos ayude a pacificar
<br>primero nuestros corazones. Que nos ayude a regar con su palabra la
<br>semilla de paz que él ha puesto con su venida, y evitar que crezcan las
<br>malas hierbas de la violencia, el odio, el resentimiento y la venganza,
<br>tan prontas a brotar.
<br>Sabemos que es una paz que no se consigue con la fuerza, ni con el
<br>conformismo, ni mirando hacia otro sitio, sino con la justicia cuyo
<br>fruto es la paz , esa dama tan esquiva y tan difícil de conquistar.
<br>Mamá, Madre de Dios y Madre de todos los hombres, danos tu corazón
<br>puro y tus ojos limpios para vernos y tratarnos como hermanos. Que tu
<br>mirada de madre bondadosa, que sufre cuando hay rencillas entre tus
<br>hijos, haga bajar nuestra mirada, para descubrir esa falta de paz en
<br>nuestro propio corazón. Intercede ante tu Hijo para que nos regale el
<br>bálsamo del perdón, y así poder restañar nuestras heridas.
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>Le pusieron por nombre Jesús, que significa Salvador.
<br>Dios se valió de María para llegar al hombre, y el hombre necesita a
<br>María para llegar a Dios. Es nuestra medianera.
<br>Gracias, Mamá, por haber sido ese "punto de encuentro" entre el
<br>cielo y la tierra, entre Dios y el hombre. Ese seno sagrado donde Dios
<br>recibió tu carne y sangre, y donde el hombre recibió a Dios. Dichosa
<br>tú, porque todo tu seno se hizo capacidad para recibir a Dios .
<br>María nos trajo al mundo el Salvador que borró la maldición que
<br>pesaba sobre el hombre, y nos trajo la bendición que vence la muerte y
<br>nos lleva a una nueva vida.
<br>La bendición mayor de Dios es el Espíritu Santo, que nos hace llamar a
<br>Dios Papá (Abbá). ¡Qué dicha, alegría y paz nos da el poder llamar
<br>a Dios Papá, y con derecho a su herencia eterna! No hay alegría mayor
<br>en el mundo que el experimentar que Dios, nuestro Padre, te diga: "Tu
<br>eres mi hijo" (Sal 2,7). Esto te da una seguridad y confianza tal, que
<br>ninguna experiencia humana, por negativa que sea, te pueda hundir.
<br>Sólo el que ha aprendido a ser auténticamente hijo del Padre, es capaz
<br>de convertirse en padre de muchos hijos, porque su corazón se ha
<br>ensanchado en el trato con el corazón paterno de Dios.
<br>Padre, danos la fe de María, nuestra Mamá, para que, como ella sepamos
<br>decir "sí" a tus proyectos de ser continuadores de tu paternidad,
<br>por generaciones.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br> Le pusieron por nombre Jesús que significa Salvador.
<br>Cuando Dios pone un nombre es para indicar la misión que le da. Decir
<br>"Jesús" es un grito de libertad y de paz. Decir "Jesús" es
<br>como encontrar el camino hacia lo que el hombre está llamado a ser:
<br>Cristo. Es como descubrir nuestra identidad. Decir Jesús es sentirse
<br>bendecido, abrazado y besado por Dios.
<br>¡Qué grande es poder decir: "Jesús es el Señor!"! Porque
<br>detrás está el Espíritu Santo . ¡Qué grande es poder decir a Dios:
<br>"Papá", porque en nosotros está el Espíritu Santo .
<br>Jesús, sálvanos de nuestros miedos que nos atenazan, de nuestra
<br>incredulidad que nos hace miopes, de nuestro pecado que nos esclaviza, y
<br>así podamos ser para los demás un poco salvadores. Ser Jesús es un
<br>reto para cada cristiano porque tendremos también que derramar
<br>lágrimas y sangre como él.
<br>Jesús dedicó su vida a la salvación del hombre. Renunció a vivir su
<br>propia vida. "Jesús fue el hombre para los otros" (Bonhoeffer). Su
<br>vida, como alguien dijo, fue: "Una expropiación por utilidad
<br>pública", entregando hasta la última gota de su sangre.
