El Pan de Cada Día

Semana del 22 al 28 de febrero

3ª CUARESMA

Ex 3,1-8.13-15
Sal 102,1-11
1 Co 10,1-6.10-12
Lc 13,1-9


"El Señor es compasivo y misericordioso"



1º DIA

Moisés, como todo hombre, quiere conocer el nombre de Dios. Para un
semita, un nombre propio es ya una definición de la persona que lo
lleva. Pero Dios es indefinible totalmente. Si el hombre fuera capaz de
definir a Dios. ¡Qué dios tan pequeño sería! ¡Qué frustración
para nosotros! "Soy el que soy" queda abierto al misterio de la
grandeza de Dios. Nos quiere decir que es el origen y fuente de todo
ser. El es la presencia en el pueblo de Israel. El es el que nuestro
corazón busca con verdadera pasión. Cuando clamamos por la vida, por
la felicidad, por el amor, por el sentido de nuestra vida, él nos
responde: "Yo soy". Cuando desesperadamente preguntamos a Dios
dónde está, él nos dice: "Yo estoy contigo".
Gracias, Papá, por no ser un Dios de definiciones, ni ideas, sino que
eres un Dios de "relaciones". ¡Cuánto contenido me dice Juan en su
primera carta: "Dios es amor"! Tú te encarnas en mi historia, en mi
vida. Tú sólo quieres que te conozcamos por la experiencia: Eres el
Dios de nuestros padres. La alegría más grande que me das es tu deseo
de que te llamemos Padre. ¡Qué oración más hermosa llamarte
"Abbá" (Papá) . Levantarme cada día y poder decirte: "Buenos
días Papá". Eso me da la fuerza suficiente para mantenerme alegre y
superar todas las dificultades ¿Qué me podrá suceder si tú estás
conmigo?

2º DIA

Somos hijos queridos y deseados eternamente por nuestro Padre Dios. El
está pendiente de nosotros, llevándonos tatuados allí donde más a su
vista estamos: En las palmas de sus manos . Por tanto, ve la opresión
de sus hijos y oye su clamor, dándose cuenta de sus sufrimientos. Él
lo sufre en su propio ser. ¿Qué padre no sufre el dolor sus hijos?
Puede que los haya, pero Dios no es indiferente al sufrimiento de todos
los hombres.
Dios llamó a Moisés por su nombre (Llamar a una persona por su nombre
es un signo de amistad, estima y confianza). Lo llama a la gran misión
de la liberación de Israel de la opresión de los egipcios.
Era un pueblo oprimido y al servicio del Faraón. Hoy tenemos
"faraones" más tiranos y más fuertes a los cuales servimos, e
incluso les rendimos culto. Ellos son las filosofías individualistas y
materialistas que nos oprimen sin darnos cuenta, la publicidad y
propaganda que nos embotan la mente, diciendo lo que tenemos que
comprar, hacer, vivir; los políticos y economistas que nos dicen como
tenemos que vivir, hacer, pensar, creer... ¿Somos libres?
Si tú ves todo esto, es que el Señor te está llamando por tu nombre,
como un día llamó a Moisés. El está poniendo su confianza en ti.
Acércate a la zarza ardiendo de la oración y escucha. No temas porque
no te va a pedir nada que supere tus fuerzas. El te ayudará.

3º DIA

"Yo no soy Moisés", "Yo no soy capaz", decimos. ¿No crees que
Moisés no estaba tranquilo escondido en el desierto con su ganado,
viviendo cómodamente con su mujer y sus hijos? ¿Crees que Moisés se
sintió más capaz que tú? La importancia de Moisés no está en sus
cualidades ni en sus capacidades, ya que él mismo se siente incapaz de
tal misión. Su importancia está en su docilidad a dejarse llevar por
Dios, a dejarse tocar por ese fuego purificador del diálogo con Dios.
Dios no necesita ni quiere hombres capaces, sino hombres dóciles que
crean en él y en su poder.
¿Te sientes pequeño?, estupendo; ¿Te sientes nada?, mejor. Esto ya es
una "gracia", porque te haces pobre de espíritu y necesitado de
Dios. Dios quiere hombres y no "dioses" que se sientan capaces de
comerse el mundo. La fuerza de Dios está en tu pobreza .
El Egipto de ayer es el "primer mundo" de hoy, tierra de
"porvenir" para muchos inmigrantes, donde están pasando la misma
situación que aquellos que liberó Dios por la mano de Moisés. Aquí
se ven oprimidos y humillados. ¿Es que tiene que ser así la historia
de la Humanidad, en la que el grande engorde comiéndose al pequeño?
No, porque esto no es el plan de Dios sobre el hombre. ¿Cerramos los
ojos para no ver y los oídos para no oír? ¡Cuántos equilibrios y
razonamientos tenemos que hacer para no imitar al buen samaritano!

