El Pan de Cada Día

Pascua de Resurrección

PASCUA DE RESURRECCION

Hch 10,34.37-43
Sal117,1-2.116-17.22-23
Col 3,1-4
Jn 20,1-9


"El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al
amanecer…"



1º DIA

Hoy no tengo palabras. Cualquier palabra quedaría tan corta que
oscurecería la luz que hoy recibo de ti, mi Señor. Sólo puedo
contemplarte y extasiarme y gozar. Gozar y seguir el impulso de
anunciarte, como tus primeros discípulos: "Resucitó mi Amor y mi
Esperanza".
"¡Jesús ha resucitado!" es el grito que transformó la vida de los
primeros seguidores de Cristo. Es el grito del acontecimiento más
importante y nuclear, que constituyó la realidad central de su fe y de
la nuestra. Es el acontecimiento culminante y la síntesis de toda la
vida y mensaje de Jesús. Así se inicia para los creyentes un tiempo de
indescriptible gozo, que nos hace estallar de alegría y lanzar al aire,
con todas nuestras fuerzas, el grito del mensaje de resurrección:
"¡Cristo vive, anúncialo!"
El Resucitado nos invade de su fuerza resucitada y resucitadora. Por
eso la resurrección es una explosión de alegría, un canto a la vida.
El es la Vida. ¿Por qué buscarle entre los muertos? Nos ha liberado de
todas las esclavitudes que tenían poder sobre nosotros, y la última y
definitiva era la esclavitud de la muerte, a la cual ha vencido con su
muerte y resurrección.
Como resucitó, nada es imposible para el que cree en él. Damos
testimonio de nuestra fe. Atrás quedó el temor, la duda y la poca fe.
Somos testigos de la resurrección. El está aquí, presente y vive
entre nosotros.

2º DIA

El dolor más fuerte de Jesús es nuestra incredulidad práctica.
Quizás nuestros labios afirman que él es nuestro Dios y Señor, pero
muchas veces vamos buscando otros dioses que puedan calmar nuestras
insatisfacciones y anhelos de felicidad .
«La fe de los cristianos es la resurrección de Cristo. No es gran cosa
creer que Jesús ha muerto; esto lo creen también los paganos; todos lo
creen. Lo verdaderamente grande es creer que ha resucitado». (San
Agustín)
La resurrección constituía, en primer lugar, la confirmación de todo
lo que Cristo mismo había dicho, hecho y enseñado'. Era el sello
divino puesto sobre sus palabras y sobre su vida. El mismo había
indicado a los discípulos y adversarios este signo definitivo de su
verdad. El ángel del sepulcro lo recordó a las mujeres la mañana del
primer día después del sábado . Si esta palabra y promesa suya se
reveló como verdad, también todas sus demás palabras y promesas
poseen la potencia de la verdad que no pasa, como él mismo había
proclamado .
Celebramos nuestra resurrección en el Bautismo, en cada Eucaristía, en
cada Pascua, en la Reconciliación, cuando nos levantamos de nuestras
caídas. El nos tiende sus manos llagadas para que nos levantemos.
"Tus llagas nos dejan ver tus entrañas" (S. Bernardo). Confiemos en
él. Lo importante es que no perdamos la fe y los deseos de avanzar.

3º DIA

En el horizonte de la resurrección brota la vida de un Dios, que no
quiere que ninguna esclavitud tenga poder sobre nosotros; y la última y
definitiva en ser vencida ha sido la esclavitud de la muerte . Cristo
selló con su sangre en la cruz el pacto de la nueva alianza de la Vida
que ha vencido a la muerte. Por su resurrección es "la muerte de las
muertes" (S. Agustín).
La resurrección es pasar de la muerte a la vida. Es pasar de negar,
como negó Pedro a Jesús antes de su muerte, a anunciarle públicamente
ante sus adversarios después de la resurrección .
Hoy nos encontramos muchas veces, incluso ante los familiares, en la
situación de tener que proclamar nuestra fe con toda valentía. Ahí
está la "prueba del algodón" de nuestra fe. Si nos encontramos
como Pedro cuando negó ser seguidores de Jesús, o si por el contrario,
damos testimonio con nuestras palabras y con nuestra vida de que Cristo
ha resucitado y está presente, vive hoy, y él es nuestra esperanza,
nuestra alegría y nuestra fuerza.
Pero a veces nos vemos todavía bajo la losa en la que nuestra alma
está inerte. Pidamos al Señor que haya también en nosotros un
amanecer, y que la losa de nuestro sepulcro esté removida. . Y así
con nuestras vidas, otros puedan creer en el Resucitado y salir
corriendo, como María Magdalena, a decir a los suyos que han sido
testigos de nuestra conversión y de nuestra resurrección.