<br>Jesús inició una obra que está inconclusa. Por eso nos dice que
<br>nosotros la continuemos: "Como el Padre me envió, también yo os
<br>envío" (Jn 20,21). Por eso, ser cristiano es tener un motivo para
<br>vivir y para dar la vida.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-3749760036128981124.post-69689448649084763762015-12-28T03:21:00.001-08:002015-12-28T03:21:05.028-08:00La Sagrada FamiliaCiclo C
<br>
<br>
<br>LA SAGRADA FAMILIA
<br>
<br>Eclo 3,3-7.14-17
<br>Sal 127,1-5
<br>Col3,12-21
<br>Lc 2,41-52
<br>
<br>
<br>"¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la casa
<br>del Padre?"
<br>
<br>
<br>
<br>1º DIA
<br>
<br>El amor no es amor si no crea comunión, y la comunión es fuente de
<br>vida. Así, la familia cristiana está llamada a ser cuna de la
<br>vocación divina, como la de Jesús lo fue a los doce años.
<br>Tú, Señor, supiste elegir para tu Hijo la mejor escuela del amor: el
<br>hogar de Nazaret. Y le has dado al matrimonio cristiano la sagrada
<br>misión de enseñar a amar a los hijos, no con buenos consejos y bonitas
<br>teorías, sino viendo el amor esponsal de los padres, su entrega mutua e
<br>incondicional. Es el amor de Cristo a su Iglesia . Sólo con tu ayuda,
<br>Señor, y con tu compromiso de asumir nuestro raquítico amor, que
<br>guardamos en vasijas de barro, podremos elevarlo a la calidad de tu
<br>amor. "El Espíritu Santo infundido en la celebración sacramental
<br>ofrece a los esposos cristianos el don de una comunión nueva de amor,
<br>que es imagen viva y real de la singularísima unidad que hace de la
<br>Iglesia el indivisible Cuerpo místico del Señor Jesús" (FC 19).
<br>El desarrollo integral de Jesús en el seno de la familia bendice a
<br>ésta haciéndola sacramento de la Familia Trinitaria.
<br>Junto a nuestra Madre, vayamos nosotros también creciendo. No en
<br>estatura pero sí en la fe y en gracia de Dios, para que seamos las
<br>familias cristianas iconos de la Trinidad y la nueva esperanza de este
<br>tercer milenio.
<br>
<br>2º DIA
<br>
<br>Hagamos nuestra composición de lugar en Nazaret: Una familia pobre que
<br>vivía de los trabajos que hiciera José a unos vecinos también pobres.
<br>Vivían en una sencilla casa de adobes entre animales domésticos. Eso
<br>sí, se respira felicidad. Jesús dialogando con María en la puerta,
<br>sentados sobre unos troncos de madera, preguntando por la vida,
<br>preguntando por Dios, esperando a José para abrazarle y sentarse a
<br>comer.
<br>¿Qué comíais, Jesús? Seguro que me dirías que tu verdadero alimento
<br>era la Palabra de Dios. ¿Qué más querías tú, Jesús? ¡Qué
<br>felicidad da el veros!
<br>¡Cuánto ayuda verlos tan sencillos en lo cotidiano!, y María, con esa
<br>humildad y sencillez, orando. La alegría en la pobreza. Una persona que
<br>vive de Dios es rica en la fe, es una persona feliz.
<br>¿Por qué yo no soy más feliz? Porque me falta tu presencia, Señor.
<br>Vivo más de la gente que contigo.
<br>El Jesús que vemos en la vida pública es el fruto de todos esos años
<br>de vida oculta. Jesús contempla los lirios del campo a los que el Padre
<br>viste con un esplendor más grande que el de Salomón. Contempla las
<br>aves del cielo que no siembran, y Dios las alimenta . ¿En qué se
<br>parece nuestra vida a la de la familia de Nazaret? ¿Cómo vivo mi vida
<br>diaria? ¿Descubro tu presencia, Jesús, en lo pequeño? ¿Contemplo el
<br>mundo con esos ojos limpios que descubren cómo, a través de cada cosa,
<br>tú me hablas.