4º DIA

Pero el Faraón de los faraones es el pecado. La liberación física y
material hecha por Moisés fue un "rescate" sin pago alguno. Esta
liberación sería figura de otra más importante, la que hizo Jesús
rescatándonos de las garras del pecado al precio de su sangre. Esta nos
dio la libertad de los hijos de Dios .
Gracias, Padre. Nunca seré consciente del valor que cada uno de
nosotros tenemos para ti. Dame tus ojos para verme como tú me ves, y
así gozar y anunciar a todos mis hermanos la verdad de lo que son: No
solamente hijos de Dios, sino también herederos y participantes de tu
misma vida eterna .
Esto sobrepasa todo sueño e imaginación. El orgulloso que es definido
por el que se estima en mucho más de lo que, es ahora que el orgulloso
siempre se estima en mucho menos de lo que es en realidad. Somos, no lo
que nos creemos, sino lo que estamos llamados a ser para Dios.
Igual que un niño se siente feliz, seguro y alegre, cuando experimenta
el amor de sus padres, así yo también experimento la liberación de
los miedos y angustias cuando siento tu corazón de Padre, la gracia de
la fe por los méritos de tu Hijo, y la guía del Espíritu Santo que me
empuja al encuentro con mis hermanos. ¿Cómo les llevaré tu
liberación y les mostraré que son miembros de tu Familia, llamados a
vivir en la libertad de los hijos de Dios?

5º DIA

Nuestro Padre Dios, al igual que todo padre, quiere para sus hijos el
pleno desarrollo; nos da la libertad para que seamos responsables,
maduros y capaces de dar fruto.
Para liberar a los oprimidos, un día se valió de Moisés; otro día,
de María... hoy se vuelve a ti y a mí, y nos muestra el mundo. Si
vemos las injusticias, oímos el clamor y nos fijamos en sus
sufrimientos, es que la savia de la gracia de Dios pasa por nosotros. No
somos higueras secas plantadas en este mundo, y si no damos fruto
tampoco nos arrancará. Él espera y espera, porque el Señor tiene
paciencia con nosotros. Su paciencia es nuestra salvación .
Acerquémonos más a la zarza ardiente de la oración del Viñador, para
que nos caliente más el corazón y nos haga ver que somos sus pies, sus
manos y su boca. De este modo llevaremos su mensaje de liberación,
allí donde El Espíritu Santo nos lo haga ver.
Donde tú estás, en tus ambientes, él cuenta contigo, y lo que tú no
hagas quedará sin hacer. Es grande la repercusión de nuestras
pequeñas opciones. ¿Sabía la hija del Faraón que la trascendencia de
su acción compasiva iba llegar a afectar a tu vida y a mi vida? No, y
moriría sin saberlo. Así nuestras acciones tienen una repercusión por
generaciones que no podemos ni imaginar.
¡Qué inconsciente soy, Señor, cuando oigo tu clamor, y pienso que la
llamada es para otros con más responsabilidades humanas que yo.

6º DIA

La higuera estéril nos habla de la paciencia de Dios con nosotros. El
cristiano no debe abusar de la paciencia de Dios, no porque lo vaya a
castigar o destruir, porque su paciencia es infinita, sino que el no dar
fruto es condenarse uno mismo a la esterilidad.
Al igual que una higuera, al no dar frutos, sólo vive del follaje, así
la persona que no da frutos de vida, y sólo vive de las apariencias y
de la vanidad, es una vida sin sentido.,
Condenarse a una vida sin sentido es sufrir la frustración de la nada,
es vivir con el miedo del que entierra el talento .
Tenemos más talentos de los que creemos. El mejor de ellos es la fe; no
la ocultes porque lo que no se propaga se apaga.
Sólo unidos a ti, como el sarmiento a la vid, podemos dar fruto . Por
eso, Señor, no me importa que tu mano tierna y amorosa vayas podando mi
orgullo, mi vanidad, mi pereza, mis malos humores, en fin, todo aquello
que no permite que te pueda dar los frutos que esperas. Sé que todo
corte duele, pero ¡Qué alegría para mí el saber que mi vida te pueda
ser útil! ¡Quién sabe! Quizás los frutos no los vea, como la hija
del Faraón, pero que te pueda decir:
Me di sin tender la mano
para cobrar el favor,
me di en salud y dolor
a todos, y de tal suerte
que me ha encontrado la muerte
sin nada más que el amor

7º DIA

El ser cristiano no es garantía de agradar a Dios, como les pasó a los
Israelitas que estaban bajo el amparo de la nube de Dios, y
sustentados por el mismo alimento espiritual. El verdadero cristiano no
es aquél que cree solamente en Dios, sino el que cree a Dios y, por
tanto, se adhiere a él con todo el corazón, con todas sus fuerzas y
con toda su mente. "La fe es ante todo una adhesión personal del
hombre a Dios" (NC 150).
Cuántas veces me las doy de cristiano y no me detengo a escuchar tu
palabra, tu proyecto sobre mí, a escuchar que es lo te agrada. ¿Qué
hijo soy que no hablo con mi padre?, ¿No me interesan sus proyectos?
¿No me interesa lo que pasa por su corazón, lo que le preocupa? A
todo padre le preocupa el sufrimiento de los hijos, el que no sean
felices ¡Qué otra cosa le puede preocupar! Espera del hijo
responsable, que conoce lo que pasa en la casa, que salga al encuentro
del hermano para llevarle a una tierra fértil donde, regado por el amor
de Dios, pueda dar frutos.
María, nuestra Madre, nos puede enseñar a escuchar a Dios. Ella fue la
perfecta y fiel discípula de Dios, atenta a su palabra y con la plena
docilidad para llevarla a cabo. Por eso pudo cantar: "Mi alma
engrandece al Señor, y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava..." (Lc 1
46-48). Hoy se fija en ti. No pierdas la oportunidad de poder cantar tú
lo mismo.