4º DIA

La Pascua no es solamente el anuncio de que Cristo ha resucitado, sino
de que nosotros también hemos resucitado, porque si nos unimos a su
muerte, con él también resucitaremos.
Donde mueres tú, Señor, se oscurece la vida, todo lo invade el pecado
y reinan las tinieblas. No obstante, tú mueres con los brazos abiertos,
en actitud de acogida eterna, abarcando a todos los hombres, de todas
las latitudes, de todos los tiempos para que, por la muerte, tengan la
luz y la Vida.
Si yo sigo en el sepulcro es porque no me dejo abrazar por Cristo.
Cuando no amo y estoy muerto, él deja de resucitar en mí. Mientras
haya algún hermano muerto, él sigue esperando la resurrección. El
sigue encarnado en nosotros y sigue sufriendo por los que sufren,
muriendo en los que mueren. El se pone en nuestras manos y será lo que
nosotros queramos. Todo esto nos debe hacer pensar en nuestra
responsabilidad, de no dejar que Cristo siga muerto en muchos de
nuestros hermanos.
Hay mucho campo donde echar la semilla de la resurrección. Necesita
muchos sembradores que esparzan semillas con la palabra y con su
testimonio de vida. Debemos ser el trigo enterrado en este mundo actual,
para que nos convirtamos en espigas de vida resucitada.
Cristo nos está diciendo con toda la fuerza del Espíritu: "Tú no
morirás, porque yo te amo. ¡No temas! Si te abres a mi amor
resucitado, te saldrá espontáneo el comunicarlo a los demás".

5º DIA

La resurrección es una explosión de vida, de alegría, de fiesta de
bodas, de luz. ¡"Oh, noche más clara que el día! ¡Oh, noche más
luminosa que el sol! ¡Oh, noche más blanca que la nieve!... ¡Noche de
bodas de la Iglesia que hace nacer a los nuevos bautizados y despoja al
demonio confundido!... (Asterio de Amasea)
Alguien comparó que lo que fue el Big-Bang para el origen (físico) del
mundo, la resurrección de Cristo lo es para el origen (espiritual) de
la Iglesia: El primero fue una explosión de energía, la cual nos hace
todavía estar en un mundo en expansión. Así la Iglesia, sin esa
explosión de energía de la resurrección de Cristo, hoy estaría
sumida en la más espantosa de las tinieblas.
A la vez que la losa del sepulcro fue removida, las puertas del cielo se
abrieron por la explosión de la Resurrección, para nunca más
cerrarse. Por ellas ha pasado Cristo Cabeza , pero su Cuerpo entero
todavía no ha pasado, porque nosotros somos su Cuerpo, llamado a
resucitar con él .
Por esas puertas han pasado muchos de los miembros del Cuerpo de Cristo,
como Pedro y todos los santos, y siguen pasando muchos de nuestros
hermanos. "Esta es la puerta del Señor, los justos entrarán por
ella".
Tú estás inscrito en el registro de ciudadanos del cielo, que es tu
patria, y lo llevas en el DNI del Bautismo. Sé lo que eres: un redimido
llamado a cantar las alabanzas del Señor.

6º DIA

"El primer día de la semana" es el primer día del mundo. Es la
Pascua (paso) de una vieja era a una nueva era . Es el paso del pecado a
la gracia, de la muerte a la vida. Se acabó la peor de las crisis: la
muerte. Surge un nuevo amanecer para el mundo. Se abrirán nuestras
tumbas .
La Pascua es la Fiesta de todas las fiestas. Ya la muerte no es el fin,
sino un paso y, por tanto, se puede celebrar hasta la cruz. Una luz
absolutamente nueva ilumina el acontecimiento de la cruz, y da el
verdadero y pleno sentido del misterio del dolor y de la muerte, que se
concluye en la gloria de la nueva vida.
"Lucharon vida y muerte en singular batalla y, muerto el que es la
Vida, triunfante se levanta". Es un amor victorioso que es más fuerte
que la muerte . Por eso podemos explotar de alegría cantando el
¡aleluya!
Podemos decir, ciertamente, que Cristo resucitado es principio y fuente
de una vida nueva para todos los hombres, como así aparece en la
plegaria de Jesús al Padre poco antes de la pasión .
Hay noches en el alma, hay amaneceres que el fuego del amor enciende y
propaga. Hay luz que ilumina la vida. Procuremos que el fuego que
recibamos no se apague. Anuncia a Cristo resucitado, porque el fuego que
no se propaga se apaga. Seamos la luz del mundo, y esto nos dará
alegría y valor para que nuestros hermanos también se contagien, y
todos propaguemos el Reino de Dios.

7º DIA

Cristo resucitado vive en los corazones de sus discípulos y seguidores
como fuente de santificación en el Espíritu Santo, fuente de la vida
divina y de la futura resurrección.
Como Cristo resucitó, y nada es imposible para el que cree en él ,
dejemos atrás las dudas y la poca fe. Y demos testimonio de que él ha
vencido a la muerte en la cruz.
Somos testigos de su resurrección. Él está aquí presente entre
nosotros y su Espíritu nos mueve a amar, porque en el amor está la
vida , y nos impulsa a ser sus testigos con la palabra y con la vida.
Si realmente nos amamos, saldremos de nuestro individualismo y haremos
comunión. Este será el principal signo de credibilidad para el mundo ,
donde el individualismo y las relaciones interesadas reinan por doquier.
Es entonces cuando se experimentará el gozo y la paz que nadie nos los
pueda quitar.
Es significativo ver en estos acontecimientos pascuales la prioridad de
las mujeres en el anuncio. Magdalena se convirtió en el primer
apóstol de la resurrección, en apóstol de los Apóstoles. María,
nuestra Madre, nos ayuda a guardar la Palabra en nuestros corazones, y a
poner toda la confianza en el Señor.