El Pan de Cada Día

La Epifanía del Señor

Ciclo C



LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

Is 60,1-6
Sal 71,2.7-8.10-13
Ef 3,2-3ª.5-6
Mt 2,1-12


"Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la
casa, vieron al niño con María, su madre"



1º DIA

El primer paso lo da Dios, con la gracia de una iluminación, y el
segundo lo da el hombre desde su libertad. ¿Qué respuesta doy a tantas
luces que recibo de Dios?
¿Dejarse iluminar y ser luz para los demás, marchando por los caminos
que el Señor nos indica, como lo hicieron los Sabios, o estudiar y
buscar en los libros, a la luz de las velas, las cosas de Dios, pero sin
moverme y sin hacer camino, como lo hicieron los maestros y "sabios"
de Herodes?
¿Pasar olímpicamente de las estrellas mirando más a la tierra que al
cielo, como lo hacía el pueblo de Israel, y como lo hacemos la mayoría
de las personas cuando nos preocupamos solamente por el quehacer
cotidiano, o mirar la luz que me crea problemas porque vivo en tinieblas
y me incomoda, y porque me obliga a dejar ciertos privilegios, ciertas
formas de vivir, como le pasaba a Herodes?
Al apóstol, porque quiere llevar luz, también se le plantean las
mismas respuestas: de gozosa acogida, de duda, de indiferencia y de
persecución.
Pero, me da mucha alegría y confianza el saber que tú, Sol de
justicia, rompes las tinieblas, y éstas no prevalecerán a pesar del
rechazo, porque tu paciencia, tu amor y tu misericordia son infinitos .
Tuyo son el poder y la gloria. Dame el poder ser espejo que pueda
reflejar tu luz.

2º DIA

Los Magos no venían a conquistar, sino a dar; no venían a enseñar,
sino a aprender. Es Dios el cuarto Rey que se da a sí mismo en Belén,
en la Cruz y en la Eucaristía.
Nosotros queremos abrir nuestros cofres para darte algo, Jesús, pero...
están vacíos. El viaje ha sido muy largo y nos hemos encontrado con
tantos niños por el camino… Eran muy pobres, estaban abandonados,
estaban en las calles; otros que estaban en el campo eran comidos por
las moscas, algunos habían sido vendidos, otros explotados fabricando
zapatillas deportivas para nosotros... La estrella se nos paraba en el
camino; no sabíamos qué teníamos que hacer, e íbamos dejando todo lo
que pensábamos regalarte. Pero nos parecía que la estrella después
brillaba con más resplandor... ¿Por qué te sonríes viendo nuestros
cofres vacíos?
No sabemos quién eres ni cómo te llamas, pero ¡se está tan bien
contigo! En nuestra tierra teníamos confortables palacios, pero...
¿sabes?, nos encontramos tan bien contigo que no quisiéramos volver.
¡Vaya contraste! Ante nuestros cofres vacíos tú nos regalas esa
sonrisa divina, y con esa sonrisa, todo tu ser.
Nos volvemos por otros caminos con nuestros cofres llenos del amor de
Dios, que rebosan nuestros corazones . Por los caminos misioneros, dando
la palabra de Dios que cura todas esas dolencias .

3º DIA

Muchos hombres verían la estrella, pero sólo unos pocos se dejaron
interpelar por ella. Así nos puede pasar a nosotros con la fe.
Necesitamos buscar, reflexionar y orar para ver más allá de lo
inmediato. No es fácil, porque unas veces la fe nos hace ver la luz, y
otras la estrella se puede ocultar haciéndonos pasar por noches
oscuras.
La estrella hizo a los Sabios salir de sus comodidades e iniciar un
camino de fe, con sus luces y sombras, hasta el encuentro definitivo con
la Verdad.
La fe es un encuentro personal con Cristo. No viene por méritos
propios, pero sí necesita el esfuerzo, levantar los ojos del suelo,
mirar para arriba y observar el parpadeo y el guiño de Dios, que
están tocándonos el corazón. Regálanos el colirio de la fe para
distinguirte en las alturas.
Danos, Señor, la inquietud de la búsqueda, la capacidad del riesgo, y
apostar por romper la seguridad a la que estamos encadenados, y que no
nos deja verte como nuestro auténtico libertador .
Tú, Señor, nos llamas con tanta claridad que ¿cómo vamos a decirte
que lo pensaremos? Sabes que el viaje es duro y que hay pruebas y
noches oscuras, Por eso quieres que tengamos compañeros de viaje,
porque la fe se vive en comunidad. Gracias, Señor, porque la llamada de
la fe prendida en nuestros corazones nos hace exclamar como Jeremías:
Me has seducido y me has podido.