<br>
<br>3ºDIA
<br>
<br>Los treinta años del Hijo de Dios oculto en la familia, es el aval más
<br>grande y la apuesta mejor por la institución familiar. El Hijo de Dios
<br>confiado a un padre y a una madre, volcados totalmente en él; una
<br>familia, sin más misión que defender, en la vida humana, la vida de
<br>Dios que hace humano a cada hombre.
<br>Como la plastilina en las manos del niño, es el niño en las manos de
<br>la familia. ¿Qué será de él? ¿Qué valores aprenderá? ¿Qué
<br>calidad de vida forjará? ¿Cuáles serán las opciones de su vida?
<br>¿Cómo se comprometerá con el mundo y con la generación a la que
<br>pertenece?
<br>Enséñame, Señor, que ante todo, la familia y la Humanidad entera
<br>tienen que defender la vida de Dios, amenazada de muerte en cada miembro
<br>.
<br>Las circunstancias del hogar en el que nacemos y crecemos influyen
<br>poderosamente en nuestra personalidad, en nuestra identidad y misión.
<br>¡Qué responsabilidad tiene una familia! ¡Cuántos niños
<br>escandalizados por sus mismos padres , que se convierten en maestros
<br>prácticos de una escuela que nada tiene que ver con la escuela del
<br>Evangelio, ni con la civilización del amor! "Hay poca vida
<br>verdaderamente humana en las familias de nuestros días" (Juan Pablo
<br>II). Que nuestros hogares se conviertan en aquello a lo que están
<br>llamados: Escuelas de amor. "El amor es la verdadera fuente de unidad
<br>y fuerza de la familia" (Juan. Pablo II).
<br>
<br>4ºDIA
<br>
<br>María tendría la tentación de dudar, ya que ese niño se iba haciendo
<br>un hombre y no se le veía arrancar con su vocación. Ella sabía que
<br>ese joven era el Hijo de Dios, pero debía ser durísimo ver que no
<br>pasaba "nada". Es la experiencia con uno mismo o contemplando a los
<br>demás; un año, dos años, diez años... y, a veces parece que uno no
<br>avanza. Pero Jesús ya estaba salvando. Se dedicaba a "ser" y no a
<br>"hacer". Mientras que a nosotros lo que más nos gusta es palpar las
<br>eficacias.
<br>La Trinidad tiene el corazón en la Humanidad. Jesús, justamente porque
<br>piensa en la humanidad, porque la ama, se pasa adrede treinta años en
<br>una aldea que tiene mala fama . Galilea era considerada zona de gente
<br>pecadora, porque no era puramente judía (Galilea de los gentiles).
<br>Allí vivió Jesús aprendiendo el oficio del padre. Era un niño
<br>normal, que hacía lo que todos los niños, y María tenía que ir
<br>detrás de él, como cualquier madre. La vida oculta de Jesús es como
<br>el árbol que para dar fruto, tiene que estar bien enraizado. Y las
<br>raíces están bajo tierra, en lo oculto.
<br>Enséñanos, Jesús, a crecer como tú en lo oculto de nuestra vida
<br>cotidiana.En la normalidad de la vida, dialogabas con el Padre y te
<br>fortalecías, compartiendo con la gente de tu pueblo. Enséñanos a
<br>vivir cada momento de la vida en diálogo con el Padre, como tú, y a
<br>compartir con nuestros más cercanos nuestras experiencias de Dios.
<br>
<br>5º DIA
<br>
<br>Desde los más pequeños hasta los adultos hacemos cosas para llamar la
<br>atención, buscando que nos paguen con la moneda del aprecio, la
<br>consideración,... Lo necesitamos. Jesús, como hombre, también lo
<br>necesitaba. Lo recibía de José y de María, pero, sobre todo, lo
<br>buscaba del Padre. Su vida oculta va dirigida a centrar toda su
<br>afectividad en Dios.
<br>Constantemente vamos disfrazando nuestra necesidad de aprecio, de
<br>cariño, de valoración. Muchos de los problemas que tenemos son de
<br>afectividad. Entonces Jesús nos invita a que lo que buscamos en la
<br>gente, lo busquemos en él .
<br>Dios me dice lo que nadie más me puede decir, y me da lo que nadie me
<br>puede dar. A través del amor voy entendiendo la clave de Jesús, su
<br>vida oculta. Un hombre trabajador, un hombre de su pueblo, que
<br>compartía con la gente, y que es una persona de oración. La clave de
<br>la vida es aprender a vivir de Dios. Esto significa ver el trabajo, la
<br>vida, las circunstancias, desde la mirada de Dios; ponerse en su lugar y
<br>actuar en conciencia.
<br>¿Cómo entrar en esa mirada que me pueda más que la de los hombres?
<br>Por la humildad, reconociendo que yo no puedo vivir eso, como niño que
<br>se sabe dependiente de su padre. Solamente cuando seamos pobres, y nos
<br>veamos limitados, recurriremos a su ayuda, y experimentaremos el gozo
<br>pleno de Dios
<br>
<br>6º DIA
<br>
<br>A los doce años, Jesús "sufrió" la crisis de la adolescencia: su
<br>identidad y misión. Es el brote de la semilla cultivada, regada y
<br>abonada con la palabra de Dios en el hogar de Nazaret.
<br>El desarrollo integral de Jesús en el seno de la familia bendice a la
<br>familia cristiana, haciéndola sacramento de la Familia Trinitaria. La
<br>familia es un canto a la vida y al amor, una cuna que Dios prepara para
<br>la vida. Así, donde hay una comunidad de vida y amor, está Dios Trino,
<br>es sagrario de Dios e icono de la Trinidad.
<br>La preocupación de casi todos los padres es la educación de los hijos.
<br>Pero ésta empieza por la construcción de un verdadero hogar, el cual
<br>tiene su origen en los mismos padres. La esencia de la educación es el
<br>amor que los hijos tienen que ver en sus padres. Los hijos verán a Dios
<br>visibilizado, en el amor que sus padres se tengan mutuamente.
<br>El matrimonio es un vaciamiento de cada uno para ser ocupado por el
<br>"otro". Su tarea consiste en construir no una casa fría, sino un
<br>hogar acogedor sobre la roca firme de Cristo y no sobre las arenas
<br>movedizas de la pasión y el egoísmo. Su estructura será cimentada en
<br>el amor, la fidelidad, la entrega sin límite, el respeto y el perdón.
<br>Nuestro Arquitecto nos ayudará a construirlo con los planos del
<br>Evangelio, porque si el Señor no construye la casa, en vano se
<br>cansarán los albañiles (Sal 126). Que nuestras vidas, amasadas con la
<br>palabra de Dios, sean el hogar de nuestros hijos.
<br>
<br>7º DIA
<br>
<br>"Jesús iba creciendo en sabiduría,..." Jesús experimentaba las
<br>limitaciones normales que tenemos todos nosotros: cansancio, malos
<br>entendidos, dudas, temores, etc., pero sabía ver en todo eso la mano de
<br>Dios. Y se emocionaba dando gracias al Padre : Todo eso era algo que
<br>había ido desarrollándose en él desde su más tierna infancia. La
<br>vida oculta de Jesús no es tanto una etapa de su vida, cuanto un estado
<br>continuo de permanencia en el Amor por medio del diálogo.
<br>Dios no fuerza nuestras vidas, su paciencia es grande. Muchas veces nos
<br>ve como infantiles pidiendo muchas cosas para nosotros mismos, como
<br>todos los niños, que son tremendamente egoístas. Quiero amar para ser
<br>correspondido; en realidad mi corazón no ama de verdad con un amor
<br>desinteresado, gratuito. ¡Ojalá me pudiera identificar con Jesús a
<br>sus doce años y sentirme hijo adulto responsable de los intereses del
<br>Padre! Quisiera que mi diálogo fuera más una escucha atenta en conocer
<br>su voluntad, y que la petición no fuera otra que la de pedir fuerzas
<br>para poder llevarla a cabo . Todo ello desde la pobreza espiritual,
<br>dejando que Dios me ame en mi no poder, en mi no tener, en mi no saber.
<br>Lo otro es, en el fondo, querer presentarle a Dios mis éxitos... ¡Pero
<br>Dios no necesita nada de mí! Me necesita pobre, sencillo y
<br>transparente, para llegar a mis hermanos a través de mí.Anonymoushttp://www.blogger.com/profile/13881345956406905758noreply@blogger.com