4º DIA

El nacimiento de Jesús en Belén se refleja en el cielo. Aparece una
estrella que invita a seguirla. Esta invitación es aceptada por unos
sabios que se ponen en camino. Con estos sabios se identifican todos los
hombres que buscan la verdad, la bondad, y que teniendo cierta esperanza
en el Salvador, aguardan su venida en la tierra.
La estrella guía a los hombres de todas las naciones a adorar al
Mesías, tesoro de los pobres, y también tesoro de los sabios. Sabio no
es el que mucho sabe, ni el más erudito, ni el más docto, ni el que
conoce más letras, sino quien aprende y enseña el arte de vivir .
¡Qué difícil es aprender a vivir! Sólo mirando hacia el cielo
podemos aprender a vivir. Sólo el cielo marca la ruta de la esperanza,
el camino a seguir .
Los sabios se nutren de la esperanza, de una esperanza que no sólo les
lanza al camino, sino que les permite recorrerlo hasta el final, hasta
el portal, hasta hallarse con tu Madre, Hijo Amado del Padre. Y luego
postrados ante ti, te ofrecen como don lo mejor que tienen: la
esperanza, y el amarte como Rey, como Dios, como Hombre y como Salvador
de la Humanidad.
¿Mi esperanza me impulsa a hacer un camino y a superar todas sus
dificultades? ¿Veo en Jesús el hombre que puede ir por delante
mostrándome el camino y la auténtica vida cuando dice: "Sígueme. Yo
soy el camino"?

5º DIA

Sabio es todo hombre que sabe reconocer el valor que hay detrás de cada
cosa, palabra y acontecimiento, y el que busca la verdad y la saborea.
En la humildad de esta cueva, ocurre el intercambio de riquezas más
notable, más gratuito y más inaudito. Tú aceptas mi oro, símbolo de
mis riquezas, mis divisas, mis bienes y mi fortuna y, a cambio, me
ofreces el tesoro de ti mismo y de tu vida, que depositas dentro de
la mía .
Dame la sabiduría, Jesús, de reconocerte, entre pajas, como Rey y
ofrecerte oro. No creas, Señor, que me resulta violento el cambiar lo
caduco por lo eterno. No me parece inhumano vender todo lo que tengo,
para adquirir el campo donde está escondido este tesoro .
Me llena de alegría, y considero todo como basura ante la sublime
experiencia de ti, porque teniéndote a ti, nada necesito .
Sólo puede ser nuestro año un feliz año, y nuestra vida una vida
nueva, si tú eres nuestro verdadero tesoro. Aunque el oro sea el Rey de
tantos corazones de metal, quiero que mi oro seas tú.
¿Sabes reconocer y apreciar el verdadero tesoro? ¿No cambiarías lo
caduco que tenemos por lo eterno que se nos ofrece?
Danos, Señor, esos ojos de buen mercader que sabe reconocerte entre los
humildes que el mundo desprecia. Danos el don de percibir que tú te
ofreces cuando pasas por nuestro lado.

6º DIA

El incienso es el símbolo de la divinidad. ¡Qué prueba para la fe de
aquellos Magos el hecho de poder reconocerte como Dios en un niño
recostado en un pesebre! Era para sentirse engañados por la estrella y
darse media vuelta.
¿No nos pasa a nosotros también, al reconocer a Cristo en la
Eucaristía o en tantos otros con los que Jesús se identifica?
Desecha de mi mente el identificarte con el omnipotente, con el
poderoso, con el inalcanzable, con el que está por encima de las
estrellas.
Cuando decimos, "Creo en Dios Padre Todopoderoso" es como un
"sándwich" o un libro, donde lo más importante está en el centro.
Lo más importante es Padre; Dios y Todopoderoso es lo más llamativo.
Lo que identifica a Dios, lo más importante, lo que le da valor, en
definitiva, es ser Padre, es ser Amor . Por eso lo encontramos en una
cueva de Belén . Dios es Todopoderoso en el Amor.
Es un salto desde el infinito, un salto de un Dios enamorado que, en su
locura de amor por el hombre, ha elegido la forma más pobre y más
humilde de ser hombre sin dejar de ser Dios .
Pero aun en el pesebre, aun en medio del silencio y del anonimato, tú
eres Dios , tú eres mi Dios. Y a ti quiero ofrecerte una nube de
incienso para que sea transportado en ella hasta tu morada . Quiero
estar impregnado del olor que tanto te agrada

7º DIA

En la mirra se quiere simbolizar la humanidad de Jesús. El ser
verdadero Dios y verdadero hombre . La mirra recuerda y evoca lo
perecedero del hombre, lo propio del ser mortal, aquello con lo que
ungen los cuerpos en el momento de la sepultura.
Eres hombre como yo. ¿Me llena de alegría el que compartas mi suerte?
Eres profundamente solidario conmigo. ¿Cómo decir que estoy solo en
mis dificultades, si nada de lo humano te es extraño? Eres en verdad,
mi hermano de carne y sangre, uno de los míos. Tú te haces mi camino,
mi verdad y mi vida , no desde la altura, sino desde la humildad; no
desde la cátedra, sino desde la solidaridad; no desde el poder, sino
desde el amor. Así, siendo hombre como yo, sí me puedes decir:
"Sígueme" (Mt. 9,9) ¿Cómo no enamorarse del Amor? ¿Cómo no caer
rendidos ante el Dios, que nos ha amado primero ?
Jesús, desármanos, para postrarnos a tus pies. Que tú, y sólo tú,
robes nuestro corazón, Jesús, hermano. Entiendo que la Navidad es un
intercambio de regalos, de dones, de vidas. Tú abrazas mi vida y yo
quiero abrazar la tuya. Tú te has envuelto de mi humanidad para
envolverme de tu divinidad. Te has abajado para elevarme a tu misma
condición. Ante tu condición mortal, te ofrezco mi debilidad humana
para que la mezcles con tu misma humanidad.